El valor de la comunicación con uno mismo

Hoy te quiero dejar una reflexión para el más profundo de tus pensamientos, el ser humano tiene el don de la palabra, de poder expresar y transmitir, a través de los sonidos transformados en sentido, todo aquello que experimenta en el camino de la vida. Gracias al don del lenguaje nos comunicamos con los demás y en especial con nosotros mismos, y es tan importante escuchar cómo nos hablamos, que si lo hiciéramos con mayor atención podríamos conseguir cambios maravillosos empezando por nuestras propias vidas.

A través de las palabras puedo convertirme en mi mayor amigo, mi mejor aliado, motivador y creador o mi peor enemigo, cuidar cada palabra con detalle, calidez y respeto puede ser un antídoto ante los momentos difíciles en la senda de la vida, recuerda siempre que tú tienes la última palabra en tu interior…

«El sonido de las palabras en nuestra alma»:

Ese sonido de las palabras profundas que se aloja en nuestra memoria y que con el tiempo vuelven a nosotros hablándonos en los momentos de soledad, debilidad y flaqueza o en los momentos de alegría e ilusión desde el interior de nuestro más profundo ser, el alma. Puede ser el sonido de las palabras de un amigo, de un psicólogo, de un profesor, de un viajero, de un anciano, en definitiva, de un ser humano que un día te escuchó y luego te regaló sus palabras desde el más sincero amor. O puede ser el sonido de las palabras que llegan a nuestra mente desde un libro y nos transforman de manera prodigiosa y nos envuelven cuando centramos nuestra atención en sus mensajes. Que capacidad más grandiosa la que la naturaleza nos ha brindado a los seres humanos, la capacidad de escuchar el sentido profundo de las palabras.

Piensa detenidamente en este mismo instante: ¿Cómo te comunicas contigo mismo? ¿No es desde las palabras con las que se expresa tu pensamiento?

Gracias a las palabras podemos decirle al ser amado «te amo», podemos decirle a un amigo «estoy aquí, te escucho», podemos expresar cada uno de nuestros dolores, alegrías, y cada uno de los sentimientos que nos invaden y nos hacen sentirnos vivos.

Son esas palabras que cuando te encuentras en silencio retumban en tu interior ayudándote a reflexionar, a tomar decisiones, a sacar una sonrisa de tu interior, una lágrima, un suspiro o un grito de «sí, puedo».

Valora cada uno de esos sonidos que resuenan con su dulce melodía en tu alma, porque siempre nos dicen algo.

Recuerda: «Cuida con detalle cada una de las palabras que vas a regalar a alguien, nunca olvides que de ti depende que su sonido sea una grata sinfonía en su interior». «Sólo tenemos que aprender a escuchar atentamente el significado de su música».