Inspiración: el ayer y hoy de una boda única
BODAS DMODA ·
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BODAS DMODA ·
Durante la última década el sector nupcial ha vivido una auténtica revolución y ahora las parejas pueden personalizar al máximo cada detalleEl mundo de la moda evoluciona constantemente y no creo que haya otro sector más marcado por las tendencias. Estamos más que acostumbrados a ver cómo ha evolucionado por décadas, a vislumbrar qué se llevaba y no en los diferentes momentos de la historia. El ... mundo nupcial no deja de ser también protagonista de tendencias, a fin de cuentas, ¿qué mejor lugar para descubrir qué está de moda?
Una boda es un gran desfile de propuestas, desde la novia a la invitada, desde la decoración hasta la música. El lugar ideal para ver si una pareja es 'it' o se ha quedado anclada en el pasado. Ahora, siempre lo que prima son los gustos de cada uno. Aunque, como comenzaba, cada década de los últimos cien años ha habido cambios bien relevantes en la moda nupcial –siempre más en las novias que en ellos– los últimos diez años son, desde luego, una constante evolución. También es verdad que el propio sector de las bodas ha cambiado radicalmente desde 2011.
Yo misma soy testigo en primera persona de ello. ¿Quién me iba a decir a mí aquel 8 de abril hace diez años que mi boda hoy sería otra historia? Si soy sincera, mi sería muy diferente, pero mi vestido sería el mismo. ¿Por qué? Pues porque me sentí fenomenal con él, no me pesó nada, me sirvió para llegar al altar, para decir que 'sí, quería' y para bailar sin parar. Me vi preciosa y todos lo sintieron igual. Y porque quizá, también, elegí un modelo bastante atemporal y muy relacionado con mi forma de ser. Podéis ver cómo iba en la foto de la derecha.
Encontrarlo no fue complicado. Tras visitar en Madrid a alguno de los más grandes como Lorenzo Caprile o Navascués, me decanté por unos diseñadores de Asturias: Josechu Santana y María Argüelles. Fue ver el diseño y saber que era para mí. Probármelo sólo fue un trámite para constatar lo que mi corazón sintió. Se trataba de un vestido compuesto por dos: el que iba en la parte de abajo y creaba todo el cuerpo, y luego otro que iba encima confeccionado en bordado 'Richelieu', que le daba un toque romántico sin llegar a la cursilería (vamos, un poco como yo misma). Le añadimos un lazo de zapatero en la cintura que le dio ese toque mío y unas mangas tres cuartos porque claro, en abril y en Santander podía llover. ¡Cosa que no pasó, tuvimos 30 grados y un sol precioso!
Ahora es mucho más normal encontrar complementos para tu boda, sobre todo en colores vivos y no tan convencionales. Mis zapatos fueron acordes al vestido, preciosos, pero blancos. Haber elegido unos de color rojo, por ejemplo, habría sido un despropósito en aquel momento. Sin embargo, hoy en todas las bodas vemos mil combinaciones: novias con zapatos de colores que llevan a juego con las flores, con el tocado…
Y, hablando de estos, ¿no es maravilloso ver cómo lucen los peinados de las novias de hoy en día? La creatividad se ha hecho un hueco enorme y la vergüenza ha desaparecido. Si por mi hubiera sido, un gran tocado habría adornado mi pelo ese día. Hoy las flores, sobre todo, son protagonistas, lucen en forma de sombreros, tocados, diademas… ¡Y sientan fenomenal!
Como os contaba al principio, la historia nos diferencia muy bien la moda (la nupcial también), por décadas. Sin embargo, desde 2000 y, sobre todo, en los últimos diez años, es complicado identificar una moda con un año concreto. Si algo es común a esta década es que la moda es cíclica. Y, ahora mismo ha vuelto toda de golpe mezclando tendencias de los 80, de los 90, e incluso, en ocasiones, retomamos modas más 'vintage'. El mundo de las bodas ha sacado esto a relucir: no prima la moda, sino la personalidad de quién elige el vestido.
Por eso, como podéis ver en las imágenes de esta revista, no sorprende ver a novias con looks tipo princesa o más clásicos. Sobrias y con maquillajes más cálidos. Más inocentes, si me permitís el atrevimiento. O ver a novias rockeras, que incluso se atrevan a añadir elementos como chupas de cuero a sus 'outfits' nupciales. Por supuesto, el vestido ya no siempre es tal, a veces es un traje pantalón con una camisa de seda… ¡Las opciones son infinitas! Y eso es lo bonito de nuestra época. Estamos preciosas siempre y cuando seamos fieles a nosotras mismas.
En resumidas cuentas, si algo nos ha dado esta época en la que vivimos es que lo importante no son las modas nupciales sino elegir el vestido que realmente hable de ti, que no te disfrace y te haga sentir fenomenal. Ese vestido que, aunque pasen los años, te volverías a poner sin lugar a dudas.
Os espero en mis cuentas de Instagram, la que lleno de palabras y momentos (@adrianadelvalyruiz) y la que decido a mi trabajo en el Marketing Digital (@tengosincio).
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