El accesorio más rocambolesco para el coche
LA FOTO QUE ME HIZO RECORDAR QUE… ·
En los años sesenta la empresa alemana Hertella fabricó una pequeña máquina de café para incluirla en el interior de los vehículosSecciones
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LA FOTO QUE ME HIZO RECORDAR QUE… ·
En los años sesenta la empresa alemana Hertella fabricó una pequeña máquina de café para incluirla en el interior de los vehículosVivimos en tiempos donde si compramos un coche, podemos en profundidad, personalizar su interior; pantallas digitales, luces de colores que cambian en función de nuestras preferencias, acabados, tapicerías y, un largo etcétera. Miles de combinaciones para que nuestro auto sea lo más agradable y encaje con nuestra personalidad.
Hace años cuando el gran 'boom' tecnológico, incluso los modelos más sofisticados, disponían de teléfono en su interior. Con la evolución y el paso de los años, el teléfono como forma física ha desaparecido y esa tecnología ya va acoplada a cualquier modelo. Lo que mucha gente no sabe es que una de las grandes pasiones de la gente y, sobre todo, en los países nórdicos, hablo del café, también podía llevarse en el coche.
La compañía alemana Volkswagen en modelos míticos como fue el Escarabajo (Beetle) del año 1959. Seguro que te parece una extravagancia, pero en ese año era toda una revolución.
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La empresa alemana Hertella fabricó una pequeña máquina de café para incluirla en el interior de los coches, diseñada principalmente para los entonces nuevos Volkswagen. Construida en acero inoxidable era muy fácil de usar. Se colocaba en el salpicadero, tan solo había que llenarla de agua, agregar el café molido en su zona y arrancar el motor del vehículo, con apenas 12 voltios de potencia y unos 10 minutos de elaboración, el café estaba listo.
Además, incluía un juego de tazas de porcelana que se adherían por imán a la base para que no se volcasen. Eso sí, muchos decían que el sabor del café era horrible. Lo cierto es que el invento no prosperó en el tiempo, pese a también poder usarse para elaborar té.
El conocido personaje literario Sherlock Holmes dice en sus novelas «No hay nada como una taza de café para estimular las células del cerebro», pero seguro que no mientras conduces debieron de pensar los conductores del 59.
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