Aquellas noches de Reyes
LO QUE EL TIEMPO SE LLEVÓ ·
En el pasado Melchor, Gaspar y Baltasar atravesaban por una severa crisis económica y no había tanto despliegue de regalosSecciones
Servicios
Destacamos
LO QUE EL TIEMPO SE LLEVÓ ·
En el pasado Melchor, Gaspar y Baltasar atravesaban por una severa crisis económica y no había tanto despliegue de regalosPorque vienen los Reyes, la de hoy es la noche más mágica del año. Decir que vienen los Reyes significa decir mucho: nervios, emoción, enormes ganas de que llegue la hora de meterse en la cama para dormir, enormes dificultades para conciliar el sueño, etc. ... O sea, lo que todos sabemos por propia experiencia.
¿Nos traerán lo que les hemos pedido en la carta o sólo parte? Cualquier resultado es posible, pues en ocasiones les resulta imposible complacer al cien por cien las solicitudes. Pero estoy seguro de que, como siempre, Melchor, Gaspar y Baltasar harán cuanto esté a su alcance para agradar a niños y mayores...
Las noches de Reyes y la mañana siguiente están enlazadas por la inquietud y la expresión «¡Mira!», que sale de las bocas, especialmente del personal menudo, en cuanto se constata un deseo convertido en realidad. La única diferencia de las actuales respecto a las de otros tiempos es que en las de hoy se suele ver cumplido un elevado porcentaje de las peticiones reflejadas en la carta, y en las de antaño… no. ¿Razón? Los Reyes atravesaban por una severa crisis económica. Pero daba igual: con lo que pudieran regalarnos, quedábamos satisfechos todos. Por eso recordamos con infinito cariño nuestros juguetes. Los niños, los coches, etc. Las niñas, las muñecas, etc. Y para la familia, los famosos «Juegos Reunidos» Geyper.
¡Qué gozada era dejar brillantes los zapatos, el agua para los camellos y un poco de turrón para Sus Majestades! Y qué instante tan maravilloso era salir de la cama a primera hora de la mañana para ir al salón. La Felicidad (así, con intencionada mayúscula) consistía en desenvolver los paquetes. Maravillosa noche de Reyes, noche de ilusión. Ayer y hoy, emocionante y entrañable. De huella eterna en la memoria sentimental.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.