La boda cántabra de Fernando Alvear y Belén López de Carrascosa en Jerez

La boda de la joven pareja Fernando Alvear Vargas-Zúñiga y Belén López de Carrascosa de la Calle ha tenido un acento cántabro pese a haberse celebrado a mil kilómetros de distancia de nuestra región, en Jerez de la Frontera. La razón es lógica y más que comprensible si se tiene en cuenta que Fernando es nieto de la reputada hostelera santanderina, fallecida en 2022, María Rosa Fernández Pacheco de Alvear, fundadora de la Hostería de Cantañeda, en la actualidad 'Finca de San Juan', en la localidad de Castañeda. Y ha sido precisamente el catering de este emblemático establecimiento el encargado de poner esa nota regional en la posterior recepción y fiesta nupcial a los más de 300 invitados, entre ellos destacadas personalidades de la sociedad y la aristocracia, como los Duques de Algeciras.

El chef José Ángel García Cuadrado 'Chili' fue el encargado de servir este importante evento, trasladándose junto a su equipo hasta Jeréz con unos productos de la tierra, para dejar lo mejor de Cantabria en Andalucía. «No podía decir que no a este reto, por lo que significa en lo personal la familia Alvear para mí. María Rosa, la abuela de Fernando fue una mujer irrepetible, emprendedora y bellísima persona», ha señalado 'Chili'.

'Finca de San Juan' presentó, para este lejano pero especial banquete nupcial, una amplísima selección de productos de nuestra tierra, destacando por supuesto las anchoas y las rabas, que monopolizaron el aperitivo en la recepción. También los novios y sus invitados disfrutaron de, entre otros platos y entrantes, una crema lebaniega, solomillo al horno con patata y cebollita, un arroz caldoso con bogavante, medallones de merluza rebozada, muslitos de codorniz, una tosta de foie caramelizada, croquetas de jamón y boletus, gildas -«unas mil», dice Chili-... Todo un festín para difundir en el sur las excelencias de nuestra gastronomía. El banquete se celebró en la Finca 'Salto al cielo', tras la ceremonia oficiada en la Iglesia San Marcos, el 24 de febrero. «Ha sido un evento magnífico», dice el chef, «toda una experiencia agotadora, pero que nos ha dejado una sensación muy buena. No hemos recibido más que felicitaciones».

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