Ainara de Santamaría vuelve a Cantabria sin corona, pero con varios proyectos de moda

Ahora no puede evitar visionar todos los vídeos y materiales de redes sociales del certamen, momentos como el de la preliminar donde con gran potencia se presentó como la Miss Grand España con un diseño de Enger Luces, levantando una gran ovación en el Poliedro de Caracas. «Se me cae la baba», reconoce cuando repasa esos momentos. Es más, todo ese cariño que recibía 'in situ' admite que «era un honor, más en el país que es la cuna de las Misses». Aunque se queda con su favorita, México, segunda clasificada y su mejor amiga, con la que espera reencontrarse pronto.

Uno de sus trucos para evadirse de los nervios y concentrarse fue tener su propia banda sonora, porque la comunicación telefónica con los suyos era compleja. Sin duda, fueron días intensos de tantos compromisos, incluso reconoce que perdió kilos durante la competencia y tuvieron que realizar arreglos de última ahora a sus brillantes looks. Si tiene que quedarse con una palabra que resuma tantos buenos momentos es «emoción» y se siente muy agradecida de haber aprendido de los valores de los venezolanos.

Reconoce el papel tan importante que han jugado en este concurso las redes sociales «para mostrar la evolución, aunque es consciente de que también se puede hacer mal uso de ellas y evitar fenómenos como el 'cyber-bullying'». La santoñesa estudiante de Psicología y piensa recuperar la preparación de oposiciones para Instituciones Penitenciarias siempre se ha volcado con las cuasas sociales y tiene claro que aunque la moda es su pasión, «siempre hay que tener un plan B. Si alguien quiere ser modelo siempre advierto que es difícil, puedes triunfar y vivir de ello, pero no es fácil».

La Miss recuerda sus inicios en los certámenes sin éxito, «no fue mi momento, pero quise intentarlo y seguir luchando. Aunque la vida se ponga difícil tienes que levantarte y dar el máximo en cualquier situación. No te puedes caer». De hecho, incluso ante el jurado del certamen, ella expuso su meta personal, «dar la mejor versión de mi misma». Esa que seguirá desarrollando en el futuro, con puertas abiertas que la animan a pensar que «ojalá pueda vivir de este sueño». Así, desfiló para Juana Martín en la Fashion Week de París, donde espera volver en febrero, o en la Pasarela Larios de Málaga, por lo que ahora moverá su book como modelo en diferentes agencias. De momento, sin abandonar Cantabria ni a su gente, su principal apoyo.

Agradecimientos especiales: Gran Casino Sardinero y Rovirosa Treseidue.