El cítrico híbrido que desestresa y perfuma

Su complejo aroma, afrutado y sutilmente floral, con un tono picante suave que recuerda a la lavanda, se puede apreciar en muchas fragancias, principalmente en las cífricas.

Muy parecido estéticamente a la lima, aunque más rugosa y con un interior dividido en gajos, este híbrido entre el limón y la naranja amarga, rara vez se consume directamente y cuando se opta por hacerlo de esta manera, un consejo es hacerlo gajo por gajo. Su mejor temporada comprende desde principios de diciembre hasta enero.

Considerada como un antioxidante natural, tiene efectos para disminuir la sensación de dolor corporal, levantar el ánimo, combatir el estrés y prevenir algunas infecciones en nuestro sistema digestivo y en el cuero cabelludo, entre otros beneficios de su consumo, que son muchos (reduce el colesterol y contiene, entre otras vitaminas, la C y potasio).

Claro que en los fogones también tiene su utilidad, con elaboraciones de vanguardia sorprendentes. Y las más clásicas son a través de compota, mermelada y utilizando su jugo y su ralladura para una deliciosa repostería. O en salsas y recetas exóticas. Además, por su poder refrescante, es una delicia sola o combinada con otros cítricos, con los que se pueden elaborar mousses y helados. Asimismo, mezcla a la perfección con el chocolate, con lo cual hay postres tradicionales que con esta fruta adquieren un nuevo protagonismo. También podemos encontrar en algunos supermercados, en la sección de congelados, su puré para servirlo como acompañamiento o ingrediente en numerosos platos. Por ejemplo, los filetes rellenos con queso de cabra y compota de bergamota, son deliciosos. Los bombones de dos chocolates, almendras y bergamota o la tarta de castañas y chocolate con esencia de bergamota, son elaboraciones más habituales y que permiten conocer en profundidad este cítrico.

Su cultivo está localizado principalmente en la región de Calabria (Italia), en Costa de Marfil, Marruecos y Brasil.