La inesperada corona de belleza del camargués Saúl Salmón

Saúl ha estudiado el Ciclo Formativo en Técnico Superior en Animación Física y Actividades Deportivas, le encantaría ejercer de monitorio en algún gimnasio, pero tiene claro su proyecto profesional. A partir de enero se preparará las oposiciones de Policía Local, formación que podrá compaginar con su trabajo actual de camarero. Porque sí, puede que una noche salgas a divertirte por el Río de la Pila y veas al otro lado de la barra del Bar Covers a nuestro representante de la belleza cántabra. Puede que no lleve la banda, pero sí su sonrisa. Apenas han pasado unos días desde su coronación, con Aitor Saiz Conde ejerciendo de feliz míster saliente y no ha parado.

El joven camargués ya tiene la agenda llena de compromisos con entrevistas, grabaciones publicitarias y sesiones fotográficas. De hecho, vivimos con él su debut ante la cámara de Mario Merín, el responsable y delegado del certamen en la región, que está pletórico con su candidato. Es más, reconoce que en otras provincias le han felicitado por el ganador, aunque cualquiera de los seis finalistas hubieran hecho un gran papel. Y es que la 'película', por decir algo, se estrenará a lo grande a finales de abril, cuando se celebre en Tenerife la final nacional. Parece que no irá solo, ya se está montando toda una comitiva para compartir esa gala inolvidable.

Aunque ya era bastante aficionado al móvil, ahora está que 'echa humo', pendiente de todos sus compañeros, porque también los guapos oficiales tienen grupo de WhatsApp. Eso sí, no cuenta si se envían memes y cosas así, de momento, poco a poco se van presentando y conociendo entre ellos. Lo que sí tiene claro es que venderá con todas sus fuerzas Cantabria y algo que a él le fascina, nuestra naturaleza, esa fusión mar y montaña. Más en un deportista como él, que no pierde ocasión para 'liarse' y jugar un pádel con amigos o cualquier otra propuesta que suponga pasar un buen rato de ejercicio.

Aunque confiesa que se preparará a conciencia de cara al concurso nacional que, de ganar, supondría un pasaporte a Tailandia y a la versión internacional de esta competencia de bellos con mucho que decir. De momento, reconoce su timidez, pero piensa trabajar todas las habilidades expresivas y de pasarela para dar lo mejor de sí mismo. Confía en los profesionales y asesores que con tanto cariño le han apoyado y espera que los próximos meses sean intensos. Lo que no cuenta es si pondrá la corona en el árbol en lugar de la típica estrella, pero está claro no puede evitar la ilusión por vivir este momento. Desde Cantabria DModa estaremos muy pendientes de su evolución y apoyaremos a Saúl para que demuestre que es mucho más que un guapo de título. Es un cántabro único con nombre propio. ¡Suerte!