Tania y Lola, dos princesas cántabras sin clichés

El padre de Tania fue el padrino y la madre de Lola, la madrina. Les casó el concejal Mateo Echevarría, del que tienen un buen recuerdo, «fue muy majo y nos hacía gracia que fuera del PP» porque en aquella época todavía se oía el eco de las polémicas perlas «que hagan lo que quieran, pero que no lo llamen matrimonio» o la suma de manzanas y las peras que se marcó Ana Botella. Tania y Lola estaban por encima de todo eso, se casaron y viven como quieren vivir.

Entraron en el Palacio mientras sonaba el 'Canon de Pachelbel' y la banda sonora del día se completó con los mejores temas de la película de 'Tadeo Jones' y 'Pan y mantequilla', el éxito de Efecto Pasillo de aquel 2013.

Anécdotas de aquel día guardan decenas pero se ríen recordando que por la noche soltaron unos farolillos de luz, de esos que se pierden en el cielo, y se personó la Policía Local porque habían recibido llamadas de gente que había visto ovnis.

Se conocieron poco más de un año antes de la boda, cuando su amigo en común Jotxi las presentó. Tania es enfermera de Valdecilla y Lola entonces era vigilante de seguridad y ahora es administrativo. Su amor fue de película, y eso que las dos salían de relaciones largas y no pensaban en tener nada serio. Pero muy pronto se dieron cuenta de que estaban destinadas a encontrarse.

Fruto de esta unión han nacido Aleix (ahora tiene siete años) y Lía (4), que están encantados de tener dos mamás. También tienen dos perros, un pitbull que se llama Leo y un chiguagua que responde por Martes. Esta gran familia viaja en autocaravana por todas partes y exprimen la vida al máximo. Sin clichés, con libertad, con amor.