Instagram no tiene secretos para el cántabro Rubén Pelayo
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Aunque trabaja en Madrid como consultor informático, el joven torrelaveguense se entrega a su pasión por la fotografía y las redes sociales en la comunidad de #igerscantabriaSecciones
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Aunque trabaja en Madrid como consultor informático, el joven torrelaveguense se entrega a su pasión por la fotografía y las redes sociales en la comunidad de #igerscantabriaÉrase un 'instagramer' pegado a una sonrisa, adicto a los saltos y las geometrías fotográficas. Su usuario @rundrack, en el que define que «una persona es aquello que quiere proteger». Él tiene claras sus prioridades, que pasan por dedicar horas e ilusión a las ... comunidades virtuales de @igerscantabria e @igersmadrid. Rubén Pelayo (Torrelavega, 1991) vive en Madrid, donde trabaja como consultor tecnológico, pero no olvida y, de hecho, difunde «hasta ser cansino» las bondades de Cantabria. Coincidimos con él en un curso de Ejecant, donde compartió su sabiduría virtual. Desde que descubrió Instagram, poco a poco, fue volcando su afición por la fotografía, mejorando como autodidacta y aprendiendo de las múltiples herramientas del universo online.
Lleva un año y medio como uno de los mánagers de la comunidad de #igerscantabria, junto a sus compañeros @sisigram y @tatsuhattori. Han logrado posicionar este fenómeno y que infinitos usuarios empleen su 'hashtag' para mostrar rincones o fotones con sello cántabro. Algo que ha completado al unirse al 'team' en su versión madrileña. Al final, lo que se trata es de compartir aficiones y encontrarse para eventos que viven del otro lado de su objetivo.
Su actividad en Instagram comenzó en 2014, impulsado por amigos y con la Gran Vía madrileña como icono de su inicio en esta red. Reconoce que su 'enganche' «ha sido paulatino» y que valora que esta aplicación «mezcla interacción con otras personas y se puede aprender mucho». En su caso, huye del «postureo, valoro las experiencias de verdad». Como las que encierra nuestra 'tierruca', «somos un territorio inexplorado todavía por mucha gente, guardamos un verdadero paraíso».
Admite un uso importante del móvil, «un par de horas al día mínimo» y es que llega a dedicar «dos días» a editar una imagen «hasta darle el toque perfecto». Aunque puede tener el carrete de su teléfono lleno y no subir una publicación «hasta el día y el momento adecuado». Anima a quien le guste la fotografía a sumarse a Instagram «porque va a encontrar inspiración. Todos tenemos que aprender a salir de nuestro propio prisma para poder ver el de los demás». Y, además, destaca que hay que poner el foco «en lo bueno de las redes sociales. Se encuentra gente con tus intereses y que después descubrir que pueden ser amigos de verdad».
Socialmente el debate está abierto sobre el abuso, especialmente en las generaciones más jóvenes, del propio móvil alejando a quienes comparten una misma mesa o espacio. Él entiende las críticas, pero pone de ejemplo los 'stories' de Instagram que le sirven para «mantenerte al día con las personas y estrechar la relación», al ser consciente en esos vídeos cortos de su día a día. Si tiene que recomendar cuentas de Instagram para seguir se queda con contenidos de arquitecturas o colores, destacando el perfil del artista Óscar San Miguel, @okudart, al que conoce y con el que se siente identificado en su mirada inquieta. Puede que en el próximo 'instameet' descubra nuevos talentos que no perderse. Mientras, prepara ya la exposición en el Espacio Joven de Santander (Cuesta del Hospital, 10, frente al Ayuntamiento) del 12 de diciembre al 9 de enero. Un recorrido fotográfico por el gran archivo de #igerscantabria.
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