En el programa del pasado vienes, el cántabro y otros tres concursantes se colaron en la final que se emitirá esta noche a partir de las 21.00 horas. Su Ayuntamiento ha decidido instalar una pantalla gigante en el Centro Cívico de Meruelo e invitar a ver la final a todos los que quieran acompañar a Diego en una noche tan emocionante. A partir de las 20.30 horas abrirán sus puertas para que, de forma gratuita, asistan todos los cántabros que deseen compartir la experiencia de ver brillar a joven peluquero.
En la emisión del último programa, los concursantes se enfrentaron a una de las pruebas más emocionantes de la edición en la que, como primer reto, tuvieron que rendir homenaje a mujeres que padecen cáncer. La misión de los concursantes consistió en trabajar con pelucas para lograr un look perfecto. La actriz y modelo Marisa Jara, que ha sufrido esta enfermedad en dos ocasiones, visitó el plató para ofrecer su testimonio y ver cómo los concursantes se enfrentaban a la prueba. El cántabro tuvo que adaptar su peluca a una modelo de pelo oscuro que quería llevar una melena a la altura de la clavícula y un flequillo con corte mariposa. El programa aplaudió así la fortaleza y la lucha de todas aquellas personas que han pasado por un cáncer y se han visto obligadas a llevar peluca por los tratamientos oncológicos que derivan en la pérdida de cabello. El maestro Ferretti lo describió diciendo: «Hoy no peinamos pelucas, peinamos corazones». Una vez más, Diego Lainz sorprendió al jurado con su forma de trabajar.
El segundo reto de la noche era peinar a las supuestas clientas para uno de los días más especiales de su vida: su boda. Las modelos elegían a los concursantes, y no al revés como había ocurrido en otros programas. La que se decantó por el de San Miguel de Meruelo le pidió un moño bajo clásico y, otra vez, volvió a seducir a Beatriz Matallana y Rossano Ferretti por su técnica y elegancia.
Finalmente, Demi, la peluquera argentina que no convenció al jurado y fue expulsada. El cántabro llega por tanto a la final junto a Jonathan, de La Rioja; José María, de Badajoz; y Ángela, de Albacete.
Su participación en 'HairStyle, The Talent Show' no solo destaca su habilidad técnica en la peluquería, sino también su enfoque profesional y su dedicación para superar desafíos. Diego Lainz, que ha sido autodidacta en su carrera, ha dejado claro que no hay límites para sus aspiraciones, y su objetivo es convertirse en el mejor peluquero del país, compitiendo por el título y la oportunidad de abrir un exclusivo salón con un premio de 150.000 euros. Además, el ganador contará con el apoyo de las marcas colaboradoras del programa y recibirá un cheque adicional de 10.000 euros para invertir en su salón. También pasará a formar parte del equipo internacional de profesores del prestigioso máster de peluquería 'MDB Education'.
Diego Lainz estudió Primaria en el Apostolado, que es el colegio Sagrado Corazón de Jesús de Ceceñas; y, después, la ESO y Bachiller en el instituto de San Miguel de Meruelo. Reconoce que desde que tiene uso de razón ha tenido claro que lo que le hacía realmente feliz era embellecer a las mujeres y hacerlas felices, y eso, cuando era niño, le supuso algún que otro problema. «No han sido años fáciles. Sería un hipócrita si dijera que todo ha sido luz y color. En el colegio había gente que me trataba muy mal y yo no entendía por qué. A día de hoy no les guardo ningún rencor y lo importante para mí es que la gente que quiero se siente orgullosa de lo que estoy consiguiendo».
Autodidacta
Tras los estudios básicos, Lainz no se veía formándose en una academia al uso. «He sido completamente autodidacta y cuando terminé Bachillerato me hice autónomo y hasta hoy», dice mientras comprueba en su agenda cómo se presenta la semana y sabiendo que tiene por delante trabajos en Madrid, Barcelona y Londres con su marca personal 'Rubias by Diego Lainz' como bandera. «No tengo límites. Me gusta mucho mi trabajo y si me llaman para trabajar en Estados Unidos o en China, allá me iré. Tengo la cabeza muy abierta y las manos con muchas ganas de trabajar».
¿Sueños? Pues como a todo gran estilista le gustaría que pasara por sus manos Jennifer López o Jane Fonda. «Me encantaría acompañar por el mundo a una estrella internacional, y aunque sé que es difícil también sé que no es imposible». Y es que al cántabro nada se le pone por delante y está convencido de que «si sueñas con algo, hay que ir a por ello, lucharlo y trabajarlo. La suerte no existe, la suerte se busca. Yo he tenido un punto de suerte pero me lo he trabajado e ido a por ello».
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