Alejandro Albalá, en el ecuador de 'Supervivientes', se vuelve a librar de las nominaciones

Las fuerzas en 'Supervivientes' están al límite. Así se demostró en una nueva gala, con Jorge Javier Vázquez como maestro de ceremonias. Desde Cantabria DModa no perdemos detalle de la evolución del santanderino Alejandro Albalá, que fue elegido entre los mejores patrones por el grupo de 'lacayos'. Junto a Omar Sánchez y Melyssa Pinto fueron a buscar una recompensa del Pirata Morgan y optaron por un desayuno para compartir con el grupo. Esta semana no tuvo suerte en la prueba de recompensa, llamada 'El hacha de los dioses', un soga-tira que disputó con Agustín Bravo. Aunque lo intentó, el icónico presentador hizo más fuerza. Nos preocupó ver cómo después del juego el joven se sentía algo dolorido.

En un nuevo capítulo contra sus 'enemigos', desde plató Jorge Javier Vázquez quiso indagar por posibles cambios. O todo lo contrario. «¿Alejandro lo tuyo con Tom no tiene arreglo, no?», preguntó. «Somos como una noria, un día nos llevamos bien, otro mal…», respondió el cántabro. Amplió su argumento haciendo alusión a un momento en el que el marroquí le llamó «tonto, ya era la segunda vez que en una discusión que me faltaba al respeto», aclaró. Es más, sentenció el tema «cuando se demostró que yo tenía la razón», comentó. «¿Va de sobrado?», insistía el comunicador. «Cuando se pone esa camisa, parece Bruce Willis», bromeaba Albalá. La otra parte contratante, aseguraba que «Alejandro no sabe cocinar, está siguiendo mis trucos de cocina». Algo que negó, «aquí tenemos un chef –en alusión a Carlos Alba– y yo me he fijado en lo que hace y lo que no», sentenció. Eso sí, quiso dejar claro ante la audiencia que «tú puedes tener una pelea por el arroz o lo que sea, pero faltar al respeto, nunca».

Otro episodio tenso y sin resolver tuvo a la leña que no siempre arde como protagonista. En imágenes se veía cómo el santanderino se quejaba de haber pasado «toda la noche sin dormir a cuenta del fuego». Y es que Valeria Marina tuvo una conversación con Olga Moreno en la que parecía cuestionar el papel del propio Albalá y Lara Sajén en la misión de mantener la llama. En la 'palapa' confirmó que sí lo hicieron, pero él no acabó de entender muy bien qué había pasado. Como siempre, espectacular prueba de líder, con la apnea. Olga, Tom y Melyssa fueron los aspirantes, pero él ganó por primera vez.

Después de las salvaciones previas, Agustín Bravo fue el concursante expulsado y enviado al destierro. Allí se encontró con Palito Dominguín y Lola Mencía, pero hasta el lunes en el programa 'Conexión Honduras', con Jordi González, no se conocerá la expulsión definitiva. El resto tuvo que nominar para exponer cuatro nombres, Sylvia Pantoja y Lara Sajén, nominadas directamente como lacayas. A ellas se sumaría alguien votado por el grupo y la persona que señalara el líder, Brusse de todos los 'realities'. Valeria nominó a Alejandro, en su opinión está «débil». Él devolvió el golpe, «ya no por el comentario, no sé lo que habrá pasado», dijo. Quien también escribió el nombre de Albalá en el pergamino fue Gianmarco Onestini. En resumen, la italiana fue la nominada por el grupo y su compatriota quien decidió Tom. «Desde el principio no me gusta su actitud conmigo. El primer día me dijo que no sabía lo que había hecho en la 'tele', pero me hacía comentarios constantemente», aseguró. Como buena noticia final, las 'lacayas' pudieron abandonar su corralito, ese que tanta angustia creó en la Pantoja no oficial, al contar con el 88% de los votos del público.

Hacía semanas que Paz Guerra no acudía a las instalaciones de Mediaset y celebró verse bajo los focos. «Me encantó llegar a plató para reunirme con toda la gente que está defendiendo a sus familiares. Es un grupo estupendo, de verdad, nos lo pasamos muy bien», comenta. De la gala, cree que los concursantes están atravesando «un momento en el que están todos muy agotados. Se les ve ya un poco débiles, pero estamos en el ecuador… Era normal ver ese bajón de fuerzas. Están muy delgados, pero es algo momentáneo y la semana que viene estarán más fuertes», confía. La podóloga santanderina siente «mucha pena al ver que todos los chicos de la isla se llevan muy mal». Eso sí, señala como «gallitos de corral» a Tom y Gianmarco. Según sus palabras, «el marroquí es una persona que se mete con Alejandro sin ton ni son, pero me preocupa el italiano. Me parece mentiroso, falso y traicionero. No me gusta nada, mucha sonrisa, pero detrás te da la puñalada trapera».

Sobre su hijo siente que está «extremadamente delgado, un poquito bajo, pero con ganas de seguir». Hasta donde ella observa y por los comentarios que recibe diría que está «bien posicionado. Tiene un 'fandom', como dicen ahora, bastante fuerte y que le están llevando siempre arriba. Le vi la mirada cansada, pero creo que la semana que viene irá a más». Ella misma agradece los apoyos, «si estoy aquí y sigo con ganas es gracias es por los fans, que me llaman, me paran por la calle y eso me hace seguir. Sinceramente, como madre lo estoy pasando mal, pero hay que luchar… ¡Arriba Cantabria y arriba mi hijo!», concluye.