Y ahora resulta que el succionador de clítoris «no es bueno para el cuerpo»

«Si conseguimos un orgasmo muy rápido, al final no es bueno para el cuerpo, por eso justo el Satisfyer no es lo que nosotros recomendamos», advierte esta profesional de la salud que también ha afirmado que «el orgasmo está en la cabeza».

Pérez Castro es especialista en aplicar la fisioterapia para mejorar el rendimiento sexual y ha participado en el curso 'Avances en la prevención y tratamiento de las disfunciones del suelo pélvico' que dirige Érika Riesgo, del Hospital Sierrallana. La profesional del Dobra ha indicado que es importante saber dónde está la «deficiencia en el ciclo sexual, si el problema está en el deseo, en la excitación, en la meseta, en el orgasmo o en la resolución», como si el hecho de utilizar el aparato en cuestión supusiera tener un trastorno sexual.

Para tranquilizar a los oyentes, Pérez Castro recordó que estos trastornos afectan también a los hombres «con eyaculación precoz o disfunción eréctil como principales problemas», y a las mujeres «por la bajada de los estrógenos durante la menopausia». La profesional apuesta por encontrar dónde está problema antes de recurrir a un juguete erótico y si está en el suelo pélvico indica que «se puede rehabilitar».

Para Pérez Castro es importante detectar cuál es el «trastorno sexual» o si existe una «merma del deseo». En estos casos, la aplicación de la fisioterapia en los trastornos sexuales -llamada 'fisiosexología'- pasa por «buscar estímulos visuales y táctiles, utilizando herramientas para recuperar sensaciones, o jugando con la estimulación con aceites« y en buscar «posturas que aumentan el placer, dependiendo cómo esté el suelo pélvico». Y es en ese punto cuando sabe que muchas mujeres recurren al popular succionador de clítoris, algo que la 'fisio' desaconseja porque «no es bueno para el cuerpo».

Pese a que Pérez Castro ha hecho estas declaraciones lo cierto es que los succionadores de clítoris han cambiado la vida a muchas mujeres. Tanto que los hombres no se iban a quedar mirando. Ellos también querían su simulador de sexo oral, y Satisfyer escuchó sus plegarias lanzando el Satisfyer Men Heat Vibration. En declaraciones a este periódico, el sexólogo Aritz Resines afirmó que éste «el femenino fue un aparato revolucionario pero que el masculino no iba a tener el mismo éxito» por tres prácticas razones: la primera, porque «siempre se han apañado bien»; la segunda, porque entienden que si lo utilizan es porque «les falla algo» y la tercera, porque pensarán que es el «enemigo».