Lo que aprendí de ellas

Todo comenzó en Colindres, donde conocí a Violeta Ibáñez. Ella me transmitió cómo la creatividad te puede llevar lejos (siempre con trabajo duro, claro). Y me recordó lo importante que es darles rienda suelta a los sueños. Siempre recordaré con cariño ese momento, pues fue el primero y el que me permitió volver a las letras y renacer como escritora. El Aire Retro que respira Violeta es fabuloso e inspirador.

Como muchos sabéis, me muevo entre gente jovencita, mucha de ella emprendedora e ilusionante. Eso vi en la mirada de Laura Sainz de Aja. Diseñadora de trajes de novia, entre otras telas, con historia y alma. Ella me recordó, desde luego, lo importante que es crear con convicción, con pasión. Así, cada paso de lo que uno hace se vuelve más profundo y perdura… ¡Entra a formar parte de la vida que se recuerda!

De Paula de Vicente, a la que tras la entrevista conocí mucho más, he de decir que es toda una luchadora. De ella llevo conmigo toda una experiencia de vida. Saber hacer frente, reinventarse y ser conocedora de la moda como pocas personas. ¿Qué hay que evolucionar y estar en redes? Ella es la primera en estar ahí… ¿Qué hay que hacer vídeos de una manera u otra…? Ella es la que primero lo prueba.

Si en algo he tenido suerte, durante estos años en 'Sobre la vida y la moda', ha sido en entrevistar también a personas que ya conocía. Charlar largo y tendido sobre sus vidas y sus pasiones, me ha hecho conocerlos mejor, profundizar en cosas que daba por supuestas y no eran como una imaginaba. Me pasó con Sylvia de Miguel, directiva, empresaria, amante de la vida y compañera de miles de saraos (Yo, cada vez que tengo un evento ya, ni la llamo. Sé que la voy a ver y voy a disfrutar a su lado). ¡Qué mujer más fuerte, más interesante y más 'lianta' (en el buen sentido de la palabra)!

También me ocurrió con Okland, David González y May Corral son mis fotógrafos de cabecera. (¿Qué haría sin ellos en muchas ocasiones?). Son incansables, artistas, visionarios. A través de sus lentes lo dicen todo. Me hicieron emocionarme mil veces, me permitieron sentir que hay una versión más bonita de mí. ¿Acaso eso no es divino?

Por supuesto, mi sección en Cantabria DModa también me ha regalado conocer en persona a mujeres que ya admiraba. Laura Corsini, creadora de Bimani13, fue una de ellas. Su amor por Cantabria, su relación con la 'tierruca', y más en concreto con mi lugar preferido: Comillas; me hizo ver el amor por nuestros campos y nuestro mar a través de otros ojos. También compartí un maravilloso café con Teresa Monteoliva, quien me transmitió su pasión por nuestra gastronomía y los animales. (Ahí me tocó el corazón totalmente). Otro ejemplo de superación, de lucha, y más visto desde la perspectiva del tiempo: los hosteleros han sido los que más han sufrido los últimos dos años… y Teresa me ha demostrado cómo el tesón, el trabajo duro… siempre traen buenos resultados.

En la mitad de mi andadura mi vida cambió bastante. Pasé a luchar 100% por mis proyectos y ahí conocí a Eva Fernández Cobo, presidenta de ADMEC. ¡Qué mujer más valiente! Estar al frente de más de 200 mujeres, y luchar junto a ellas, dice maravillas de ella. Pero os puedo confirmar que, además de todo, es una gran amiga de sus amigos y siempre está ahí. De ella, aprendí a ser también un poco 'pasiega'. (A buen entendedor… jajaja).

Tenía una tarea pendiente con nombre propio, que costó concretar, pero que disfruté al máximo. Fue mi café con Susi Mazo. De verdad puedo deciros, que no sé si habrá mujer tan bella siempre. Tan perfecta, tan correctamente bien vestida. ¡Divina donde las haya!

Con todas mis entrevistas he llegado a una conclusión: para todo proyecto hace falta un poco de locura y de genio. Sin eso, no nos atreveríamos a dar el salto al vacío que muchas de ellas protagonizado. Ruth Lavín no estaría luchando con su 'Amelia en Marte' y sus joya; Flora González no estaría luchando por sus sueños periodísticos y llegando tan alto como está haciendo. (¡Olé tu belleza del sur!); Isabel 'Orujito' no se habría liado la manta a la cabeza de su madre para seguir con su emprendimiento allá en las montañas de Potes. (¡Qué maravilla esas madres que crean semillas que crecen en el interior de sus hijos…!).

O, por ejemplo, Gloria Rueda no habría llevado su pasión por el baile al corazón de tantas niñas que ahora disfrutan al ponerse sus puntas. Locura imparable la de Marina Gómez Gómara y sus colores africanos. Eso es pasión y lo demás, tonterías. ¡Cuántos deberíamos tener un poco más de su energía en el cuerpo! Sandra Rodríguez, con sus libros para los más peques, hace que esa locura comience desde bien pequeños, también las chicas Pardo ayudan a eso, con su tesón y herencia familiar, desde Suances para el mundo.

Un toque de locura y mucha magia. Magia literal, como la que demuestra en todos sus espectáculos Lucía Rivera (sin olvidarme de su pareja, claro, Raúl Alegría), y en la que a pesar de los años deberíamos seguir creyendo. Otra magia, ante la cámara, como la de Arancha Bello, y poética, como la de la joven Carolina Calleja. Sin olvidar los colores vibrantes de mi niña Ona Saumell. También esa locura y esa magia, la crea Paula Fernández, desde su 'AmorDesmadre' a todas las mamis del mundo… y bueno, otro tipo de magia, el de la solidaridad, es el que Juliana Casillas me transmitió…

Desde luego, aunque ellas son las protagonistas de mis columnas, ellos no se han quedado atrás. Con Gabriel Suárez me acerqué un poco más al embrujo de las joyas, de las de toda la vida, de esas que pasan de madres a nietas… una dulzura. De Mario Setién adopté su ojo crítico tras una cámara, en el fabuloso chef Carlos Arias vi las llamas de sus fogones en sus ojos, y descubrí que eso es la pasión y con Pablo Burgos volé a través de su amor por el arte. ¿Qué más se puede pedir?

¿Qué aprendí, para resumir, de todas ellas? Que a la vida hay que echarle ganas, pasión, locura y magia. Que al mirarte al espejo, cada día, estés increíblemente nerviosa porque un día nuevo se pone delante de ti y vas a afrontarlo con todas tus fuerzas. ¡Gracias a todas y cada una de vosotras por dedicarme un rato de vuestra vida!

Este curso, más y mejor. Adelanto que, sobre todo, seguiré aprendiendo.

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