La 'granhermana' Ania Iglesias recuerda con cariño su infancia en Santander
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Visita 'la tierruca' para impartir diferentes formaciones sobre cómo hablar en público tanto empresas como trabajadoresValiente, Ania Iglesias (Valladolid, 1971) fue de las personas que un día se apuntó a un 'casting' sin saber muy bien a lo que se iba a enfrentar. Participar en el primer 'Gran Hermano' cambió su vida, aunque no la esencia de esta ... guapa vallisoletana. Modelo, actriz, colaboradora televisiva... Durante años estaba en el candelero mediático. Después se centró en su faceta emprendedora y, sin perder ese carácter polifacético, también apostó por el mundo del 'coaching' y la comunicación. Estos días ha viajado a Santander para impartir un 'networking' para la Asociación de Mujeres Empresarias de Cantabria (ADMEC), titulado 'Cómo hablar en público y no morir en el intento'.
Además, aprovechará la visita para dar algunas formaciones a profesionales que necesitan la palabra como herramienta de ventas. El dato biográfico curioso es que nuestra inquieta protagonista vivió parte de su infancia en la capital cántabra. De los 4 a los 8 años, una época que recuerda con cariño. Y es que su padre era ferroviario y fue trasladado a 'la tierruca'. Así que la 'granhermana' se siente muy cántabra. Y nosotros tan contentos... ¡Bienvenida a casa!
-¿Siempre supiste que tu vida era comunicar?
-Bueno, de pequeña era súper tímida, si tenía que salir a decir la lección, me ponía nerviosa, me daba taquicardia, mareos… imagínate. Tenía pavor a no saber hacer las cosas y miedo al ridículo. De joven, en el instituto, el primer año lo pasé fatal por mi timidez, pero no me digas cómo ni porqué, me pasé al otro lado. Hice un grupo de amigas que sacaron de mí el lado gamberro, divertido, locuaz y, como tenía mucha creatividad, facilidad para escribir y comunicar, pues ya desde entonces no he parado. Por supuesto, el teatro me ha ayudado mucho y aunque sigo teniendo un punto de timidez, me vale la pena enfrentarme, para hacer disfrutar al público.
-¿Crees que debieran enseñar oratoria en los colegios?
-Sin duda alguna, somos pura comunicación y el animal más perfecto para comunicar y es muy necesario. Defiendo comunicar con emociones.
-¿Cuáles son las claves del discurso perfecto?
-A veces se le pone mucho interés al contenido, las gráficas, los 'Power Point' y se olvidan las emociones. La persona tiene que sentirlo, vivirlo, emocionarse de verdad con naturalidad. Interactuar es fundamental, el público debe ser protagonista también del discurso.
-¿Es importante fijar palabras clave?
-Palabras clave, pero con vida. Es interesante también incluir testimonios, ejemplos concretos con cara y ojos.
-Para ti un personaje público que comunique bien es… ¿Por qué?
-Obama, porque está lleno de emoción. Y Mercedes Milá, por lo mismo. Son para mí dos claros ejemplos de comunicación, tienen vida.
-Has estado rodeada de mujeres, ¿ellas se atreven más que ellos? ¿Pierden antes la vergüenza en este tipo de talleres?
-Las mujeres estamos muy acostumbradas a luchar. Somos guerreras por naturaleza y estamos dotadas de una fuerza interior. Entiendo que el poder ser madres te dota de unas características especiales. Somos, muchas veces, más autoexigentes y la sociedad moderna no permite fallos. Y, aunque la vergüenza no sabe de géneros, creo que la mujer está más acostumbrada a exponerse.
ANIA IGLESIAS
-¿Cómo explicas a una empresaria la necesidad de contar bien su producto/negocio?
-Para eso se hace el taller, para que, tanto en directo, como en las redes sociales y otros canales de comunicación, captemos más posibles clientes, por la claridad y verdad del mensaje.
-¿Cómo cuentas quién eres tú?
-Les cuento una pequeña historia, siempre sorprende. No utilizo el clásico me llamo tal y tengo tantos años… Al final eso son sólo datos, las personas somos muchas cosas más que fechas, números, nombres o trabajo.
-¿Qué hay de la chica que conocimos en el programa que revolucionó la televisión, 'Gran Hermano'?
-Todo, mi esencia es la misma.
-El mejor recuerdo de tu paso por la casa mediática… O el primero que te venga a memoria siempre…
-Diversión, aunque lo mejor fue cuando salí (risas).
-¿Cómo fue ese choque al ver que protagonizabais portadas de revistas y erais famosos?
-Al principio yo pensaba que estaba todo preparado, hasta que en la puerta de la casa vi a mi hermano y me dijo: «La que te espera…». En ese momento, asumí que era verdad.
-Estabas y sigues ligada a la moda, ¿qué ha supuesto para ti esa industria?
-A mis 50 años sigo manteniendo unas medidas estupendas, no entiendo por qué no podría seguir trabajando en la moda. Aunque ahora, estoy más ligada ahora mismo a la imagen (peluquería y estética). Ha supuesto un modo de vida, disciplina, admiración a oficios que a veces no están reconocidos como se debiera. Este año, además, estoy en el equipo de comunicación de una feria internacional, el 'Cosmobeauty Barcelona 2022', de peluquería, maquillaje, barbería y uñas. Al igual que continúo como responsable formativa de los cursos que programamos para estos profesionales y la venta de productos de belleza. Me ha dado mucho y espero yo poder devolver lo mismo a estas profesiones, aportando lo más posible.
ANIA IGLESIAS
-También eres actriz… ¿Algún papel soñado? ¿O director con quién quisieras trabajar?
-La interpretación es mi alma. Soy feliz en un escenario de teatro. Ahora con la obra 'Reciclando a un famoso' he descubierto y potenciado más mi lado cómico. Ver cómo la gente disfruta, se ríe, es genial. Si pudiera elegir, no haría otra cosa. Cualquier papel es fabuloso y en España tenemos grandes directores y directoras Isabel Coixet es un buen ejemplo de cineasta que hace unas películas para mí fascinantes. Soy una enamorada también del cine francés.
-¿Cómo definirías tu estilo?
-Pues soy poco de seguir la moda como tal. Por ejemplo, ahora se llevan los pantalones acampanados, yo no sé si es que ya los llevé hace años o qué, pero esta vez no me he dejado llevar por las tendencias. Me encanta mezclar algo elegante con otra pieza muy casual.
-Tu prenda fetiche…
-Me fascinan los zapatos. Soy una enamorada de ellos, botas, sandalias… Me parecen pequeñas obras de arte.
-¿Es importante la imagen o un look a la hora de dar un discurso?
-Claro, hay todo un verdadero lenguaje en los colores. Por ejemplo, si te fijas el color azul es muy utilizado para dar credibilidad, el rojo fuerza… El negro, en mi caso, realza mi rostro, dado lo blanca que soy.
-¿Y tu crecimiento personal y profesional? ¿Cómo lo explicarías?
-Luchadora, inquieta... No tengo límites, pero si es verdad que una de las mayores discriminaciones que hay es la edad, algo que no entiendo. Cumplir años penaliza, aunque yo me siento, sin duda, más preparada que nunca.
-¿Echas de menos la televisión de antes? ¿Qué te gustaría ver o hacer en ella?
-Lo único que veo de la televisión son series y cuando tengo tiempo, pues no tengo mucho. Me encantaría tener un papelito en una serie tipo 'La que se avecina'. Anda que no se lo iban a pasar bien los espectadores conmigo.
ANIA IGLESIAS
-Algunos lectores sabrán que viviste parte de tu infancia en Santander. Cuéntanos, ¿qué recuerdos tienes de esa época?
-Fabulosos, vivía en las casas de la Renfe, por el trabajo de mi padre y fue la época de mi primer colegio, mis primeros amiguitos… Tenía 4 años y estuvimos hasta los 8. Me dio mucha pena volver a Valladolid.
-Tu rincón favorito de la ciudad… ¿Y de Cantabria?
-Todo el entorno del Palacio de La Magdalena es maravilloso. De Cantabria es imposible elegir, es tan completa y perfecta. No puedo decantarme por un lugar, me gustan todos los pueblos: los de montaña y los de mar.
-Ha habido algún 'gran hermano' de nuestra tierra con mucho éxito, como Iván Madrazo. ¿Has coincidido o tenido trato con él?
-Muy poco la verdad, pero me cae estupendamente bien… Será porque es cántabro.
-¿Volverías a un 'reality show'? O algún programa que tengas la espinita clavada por no haber hecho…
-Sí, volvería, pero siempre para dar una nota de humor. El público todavía no conoce ese lado cómico y desparpajado que yo tengo y que en el teatro lo demuestro con maestría, dicho por los espectadores. Es más, creo que falta humor en los 'realitys' y, sobre todo, gente fresca y natural y con contenido. Porque los concursantes que entran no enganchan porque no tienen vida ni mensaje ni ideología ni fuerza. Creo que en la tele falta gente más fuerte, veo presentadoras, reporteras… muy monas, pero no dicen nada.
-¿Mantenéis contacto los concursantes del 'GH' pionero?
-Sí, la mayoría estamos en un grupo de WhastApp.
-¿Alguna vez os han planteado volver el mismo grupo a la casa?
-La gente nos recuerda con mucho cariño y despertamos mucho interés. No entendemos cómo no tiran más de nosotros. Si vieran lo que seguimos viviendo por la calle, los directores de las televisiones nos ficharían, sin duda.
ANIA IGLESIAS
-Para ti Mercedes Milá es…
-¡La mejor! El gran acierto de 'Gran Hermano' era ella. Cuando yo supe que sería la presentadora, a la cual admiraba de siempre, me tranquilizó muchísimo.
-¿Qué proyectos inmediatos tienes?
-Seguir con el teatro, ahora que la pandemia nos da un respiro. Y continuar con la coordinación de formaciones, en dos áreas diferentes como son la podología y la peluquería… De los pies a la cabeza (risas).
-Hemos leído que te gustaría conseguir un récord… Cuéntanos…
-Lo dije de broma, pero es verdad que los desafíos deportivos que me meto, me van a llevar a los 60 años a batir un récord… ¡ya lo verás!
-Defínete con tres adjetivos…
-Responsable, divertida y honesta.
-¿Cómo desconectas de tanto estrés?
-Con una hora y media de deporte y en la playa.
-Te imaginas viviendo en Santander…
-Santander siempre está en mi corazón. Fueron unos años maravillosos de mi infancia, los recuerdo con cariño. Siempre que puedo me escapo, aunque sea sólo por darme un paseo. Es una ciudad única y tiene gente maravillosa. Me ilusiona especialmente haber hecho este taller en mi 'medio tierra'. Perdonad todos que me considere un poco vuestra. Quiero agradecer tanto a la presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Cantabria, Eva Fernández Cobo, como a la vicepresidenta, Leyre Herreros, y a la junta directora y asociadas el trato y confianza.
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