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Uno de los momentos más divertidos del programa fue la merienda de Calleja con Mellucos, Finuca y Nieves.

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Uno de los momentos más divertidos del programa fue la merienda de Calleja con Mellucos, Finuca y Nieves. Cuatro
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Calleja lleva al 'prime time' la subida al puerto de Sejos

Cantabria en TV ·

Medio millón de espectadores conocieron en 'Volando voy' esta tradición cántabra y las historias de varios vecinos del Valle de Cabuérniga

Leticia Mena

Santander

Martes, 19 de septiembre 2023

Calleja ha vuelto a poner a Cantabria, literalmente, por las nubes. El pasado mes de junio, el equipo de 'Volando Voy' grabó en el Valle de Cabuérniga el programa que se emitió el lunes por la noche en el 'prime time' de Cuatro. 544.000 espectadores se sentaron delante del televisor para disfrutar del paisaje, los vecinos y las tradiciones de este rincón de la región y, este martes, el programa ha sido el tema de conversación de todos los vecinos a los que les gustó mucho ver a su tierra en televisión.

Alguno estaba un poco enfadado porque «con todo lo que grabaron hay muchas cosas que no han salido» y la alcaldesa, Rosa María Fernández, estaba «un poco decepcionada» porque de lo que menos se habló fue de la vida de los ganaderos y de la esencia de la tradición, y demasiado de temas particulares de los vecinos. Cosas de la televisión. Aún así la regidora reconocía que este martes no ha parado de recibir mensajes de cántabros de otras zonas de la región y de amigos de fuera alabando la belleza de su zona.

Junto al presentador y disfrutando del rodaje estuvo su 'hermana' Mercedes Milá, quien confesó ser una enamorada de Cantabria: «Nos dijo que si veníamos, no se lo perdía y aquí está». La periodista, como ella misma compartió en su día en las redes sociales, viajó en tren a Cantabria, y estuvo entre el público como una vecina más disfrutando de la tradición centenaria de la muda de Sejos.

Bajo la cubierta del colegio de Terán

El programa comenzó con todo el pueblo reunido bajo la cubierta del colegio Manuel Llano de Terán y allí, en una gran pantalla, fueron emitiendo lo que habían grabado en los días previos mientras Calleja conversaba con los protagonistas. Y no faltaron las lágrimas ni las risas. Mellucos, Finuca y Nieves fueron las primeras en cautivar a la audiencia, sobre todo la última, que se ganó la simpatía de Calleja al llegar a la merienda en bicicleta con su casco perfectamente ajustado. Las tres fueron ganaderas, están jubiladas y son viudas. «Nuestros tres maridos han fallecido y los tres a causa de un infarto». Calleja impactado empezó a bromear: «Esto es muy peligroso eh, estoy por irme». Finuca le tranquilizó: «No has firmado papeles de casamiento con nosotras así que no hay problema». El desparpajo de las tres provocaba las risas del público, sobre todo cuando el presentador preguntó a Nieves cómo era su marido y ella, sin dudar, respondió «muy feo».

Otro de los protagonistas de la noche fue José Manuel, un vecino al que la vida no se lo ha puesto nada fácil y aún así se pasa el día cantando. El trovador recordó que con nueve años perdió a su madre, después su padre volvió a casarse y con su madrastra «ya no era lo mismo. Madre no hay más que una». También narró los problemas de salud que tuvo su hija desde niña y cómo, tras intentar suicidarse con pastillas, quedó tetrapléjica.

José Manuel y Nieves fueron los elegidos para sobrevolar el valle y disfrutar de las impresionantes vistas de la comarca. Los dos disfrutaron mucho de la experiencia, sobre todo Nieves, que al ver la costa 'alucinó' con lo grande que era el mar, y de los nervios se agarró tan fuerte a la manivela de la puerta de la nave que la abrió en pleno vuelo.

Otra de las estrellas del programa fue Ciana, una vecina de más de 90 años a la que le encanta leer y que reconoció haber tenido una infancia muy dura. «Nunca tuve de nada y ahora que me voy a morir tengo de todo», decía enseñando a Calleja su biblioteca. La jubilada comentó también que nunca se había casado porque «porque aquí la que tenía vacas se casaba y yo nunca he tenido».

Quien también se llevó los aplausos de sus vecinos fue David, el lutier del valle. Tras buscarse la vida en Madrid trabajando en la construcción e ir tocando la gaita por la calle volvió al Valle de Cabuérniga y empezó a fabricar instrumentos. Con su ocarina es capaz de que las vacas le sigan como si fuera el flautista de Hamelín, y ha hecho gaitas para Carlos Núñez y Hevia, entre otros famosos. En el programa contó a Calleja que muchos instrumentos los ha construido con la madera de un roble milenario que tiró un temporal y «que son verdaderos stradivarius».

El programa terminó con unos doscientos vecinos de la zona acompañando al ganado hasta Sejos, una tradición que se repite desde hace cinco siglos. Allí les esperaba el popular cocinero Vicente Quintana con un gran cocido montañés para todos los asistentes, entre los que estaba Mercedes Milá. La banda sonora del día la pusieron Yoel Molina e Irene Atienza, del grupo 'CasaPalma', que ofrecieron un concierto en el que demostraron cómo suenan las canciones populares de la zona con base de música electrónica.

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