Cómo identificar la infidelidad emocional

Con el paso del tiempo, Roberto y Marta pasaron a compartir confidencias y sentirse más cómodos juntos. La chica se fue dando cuenta de que cada día que pasaba, cuando le sucedía algo importante corría a compartirlo con Roberto, tanto alegrías como preocupaciones o penas. Sintió que todo fluía a su lado. Pasó entonces a estar en constante interacción con Roberto, a mantener largas conversaciones por WhatssApp y a idealizar momentos. Fue descubriendo que sentía algo más que amistad por él y comienzó a percibir que los sentimientos eran mutuos; llegando a ensoñar vivencias románticas...».

¿Fue Marta infiel? Cuando hablamos de infidelidad lo primero que nos viene a la mente es una infidelidad física, una traición cargada de connotaciones envueltas en un juego de sensualidad y sexualidad, sin detenernos en pensar en el papel que pueden jugar las emociones y los sentimientos. Dentro de una relación de pareja, las emociones son el timón que permite marcar el rumbo de su amor y, por lo tanto, no se puede descartar que no tenga lugar una traición afectiva y que, en muchos casos, es más dolorosa que un engaño a nivel sexual, llegando a suponer la ruptura definitiva de la pareja.

Cada historia de amor es un única y se tiene que sustentar en base a los acuerdos y valores de sus protagonistas que, como personas, entrelazan sus vidas con un fin común. Lo que en unos casos se puede llegar a interpretar como una traición, en otros simplemente pueden ser situaciones que estén enmarcadas dentro de los límites y formas de entender el amor en pareja. Por lo tanto, ser infiel va a depender de muchos factores que intervienen en las diferentes concepciones de sentir y vivir el amor en pareja.

Es aquella en la que una persona que tiene pareja engaña a la otra de forma afectiva. Una infidelidad emocional se da cuando uno de los miembros de la pareja mantiene sentimientos y afectos de forma íntima con otra persona, sobrepasando los valores y límites que la pareja tiene pactados, tanto explícita como implícitamente, sin la necesidad de mantener un contacto sexual. Es importante señalar que una infidelidad emocional no tiene por qué ir acompañada de una infidelidad sexual, ni una infidelidad sexual va unida a una infidelidad emocional.

Son muy variadas las formas en cómo se puede dar una infidelidad emocional, ya sea dentro del ámbito del trabajo, en el grupo de personas con las que se coincide en el gimnasio, en el entorno escolar en los grupos de padres y madres o en los grupos de amistades. En la actualidad, un campo en el que la infidelidad emocional está muy latente es en el mundo virtual, ya sea a través de WhatsApp, por las redes o en las páginas o aplicaciones de contacto. Sin duda, las redes sociales han permitido abrir un abanico de interacciones que en tiempos pasados era impensable. El hecho de poder interrelacionarse de forma tan rápida y variada con tantas personas es algo que puede despertar mayores curiosidades en la persona y, en consecuencia, mayor probabilidad de encontrar personas con las que encajar de forma más íntima.

No es tan sencillo identificar si nuestra pareja nos está siendo infiel a nivel emocional. Tengamos presente que dentro de una pareja uno de los pilares para que funcione es la buena comunicación y si no se ha establecido desde el principio siempre nos puede resultar más complicado reconocer que hay algo que se puede estar tambaleando en la relación. Por otro lado, lo que para unas parejas puede significar un signo de posible infidelidad emocional, para otras pueden ser comportamientos que entran dentro de los valores establecidos en común. Por ese motivo, es vital conocernos como pareja para poder discernir si estos signos pueden ser o no una señal de infidelidad emocional.

Aquí os dejo algunos de esos posibles indicadores de que se puede estar dando una traición emocional:

Que la pareja haya pasado de estar cercana a tomar distancia, mostrando poco interés en la parte emocional.

Cambios en el comportamiento y actitudes ante la utilización de los dispositivos móviles que no se daban con anterioridad.

Descubrir que pasa más tiempo interactuando en las redes sociales y compartiendo su vida personal a nivel virtual, cuando antes no dedicaba la misma cantidad de tiempo.

Percepción de que se empieza a detectar más secretos en la pareja a la hora de comunicarse. Por ejemplo, planes a nivel individual sin ser anunciados que extorsionan la vida de pareja que se venía llevando.

Centrarse más en su círculo de amistades, nuevas amistades o grupos de trabajo, percibiendo que entre estas personas hay un componente con el que la pareja está centrando su atención y pasando más tiempo, siendo algo diferente y más especial.

Estos son algunos de los signos orientativos de que algo puede estar pasando con nuestra pareja, pero tengamos presente que aunque se den, no significa de forma firme que nos estén siendo infieles a nivel emocional. No olvidemos, que una relación de pareja siempre dependerá de los valores y fundamentos en los que se hayan sustentado, y lo que para unas parejas puede ser indicador de que algo está fallando, para otras es un rol normal de pareja.

Recuerda, una pareja de éxito y con una relación saludable se ha de sustentar en una clara y buena comunicación, el respeto, la empatía, el entendimiento y el amor sin perder la identidad individual que hace que se enriquezca el mundo creado en común. Todo ello contribuye a ser el mejor caldo de cultivo para prevenir e identificar cualquier tipo de flaqueza en la pareja y poder subsanar la posible herida emocional.