Las huellas de Gloria Rueda cumplen 25 años

Dicen que todos dejamos huella pero yo creo que algunas son más profundas, algunas cicatrizan y otras permanecen abiertas recordándonos por qué estamos aquí, qué nos mueve, qué nos une.

«Huellas no es solo un título, es nuestra historia...». Así comenzaba el espectáculo Huellas, que se estrenó el pasado diciembre en el Palacio de Festivales, conmemorativo de los 25 años de profesión de Gloria Rueda donde consiguió reunir y emocionar a todos los alumnos, profesores y familias que han pasado por su escuela en este cuarto de siglo donde brindaron por el pasado, por el presente y el futuro de todos los que arropan a Gloria en su camino.

Por todos es conocida ya su trayectoria como profesional de la danza, por su metodología en la enseñanza y la pasión que transmite a sus alumnos. 25 años en los que ha dejado huellas firmes y permanentes en su alumnado y las familias.

Un largo recorrido a través de su historia plasmado en el escenario, donde se recogen todas las emociones vividas en cada etapa.

Años de esfuerzo, sacrificio y disciplina que dan valor a su lema «formamos buenos bailarines pero mejores personas».

Y es que Gloria no solo ha sabido crear grandes artistas sino que ha conseguido construir una comunidad a su alrededor que hacen aún más firme los pilares de su Escuela.

Huellas es un homenaje visual de la elegancia del clásico, la delicadeza del contemporáneo, el poderío del flamenco y la fuerza del urbano, únicos y unidos que caracterizan su enseñanza multidiciplinar de la danza.

Un cumpleaños de plata lleno de pasos, fáciles o difíciles, complicados y arriesgados pero siempre pasos hacia delante, mirando hacia el futuro porque como dijo Antonio Gades: «La danza no está en el paso, sino entre paso y paso».

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