La decepción del santanderino Alejandro Albalá en la noche familiar de 'GH Dúo'

Marta Albalá excusó a su madre por trabajo y fue directa al grano. «Sólo te voy a pedir una cosa, sal de donde estás metido en tu cabeza. No la mires, no la nombres, olvídate de que existe», dijo. Es más, concretó detalles que el joven no asimilaba en ese momento. «Cuando salgas verás cosas. Se está victimizando». Y dejó claro un mensaje, «los tres puntos tienen nombre: Sofía. Has venido a concursar solo». «Me dejas flipado», decía él, aunque compartía su alegría por el reencuentro. «Ahora me dice esto y me estoy quedando a cuadros. Me ha dejado blanco, pero más que mi hermana, mi madre, mi familia no me va a querer nadie», aseguraba.

La joven no ocultaba su queja ante Jordi González, el presentador sustituto tras la operación de Jorge Javier Vázquez tras sufrir un aneurisma cerebral. «Estoy muy orgullosa del concurso de mi hermano. Cuando se marchó Sofía lo pasó mal y, cuando volvió, ella tenía información de fuera. Él no sabe cómo se ven las cosas y le ha desestabilizado».

Así se despedían los hermanos, reiterando sus intenciones, «sal de eso, por favor, olvídate», y animando a que llegue a la próxima final. Poco después la propia Marta se encontraría con Sofía, que no prestó atención a su excuñada. Venía de hablar con su madre y reconocer que su relación es «patética y malísima para los dos». De hecho, llevaban una semana sin apenas mirarse ni hablar. Aunque la bronca de Galdeano agotó a la que fuera ganadora de 'GH 16', «mamá, ¡no me puedes decir lo que tengo que hacer!», decía angustiada. El plató abucheaba el momento, mientras con los santanderinos todo fueron aplausos.

El 'reality' volvió a rizar el rizo con un nuevo 'vis a vis' de Alejandro Albalá y Maite Galdeano, como sucedió en semanas anteriores. Ella preguntaba, «¿Estás enamorado de Sofía?». «Sí, claro», respondía él, que asumía pasar «de Guatemala a Guatepeor». Y es que el cántabro no ocultaba que la que fuera conductora de autobuses «me raya la cabeza siempre el mismo tema. Es una guerra perdida».

El propio Jordi González reprendía, de nuevo, a la intensa madre, a la que una vez en plató volvió a cuestionar. Albalá se quedó cabizbajo y reconocía en conexión en directo que su hermana había sido «bastante clara, con cosas reveladoras y mira que es justa», añadía. En su opinión, sobraron «bastantes palabras para enterarme de las cosas que me quería decir, pero me ha transmitido algo que no me esperaba. Me siento engañado por Sofía». El último rifirrafe fue entre Maite Galdeano y Marta Albalá, «lo que haces con tu hija no tiene nombre. Doy gracias a mi madre por la educación que nos ha dado», remataba.