Esteban Torre: «La conexión con tus perros es difícil de explicar»

-¿Quién es Deva?

-La niña de mis ojos.

-¿Había tenido perros antes?

-Yo he tenido perros siempre. Son mi debilidad.

-¿Todos pastores alemanes?

-La mayoría. Me gusta su belleza y admiro su inteligencia. Viene de lejos.

-¿Cuánto de lejos?

-Cuando era niño, mis padres, que tenían ganado en casa, se valían de un pastor alemán para guiar a los animales que no querían subirse al camión. A mí aquellas escenas se me quedaron grabadas.

-Y entre tanto pastor alemán... ¿un bobtail?

-Mis abuelos vivían en San Cibrián y tenían un vecino, Francisco, padre de David Concha, el que fue futbolista del Racing, que tenía uno. Me encantaba. Y yo, que tendría 5 ó 6 años, siempre pensaba que cuando pudiese tendría uno.

-Y cuando pudo...

-...Tuve uno. Dana. Ha sido, junto a Deva, el perro de mi vida. Es el único que está enterrado en mi jardín.

-¿Un clavo saca otro clavo?

-No. No lo creo. Estoy seguro de que vendrán más perros, pero sé que a Dana y a Deva jamás podrá sustituirles otro. A veces, la conexión que tienes con algunos es muy especial, es un sentimiento difícil de explicar y, si no has tenido perros, difícil de entender.

-En su mejor momento recibió una muy buena oferta que rechazó por continuar en su club de siempre.

-Una oferta del Betis, sí.

-¿El sentido de la lealtad no es más propio de los perros?

-Eso dicen, pero bueno, me gustaría pensar que también es una virtud de las personas. A mí el Racing y mi tierra me daban lo que necesitaba.

-¿El perro promedio es mejor persona que la persona promedio?

-Quiero pensar que es al revés.

-Si su perro necesitara adiestramiento, ¿a quien llamaría?, ¿a Paquito, a Irureta, a Miera o a Marcos Alonso?

-Quizá a Miera.

-¿Por qué?

-Porque pienso que los perros, al igual que las personas, necesitan un poco de mano dura y, a la vez, un poco de cariño.

-Bebeto, Romario y Ronaldo son... ¿tres nombres estupendos para bautizar a su próximo perro?

-Tuve un LeBron, por James, y también un Davor, por Suker, así que el próximo podría ser cualquiera de esos, o, quizá, alguno más actual, jajaja.

-¿Quien fue el mayor perro de presa que tuvo que sufrir en un terreno de juego?

-Pues casi que le voy a decir un compañero. Pablo Alfaro. ¡Vaya perro de presa que era ese! ¡No amansaba ni en los entrenamientos!

-¿Y en qué partido recuerda haber sufrido como un perro?

-En el que jugamos en Getafe el año del ascenso a Segunda. Cuando nos empataron en el minuto 85 y se nos escapaba el ascenso...