¿Son buenos los subprobuctos en la alimentación de nuestra mascota?

El organismo competente para regular qué ingredientes pueden ser utilizados en la elaboración de piensos para consumo animal es el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Ellos definen de la siguiente manera a los subproductos.

SUBPRODUCTOS: Son aquellos materiales que se generan en la producción primaria ganadera y en las industrias de transformación de los alimentos de origen animal y que, por motivos comerciales o sanitarios, no entran dentro de la cadena alimentaria. De cualquier modo, deben ser gestionados adecuadamente. Solo pueden usarse los derivados de animales sanos, sacrificados en un matadero y que hayan superado la inspección sanitaria.

Los materiales utilizados en los piensos de animales de compañía y accesorios masticables son los del denominados grupo3. De la industria ganadera serían aprovechables canales de animales sacrificados, plumas, picos, huesos, tejido adiposo, piel o cuernos. De la industria pesquera: vísceras y espinas.

En otras industrias agroalimentarias y en otros sectores de distribución y alimentación, también se generan subproductos como, por ejemplo, los productos lácteos y alimentos que eran aptos para consumo humano, pero dejan de comercializarse por diversos motivos, como pueden ser defectos de envasado o por pasar las fechas de consumo preferente.

El siguiente enlace del Ministerio os lleva a la guía de los Subproductos de origen animal (SANDACH) para ampliar información. A pesar de no ser aptos para la alimentación humana, los subproductos pueden ser utilizados para elaborar productos alimenticios para animales de explotación y de compañía. Sin embargo, no parece que la harina de hueso o la harina de plumas de ave sea un alimento adecuado para ninguno de ellos. Y es así, según la Fundación Española para el Desarrollo de la Nutrición Animal, los subproductos procedentes de la industria cárnica «son una fuente de proteína poco digestible y desequilibrada en aminoácidos».

¿Por qué se utilizan entonces? La respuesta puede estar en su bajo coste. En este caso, calidad y precio van cogidos de la mano. La inversión es mucho mayor si en la composición del pienso se utiliza carne fresca, deshidratada o hidrolizada. Mucho más barato es, incluir un subproducto del animal que, en realidad, son las patas, pico o plumas. Es importante leer con atención la composición del pienso en su totalidad, porque se comercializan alimentos para mascotas a un elevado precio, siendo un producto de escasa calidad.

La proteína es vital para nuestras mascotas. Si bien el pico de una gallina, por ejemplo, contiene proteínas, éstas tienen un valor biológico escaso para el perro o gato que las consume. Los subproductos de relleno son de bajo valor biológico, ya que contienen proteínas de baja calidad. Resultan muy poco digestibles y el organismo no es capaz ni de aprovecharlas, ni retenerlas. Es probable que originen carencias nutricionales que pueden dar lugar al desarrollo de enfermedades a medio y largo plazo. Por eso, es fundamental prestar mucha atención y huir en la medida de lo posible de los subproductos en la alimentación de nuestro amigo de cuatro patas.

Todo conocimiento es poco para mejorar la calidad del alimento de nuestra mascota. Y tú, ¿tienes alguna historia que contarnos? Recuerda que puedes ponerte en contacto con nosotros a través de la dirección de correo electrónico dmascotas@cantabriadmoda.com.

Nos leemos el próximo sábado con más información sobre nuestros amigos de cuatro patas.

Hasta entonces, ¡feliz fin de semana!