Descubre cómo serán las bodas cántabras del 2020

El 'front row' estuvo presidido por la consejera de vicepresidencia del Gobierno de Cantabria, Paula Fernández, y la alcaldesa de Santander, Gema Igual, entre otras muchas autoridades y buenos amigos de ambas empresas organizadoras. El silencio apenas se rompía con los flashes de los fotógrafos profesionales o de los 'influencers' cántabros que acudían a la cita como Laura González Quintana, Adrián Oslé, Natalia San José o las asesoras de moda Gema de Luelmo y Rosa Melgar. Todos los asistentes, más de 300 en total, celebró la elección cálida del salón, con aires de los 'shows' de moda parisinos.

La emoción del momento nupcial empezó, como en la vida real, con ellos primero esperando a las novias. Y es que los chicos también tuvieron su momento con trajes que sentaban como un guante a los tres modelos que fueron 'novios' por un día, Francisco Ruiz, José Prieto y Pedro Collantes, que debutaba en la pasarela. Mostraron colecciones italianas como Altarocca, Maestrami o Antonaga. Con versiones más clásicas y otras con ilusión de color, rayas, incluso detalles más de fantasía.

Las novias, perfectas con los peinados de Montserrat Núñez y el maquillaje que firmó María Natal, salían después para emocionar con diseños de lo más variados. Desde líneas depuradas a otras con juegos de volúmenes, siluetas muy románticas con la garantía de firmas como Aire Barcelona, Jesús Peiró, Sanpatrick, Yolancris o Manu García. De hecho, el propio equipo de costura y sastrería daba las últimas puntadas en 'backstage', viviendo con emoción este momento de puesta de largo. Nadie como las modelos Yolanda Cano, Clara Villegas, Vanessa Martínez, Paola Toribio, Marta Herrero, Patricia González y la propia María Natal para defender con tanta clase un momento tan mágico con esos vestidos joya.

No queda nada para 2020 y muchas parejas ya tienen su fecha de boda, seguro que ahora también ideas claras para vestir con tendencias y el mejor asesoramiento un día irrepetible. Como el que se vivía en el Hotel Real, pues esa sensación de que todo salió perfecto invadía a las organizadoras y a los propios asistentes. Quizá alguien llevó huevos a Santa Clara y surtió efecto. ¡Vivan los futuros novios! ¡Viva la moda nupcial!