El 'fotógrafo de los perros' visitó Cantabria cámara en mano

-Tus inicios fueron como fotógrafo de prensa, ¿cómo terminó derivando tu profesión en la fotografía de mascotas?

-Aunque me dedico a la fotografía desde hace15 años, fue la llegada de mi perra, la que despertó mi interés. Siempre ha habido perros en mi familia, pero Fina ha sido mi primera perrita. Me divertía haciéndole fotos a Fina y un día caí en la cuenta que no había ningún profesional especializado en esta materia, en la fotografía de mascotas. Me pareció muy buena idea y me animé a formarme como adiestrador canino.

Cuando a mi perrita le detectaron una enfermedad grave, que afortunadamente no fue tal, pensé que aunque es imposible reflejar en una fotografía las experiencias vividas con tu amigo y el amor que sientes por el, sería muy bonito tenerla como recuerdo de esta forma. Por otra parte, me sentía algo desmotivado con mi anterior trabajo y esto fue lo que me dio el impulso final para invertir en un proyecto en el que creo firmemente. Monté un estudio en Madrid adaptado a las sesiones con perros y comencé esta andadura.

-Hace unos años un trabajo de fotografía a un tipo de cliente tan específico, dueño de mascotas, era impensable. ¿Cuáles crees que son los motivos para que se haya empezado a demandar este servicio?

-La sociedad empieza a ver y a tratar a los animales como miembros de su familia, este es el motivo fundamental, en mi opinión. Se comienza a tener un sentimiento de empatía hacia ellos. Años atrás a los perros se les tenía para desempeñar algún tipo de trabajo, en la casa o en el campo. Eso ha cambiado en la actualidad y la gente quiere a sus perros y hacerles fotos. Lo ideal para conseguir un trabajo de calidad es dejarlo en manos de alguien especializado.

-¿Empieza ya la competencia en el sector? ¿Se puede vivir de esto o debes combinarlo con otros trabajos?

-En países europeos la fotografía destinada a mascotas es una actividad ya implantada. En España, sin embargo, da aún sus primeros pasos. Inauguré mi estudio hace dos años y medio y lo cierto es que día a día se va notando el aumento de la demanda de mi trabajo. Pero he que estar en continuo movimiento: imparto cursos de fotografía de mascotas, donde vienen alumnos de todas partes de España; preparo viajes para hacer sesiones fuera de la comunidad de Madrid y hago mucha difusión por Facebook e Instagram.

Aunque esta es mi actividad principal, la compagino con otros trabajos fotográficos, pero espero dentro de poco dedicarme en exclusiva a la fotografía de perros, en la que estoy volcado al 100%. En cuanto a la competencia, cada vez aparecen más fotógrafos especializados en mascotas, incluso yo imparto formación. Creo sin embargo, que la competencia es buena, crece el interés y por tanto la demanda.

-Además de hacer fotografías en tu ciudad. Viajas por distintas zonas de la geografía de nuestro país haciendo sesiones. ¿Cómo te organizas para escoger ciudades y horarios?

-Empecé a organizar las rutas al finalizar el verano. A través de las redes sociales se ponen en contacto conmigo las personas que quieren hacer fotografías de sus perros. El viaje se planifica en función de la cantidad de clientes de una misma zona. En dos semanas aproximadamente, intento reunir a varias familias, para hacer trabajos, sobre todo, de exterior. Hay que tener en cuenta que hay limitaciones por el clima y por las horas de luz, por tanto, para dar un trabajo de calidad debe haber un espacio de tiempo razonable entre una y otra, así que hago dos o tres sesiones máximo al día. Viajo con mis perros, que me hacen de ayudantes. El salir de ruta con ellos me hace descubrir las ciudades que ofrecen más facilidades a la hora de viajar con mascota.

-¿Qué tipos de fotos son las más demandadas por tus clientes?

-Por lo general, las fotos familiares con el perro son las que más solicitan. En principio, quizás haya algo más de gusto por las fotos de exterior, pero una vez puesto el resultado sobre la mesa, la fotografía de estudio queda muy bien. Lo que el cliente busca sobre todo es que queden reflejados tanto la personalidad del perro como el cariño de sus dueños hacia ellos.

-¿Cómo es trabajar con animales y una cámara fotográfica? ¿Es quizás, más fácil trabajar con los perros que con los dueños?

-Con ambos se trabaja bien. Con las personas la comunicación suele ser fluida. Aunque no hayan actuado nunca como modelos se suelen encontrar a gusto durante la sesión. Están con su perro y eso les hace relajarse y disfrutar del momento. En el caso de los perros, simplemente hay que tratar de hacerles entender que vamos a hacer cosas divertidas, que no hay ninguna amenaza. Se va a pasar un rato divertido con juegos y premios. Para conseguir esto es importante tener conocimientos en educación canina. Desde mi punto de vista una sesión fotográfica debe basarse en el respeto hacia el modelo, que en este caso es la mascota y hacérselo lo más fácil posible ya que para ellos no es algo natural. En las sesiones con perros no pongo límite de tiempo, todo debe hacerse con calma y de forma progresiva para que desaparezca la desconfianza que puedan generar al estar en un entorno desconocido, haciendo una actividad nueva.

-¿Es muy diferente hacer una sesión de interior o exterior con perros?

-En exterior hay muchos más estímulos para los perros que en el estudio, esto podría ser una desventaja, por ello siempre procuro localizar lugares tranquilos, donde ellos se encuentren cómodos y seguros. Tanto en un escenario de interior como de exterior, es necesario que los perros se tomen un tiempo para reconocer el sitio, luego, poco a poco y valiéndome de juegos y premios los voy integrando en el set.

-Estoy segura de que todas las personas que solicitan tus servicios quieren profundamente a sus perros y desean tener un recuerdo muy especial. ¿Has conocido alguna historia especialmente tierna durante tu trabajo?

-Sí que me encontrado con algún caso en el que, desafortunadamente, el perrete se encontraba enfermo y la familia quiso guardar un recuerdo bonito de su amigo. En otra ocasión se dio la casualidad de que un perro de una protectora al que fotografié para darle visibilidad, al cabo del tiempo volvió con la familia que le adoptó para hacer una sesión de fotos. Intento echar una mano haciendo fotos para asociaciones y protectoras. Además, un porcentaje de las sesiones que hago en mis rutas va donada a alguna de ellas.

-Visitando tantos lugares, especialmente en el caso de Cantabria, no te habrás podido resistir a hacer una galería personal, ¿tienes prevista una visita para este nuevo año? Espero que me avises si es así.

-Soy amante del Norte, de su naturaleza y de su mar. De hecho, de pequeño he pasado varios veranos con mi familia en Santander. En esta última visita a tierras cántabras he conocido algunos escenarios maravillosos, pero «la fotografía, al final siempre la adorno con un perrito». Estoy seguro que en los próximos meses volveré a visitaros y a fotografiaros con vuestras mascotas.

Y tú, ¿quieres inmortalizarte junto a tu mascota?

Si tienes alguna historia que contarnos, recuerda que puedes ponerte en contacto con nosotros a través de la dirección de correo electrónico dmascotas@cantabriadmoda.com.

Nos leemos el próximo sábado con más información sobre nuestros amigos de cuatro patas.

Hasta entonces, ¡feliz fin de semana!