Las confesiones del cántabro Jorge Pérez en 'Supervivientes'

Antes de llegar su momento, la propia Lara Álvarez definía al cántabro como «una de las personas más herméticas emocionalmente que han pisado estos Cayos Cochinos». Él reconocía sus nervios y rompía a llorar. «No es fácil», decía. «Afectuosamente me encanta el contacto, soy una persona muy familiar. Nunca tengo problemas de demostrar mis sentimientos. Me gusta mucho abrazar y besar, pero soy una persona que se preocupa mucho de no mostrar mis sentimientos de dolor», comentaba sincero. Al tiempo que compartía el aprendizaje de esta aventura, todo «un regalo» para él que le ha ayudado a «no tener miedo a mostrarte vulnerable». Con esa actitud evitaba herir a sus seres queridos. «Muchas veces me podía hacer parecer insensible, pero no era así. No me atrevía a mostrar esa vergüenza», comentaba sincero.

En plató su mujer, Alicia Peña, vivía con expectación la confesión en directo. Jorge asumía la culpabilidad «porque hay una persona con la que no me he comportado bien, a la que he tratado y juzgado duramente. Mi padre tuvo cáncer y si bien es cierto que estuve dedicado en cuerpo y alma a él, es una persona que no ha cuidado de su salud», compartía. Muy emocionado explicó que «tuvo una recaída y yo no pude más. Me alejé de él porque no podía soportar que una persona con tanta gente buena a su alrededor que le quería, no pusiese de su parte. Siento que he sido duro con él, no ha tenido una vida fácil y no he sabido entenderlo. No se puede juzgar a las personas así, cuando estás tocando fondo hay que estar ahí y yo no lo he estado. Es algo que se me clava en el corazón».

La reflexión del distanciamiento tuvo como protagonista a su madre, «es una mujer que, a su manera, nos quiere, pero le cuesta mucho expresar sus sentimientos». El guapo modelo recordó que «al no sentir su apoyo 100% cuando yo me alejé de mi padre hizo que me distanciase de ella. Eso a ella le ha provocado mucho dolor, no he estado a la altura. Gracias a mi madre, a mi hermano y a mí no nos ha faltado de nada». La dureza del ejercicio hizo que el programa parase para que el concursante se repusiera. Al reinosano participar en 'Supervivientes' le ha cambiado la vida y así lo manifestó. «Gracias a esta aventura he descubierto un nuevo yo y estoy deseando estar con ellos para solventar muchas cosas», dijo.

Otra mujer centró su arrepentimiento público y más emotivo. «Mi abuela paterna no era mi abuela biológica, pero para mí era la figura de abuela». Como curiosidad, lleva una foto con ella de niño en el parque de Cabárceno. «Es una mujer que siempre se volcó conmigo, yo la adoraba y la tenía en un pedestal. En sus últimos días de vida estuve mucho con ella. Siempre fui su favorito. Hubo unos años en los que egoístamente estuve distanciado, más centrado en otras responsabilidades. Creo que podía haber tenido más delicadeza con ella. Seguro que me estará viendo, estará orgullosa de verme aquí. Sabe que la llevo en mi alma, en mi corazón y la quiero con locura», explicó.

La particular catarsis finalizaba valorando «el gran poder que tienen las palabras». Destacaba «gracias y perdón, cuando salen del corazón». «Quien haya sentido que no he estado a la altura que me perdone. La gente que me conoce sabe que soy una persona con la que se pude contar», decía. Aprovechó para lanzar un consejo a los espectadores, «no sabemos cuándo va a llegar nuestro último momento y creo que es muy importante que nunca jamás nos acostemos enfadados con una persona a la que queremos. Siempre hay un perdón sincero. El llevarte que una persona se ha ido y no has estado como tenías que estar es algo que te marca para siempre».

En plató, su mujer recordaba su fortaleza y los ocho años que pasó trabajando en «la élite de la Guardia Civil, en el grupo antiterrorista, pasaba cosas inmensas y llegaba a casa siempre con una sonrisa. Él sabe no hacer daño a la gente», comentaba a Carlos Sobera. La 'coach' compartía su filosofía familiar, «para nosotros el perdón es un regalo y lo practicamos con los pequeñines. Es muy enriquecedor».

La dinámica del 'reality' siguió y esta vez el cántabro no logró salvarse de la nominación. Así, el jueves Jorge Pérez se enfrentará a la decisión de la audiencia, en la que será la última gala que se celebre desde la icónica 'palapa' de Honduras. Su rival será Elena Rodríguez, madre de Adara Molinero. El barro marcó su destino y la suerte de Hugo Sierra. Sus palabras no podían ocultar el agradecimiento y la expectativa para encarar la recta final del juego, «como siempre que he estado en esta situación, disfrutar los días que quedan aquí y ver lo que pasa».