Iván Madrazo: «El confinamiento, como 'Gran Hermano', me hará valorar más todo»
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El ganador de la décima edición del 'reality' cuenta cómo vive esta crisis sanitaria, repasa su concurso y los veinte años de la vida en directoSecciones
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CÁNTABROS DMODA ·
El ganador de la décima edición del 'reality' cuenta cómo vive esta crisis sanitaria, repasa su concurso y los veinte años de la vida en directoEra un 23 de abril del año 2000 cuando se encendía la vida en directo. El polémico estreno de 'Gran Hermano' se convertía en un éxito que cambiaría para siempre la forma de hacer televisión. Un grupo de anónimos vigilados por infinitas cámaras ... y expuestos frente al público. Veinte años después nadie duda que el formato marcó un antes y un después en el medio, incorporando nuevos rostros con los que el espectador se identificaba. Uno de ellos fue Iván Madrazo. El cántabro ganó la décima edición del concurso y cambió su realidad para siempre. Ahora, en pleno confinamiento, reflexiona sobre la semejanza del encierro y nos cuenta cómo está viviendo estos momentos. Está en Cantabria, junto a su familia y su perro Maxi, el compañero más fiel del comunicador. Sus proyectos profesionales están parados, pero pronto espera retomar su programa de televisión 'La noche pirata' y volver a la radio con su ironía más viva que nunca. La audiencia de Cantabria DModa ha decidido que Iván Madrazo es nuestro habitante favorito.
-¿Cómo estás viviendo este confinamiento?
-Es algo que nos sorprendió a todos. Lo estoy viviendo con mucha incertidumbre y miedo. Sinceramente, estoy asustado, porque hemos sido una generación que hemos vivido muy cómodos. Nunca hemos visto una guerra o la hemos visto desde fuera por la televisión. Nunca hemos vivido una catástrofe de estas dimensiones. Me inquieta no saber qué va a pasar cuando todo esto acabe.
-¿Cómo te pilló la noticia?
-Estaba en Cantabria. Vine el día 9 de marzo para hacer unas gestiones y planeaba quedarme el fin de semana. Entonces anunciaron el estado de alarma y me quedé. Prefiero pasar el confinamiento aquí. Primero, porque es una de las comunidades con menos contagio y más seguras. Segundo, porque estoy en casa de mi mamá y tengo jardín, estoy con mi perro. Amo Madrid, pero estar en un piso encerrado... Imagino que la gente lo tiene que estar pasando fatal.
-¿Alguna rutina especial estos días?
-Mi rutina es distinta a la que tenía antes del confinamiento. Tengo el sueño un poco trastornado. Me acuesto muy tarde y me levanto sobre las 11.00/12.00 de la mañana. Antes a las 9.00, como un reloj, estaba de pie y a las 00.30/01.00 me dormía. Ahora al levantarme, me ducho y me visto, intento no estar en pijama todo el día. Quiero darle un poco de normalidad y me preparo como si fuese a salir de casa. Luego doy un paseo con mi perro y vuelvo a casa para comer. Estoy todo el día en Internet, leyendo noticias, viendo películas. Hago algo de gimnasia en el jardín y poco más. Eso sí, hablo con mis amigos todos los días. Algo tiene este confinamiento que me comunico con mi gente de Santander, Madrid o Zaragoza hasta diez veces. Es una suerte tener amigos por toda España, así que me paso la mayor parte del tiempo al teléfono contando y cambiando impresiones.
-Maxi es tu fiel compañero, como cuentas en redes sociales…
-Claro, es mi apoyo y amigo. Es lo que más quiero. A su lado esto es mucho más fácil. Es muy gracioso porque jugamos juntos como si yo fuese otro perrito. Nos tiramos en la cama mordiéndonos, me río mucho con él. El 99 por ciento del tiempo estamos juntos. Reconozco que Maxi llegó a mi vida un poco por accidente. Ahora no sabría qué hacer sin él. Lo amo.
-¿Qué es lo que más echas de menos?
-Todo. Porque la vida nos ha cambiado un poco a todos. Echo de menos mi Madrid, al que amo, donde me iba a desayunar y por las mañanas hablábamos tomando un café con el dueño del bar, con mis vecinos; cómo empezaba mi día, iba al gimnasio. Incluso encontrarme con gente de Santander y toda Cantabria que me saludaban. El pasear con Maxi por el Retiro, ver las calles llenas. Necesito ver gente. El otro día salí a hacer la compra y me dio mucha pena. Estuve a punto de llorar, me recordaba a una película de miedo, donde todo el mundo iba con mascarillas como las típicas historias de catástrofes. Las dependientas del súper parecían astronautas. Ahí me di cuenta de lo que tenemos que valorar el medio ambiente y donde vivimos porque todo lo que somos como personas, lo que hemos avanzado, está pendiente de un hilo. Somos súper frágiles. De tenerlo todo a la nada van dos días. He aprendido que debemos cuidar el planeta. No somos conscientes de lo que tenemos bueno y lo que podemos perder si no lo conservamos. No me gustaría estar en un mundo así.
-Lo primero que harás cuando acabe esto…
-Como ya he pasado el confinamiento con mi familia, será ir a ver a mi gente, mis amigos y celebrarlo el día que pueda. Pienso en disfrutar la calle y de cada momento, como cuando salí de 'Gran Hermano'. Desde ir a una terraza a tomar un café, a un restaurante, un cine. Todo esto que nos han quitado de repente lo voy a disfrutar al máximo y lo voy a valorar muchísimo a partir de ahora. Cuando estuve en 'GH' aprendí muchas cosas como el valor de la palabra, la comunicación, los amigos, el hablar con alguien. Esto es un recordatorio muy grande porque no hay nada mejor para valorar que perder lo que tienes. Cuando pierdes algo tan insignificante como ir a una terraza a tomar un café te das cuenta de lo mucho que vale. El ver a un amigo y disfrutar ese momento. Todo lo que he perdido en este confinamiento lo voy a recuperar y valorar muchísimo. Antes no reciclaba, soy sincero, pero a partir de ahora cumpliré todo a rajatabla. Me he dado cuenta el mundo tan bonito en que vivo y lo quiero seguir conociendo así. Seré muy activista con el tema de cuidar el medio ambiente. Al salir cualquiera dirá que no quiere vivir en un mundo así. Se pasan tantos sentimientos por la cabeza: incertidumbre, pena, miedo, rabia… ¡Es increíble!
-¿Crees que nos cambiará como sociedad?
-Sí, aprenderemos a valorar todo, especialmente lo perdido. Nos va a aislar un poco más, vamos a ser desconfiados. Ahora vas por la calle, oyes a alguien toser y es como si hubieran puesto una bomba a tu lado. Necesitaremos un tiempo hasta que nos olvidemos y perder esa mosca detrás de la oreja todo el día. La gente se dará cuenta de lo vulnerable que es. Veíamos las películas o las catástrofes con distancia, pero ahora sabemos que nos puede pasar. Se vivirá más al cien por cien la vida, aumentará la solidaridad y pensarán, como yo, que hay que cuidar mejor el planeta.
-En un vídeo hablabas del paralelismo con tu 'Gran Hermano'…
-¿Quién nos iba a decir a todos los españoles que íbamos a vivir un 'Gran Hermano'? En realidad, más light, porque tienes contacto con el exterior, libros, ordenador, ocio… En la casa no tienes de nada, sólo las pruebas semanales. Estuve cinco meses y fui feliz porque me reencontré a mí mismo. Empecé a valorar muchas cosas que antes no. Al no tener apenas ni comida, nada, eso me cambió. Recuerdo tomar un café y fumar un cigarro en una esquina del jardín y ser el hombre más feliz del mundo. Allí dabas un valor a la palabra que lo había perdido. Cuando salí, nunca volví a tener las sensaciones tan bonitas que había vivido. Entré hecho un trapo porque había roto con mi ex y me había cambiado la vida por completo, estaba hecho polvo, pero salí siendo enormemente feliz. Aquí el premio es la vida. Cuando estalló todo animé a mis seguidores a seguir las instrucciones, porque quedarnos en casa supone acabar con esta maldita enfermedad y este virus, salvar vidas. Es el mejor premio que nos pueden dar. Pero digo a todo el mundo que sacará mucho aprendizaje de todo esto, como yo viví. Cuando todo acabe valoraré más todo, como me pasó entonces.
-¿Imaginabas vivir un encierro tan curiosamente similar?
-Como tal, no, la verdad. Ver mi país y el mundo confinado, sufriendo no lo había pensado en mi vida. Es la experiencia más dolorosa que he vivido. ¡Qué paradoja! Veinte años después y encerrado en una casa viviendo este 'Gran Hermano' macabro. ¡Qué lástima!
-Como dices, se cumplen veinte años del formato, ¿en qué cambió la televisión?
-Sí y espero que cumpla otros veinte más. No es un programa de televisión sin más, forma parte de nuestras vidas y de nuestra cultura. Nos gusta mucho ver, ¡somos muy cotillas! A la gente le encanta eso. Con 'Gran Hermano' disfrutas mucho porque al meter perfiles muy dispares te identificas con muchos de ellos. Es como ver una telenovela en directo. Fue un gran invento. ¿En qué ha cambiado la tele? Sin duda, ha evolucionado muchísimo. La sociedad, también ha cambiado mucho. Hay concursantes que ganan un 'reality' y no lo entiendo. Los jóvenes y usuarios de redes sociales se gastan mucho dinero votando ciertos perfiles. Un ejemplo, Sofía Suescun. No entiendo a quién le puede gustar o servir de ejemplo. No me parece merecedora de ganar 'Gran Hermano', pero pasó. El cambio lo noto en la gente que llego a pensar si está enferma. Hay ganadores que ni les considero como tal, sinceramente, pero la audiencia manda.
-¿Cómo viviste la primera edición?
-No la seguí al cien por cien, pero sí que la veía. Recuerdo que me pillaba en el gimnasio y lo comentaba con el monitor. Tampoco me enteraba mucho. Sí recuerdo ver la película, me reí muchísimo. Es más, conozco a casi todos los concursantes, son muy majos, maravillosos muchos de ellos. No recuerdo haberla vivido, no era muy consumidor televisivo.
-Hasta que decidiste presentarte, ¿cómo fue?
-En mi casa lo veía todo el mundo, menos yo, no me interesaba. Cuando me dijeron que iba a entrar en 'Gran Hermano', no se me olvidará nunca, llamé a mi tía Poli que era muy seguidora del programa para preguntar por todo. Entré en la casa por casualidad y es lo mejor que he hecho en mi vida. Volvería una y mil veces. Como contaba, había roto con mi ex y la madre de un amigo me animaba, porque ya conocía mi personalidad, y fue otro amigo mío quien escribió la carta. Lo hizo por Internet y envió una redacción. Luego me llamaron y, por curiosidad, fui con un amigo. Me convocaron en un hotel de San Sebastián y entré por la puerta de atrás de la cola kilométrica, porque no quería esperar. Había cientos de personas y en ese momento que entraba por la cafetería salió un chico y me preguntó: «¿Vienes al casting?». Le dije sí y pasé de los primeros. Así empezó todo.
-¿Cuál es el primer recuerdo que se te pasa por la mente de la casa?
-Tengo muchos recuerdos bonitos. Hay una imagen que siempre me viene, hablando con Chiqui. El aburrimiento te hace que tu imaginación empiece a volar. Estar en 'Gran Hermano' es como volver a tener 15 años y empezar a disfrutar de lo poco que tienes, que es nada, tu palabra y el poder hablar con la gente. Entonces me acuerdo con un bolígrafo hacer una cerbatana. Estábamos hablando en la cama, cogí arroz y empecé a lanzarla. Ella me tiraba con cosas, incluso yo la lancé al jacuzzi y la piscina. Hacíamos guerras de agua, era divertidísimo, inundamos la casa muchas veces. Hasta nos 'cargamos' equipos de sonido y 'El Súper' nos llamó la atención. Hay vídeos por ahí, la gente disfrutó tanto con eso.
-¿Cambiarías algo de tu paso por la casa?
-Absolutamente nada, aunque no hubiese ganado 'GH'. Soy así y no voy a cambiar. Soy una persona muy luchadora, inconformista y, sobre todo, cuando veo algo que no me gusta salto. A veces veo los 'reality' y pienso si me tocara con tal o cual concursante. De haber convivido con Sofía Suescun no me iba a callar ni media. Me da igual que me echen, pero veo un cinismo tan grande que no soy capaz de callarme. No lo hice entonces y tampoco lo haría en los sucesivos. No soy de callarme, me puede el lado pasional. Hay cosas con las que no comulgo. Que soy guerrero y polémico, puede que sí, pero no me arrepiento. Tengo personalidad y si me equivoco también sé reconocerlo y pedir disculpas. No se me caen los anillos por eso, pero mis ideales los llevo hasta el final y lo injusto. No soy de los que miro para otro lado, entro al trapo. Si algún día entro a algún 'GH VIP' o cualquier otro 'reality' no voy a pasar desapercibido. Nunca lo he hecho, aunque eso nunca se planea, se vive sobre la marcha. Me conozco y me pasa en mi vida real.
-¿Alguna vez imaginaste que te cambiara tanto la vida?
-No, nunca. 'Gran Hermano' es el reflejo de lo que tú eres y eso se transmite. Hay mucha gente que dice que el programa les hizo mal, se quejan de no tener trabajo... Si tú realmente entras a la casa y eres un personaje se va a proyectar eso. Sin duda, el programa ha cambiado mucho mi vida y para bien. He tenido una gran suerte porque soy uno de los concursantes más queridos de 'GH'. ¿Cambios? Quién me iba a decir que iba a estar presentando un programa de televisión o de radio. Me acuerdo que me encantaba 'Crónicas marcianas'. De hecho, muchas veces me pongo vídeos en YouTube, también me gustaba mucho 'Esta Noche Cruzamos el Mississippi'. No sé cómo no lo hacen ahora por las noches, eran buenísimos. Esa frase que dicen que cuando haces lo que te gusta no es trabajo, yo nunca lo pensé, pero es verdad. Amaba hacer el programa de 'La Noche Pirata', me reía lo máximo. Empezabas y no sabías cómo iba a terminar, cada día era una aventura. Valoro mucho conocer gente, invitados nuevos de todas las partes del mundo, vivir experiencias.
Una de las historias más increíbles fue cuando vino el alcalde Ledezma, recién escapado de la tortura en Venezuela, que nos contó cómo se escapó. Se me ponía el vello de punta cuando nos contaba cómo estuvo al borde de la muerte. Sin olvidar momentos de mucha risa con mis compañeros, gente muy divertida: Yola berrocal, Liz, Miguel Vilas, Pipi Estrada… Empezamos con presupuesto cero un programa en la radio y lo reventamos de audiencia, siempre éramos 'trending topic' en España, un número uno. Por donde voy en España, la gente me para, se hacen fotos conmigo, me dan besos y sientes el calor y el cariño. Soy súper afortunado y a mí todo eso me lo dio 'GH'. Sin duda, me ha cambiado la vida a mejor. Siempre estaré agradecido a este concurso de Telecinco, pero también a mí mismo porque considero que fui una persona honesta y no hice ningún papel ni me tramas ridículas para llamar la atención. Tenía el alma tan hecha polvo cuanto entré, que para mí salir curado fue de los mayores premios. ¡Me encanta 'GH' y lo que ahora soy!
-¿Cómo recuerdas tu llegada a Cantabria tras ganar?
-Fue maravilloso. Al salir estás medio atontado y tardas mucho tiempo en volver a ser tú. Igual pasa un mes hasta aterrizar y ser consciente, porque todo empieza a pasar muy deprisa. Recuerdo llegar a Telecinco y hacer el cambio de coche y ver cientos de autobuses con pancartas de 'Ivanistas'. ¡Estaba alucinado! Empezaron a gritar e igual había 4.000 o 5.000 personas. Intenté acercarme, pero no me dejaban, yo no sabía cómo agradecer eso. Entré anónimo y cuando salí de ahí era queridísimo. Ese fue mi primer contacto con el exterior. Ni te cuento cuando vine a Santander. Recuerdo que me tenían una fiesta preparada, que siempre se lo agradeceré a muchos hosteleros de la ciudad, no lo olvidaré nunca. Vine con todos mis compañeros o con casi todos mis amigos de 'GH' y no entraba la gente. Había miles de personas, toda la calle ocupada, la policía por allí. ¡Nunca vi algo igual! Eso que dicen que nadie es profeta en su tierra, yo fue llegar y sentirme súper querido. Jamás olvidaré en mi vida el recibimiento. Llevo viviendo mucho años fuera, pero yo a Cantabria la llevo en las venas. Amo mi tierra, mi gente, la personalidad de los cántabros. Es gente especial, suele ser honesta, buena y noble, no está corrompida todavía. Para mí, Cantabria es mágica. Recuerdo también cómo me trataban los medios de comunicación de aquí, visité El Diario Montañés, me enseñaron cómo funcionaban las rotativas… Siempre estaré eternamente agradecido a esta comunidad.
-¿Tienes algún concursante favorito?
-Sí, de otras ediciones, Indhira. Fue una persona totalmente natural como se veía en la tele, simpática, graciosa... yo me he reído con ella lo que no está escrito y somos muy amigos. Ella tenía que haber ganado 'GH'. Su año fue ella y me pareció muy injusto que la expulsaran. Incumplió la normas al tirar un vaso de agua a Carolina, que era de Cantabria, pero le traicionaron los nervios. La otra era veneno, yo la conocía y buscaba la fama. Curiosamente no se la ha vuelto a ver nunca más, pero Indhira sí era auténtica. Ahora está un poco fuera de la tele porque no quiere, porque lo pasó muy mal ella, pero para mí es de las mejores concursantes, legal, natural al cien por cien. Estuve en todos sus debates y la defendía y lo sigo pensando. Sin duda ninguna, tenía que haber sido para la ganadora de 'GH 11' Indhira Kalvani.
-Las frases míticas que más recuerdas de la historia del concurso…
-Sin haber seguido la primera edición al detalle, todo el mundo recuerda la frase de «¿Quién me pone la pierna encima?». Creo que se hicieron hasta canciones con ella. Hay muchas frases míticas en cada edición, porque todas tienen su historia, su magia, y transportan un poco a la personalidad de cada concursante. Recuerdo también lo de «los papeles de la paella», aunque eso me parece absurdo. Personalmente, me partía la caja con Chiqui y su «Asín de claro» o «Porque te hago la cruz del gato». Ella hablaba como en su casa habitualmente, porque es de Murcia y lo decía con tanto salero. Yo estoy acostumbrado a hablar de otra forma, la oía a ella y me reía mucho. Tenía sus palabros como Ana Toro, que era más mala que un diablo, pero me reí lo que no está escrito con sus frases. O con Germán, que fue el primer expulsado, algo injusto, porque no os imagináis lo que se perdió 'GH'. Es una de las personas más divertidas que jamás he conocido en la historia de la tele, pero no le dieron la oportunidad. De haber estado más la que se hubiese montado. Hubiera sido de mi círculo, ¡era y es un tío grande! Me acuerdo de ir con él a sitios de invitado a discotecas y sabías cómo ibas con Germán, pero no cómo volvías. Él siempre desaparecía. Reconozco que los momentos más graciosos de mi vida los he pasado con Germán, lo que se perdió la televisión.
-La historia de amor inolvidable…
-La verdad que yo no soy de historias de amor en 'GH'. No hay ninguna que haya dicho, ¡qué bonito! Estoy un poco en contra de las carpetas. En la casa juzgo a una persona no porque viva una historia de amor. Igual ocurre y resulta que eres lo peor. A mí me gusta la persona y valoro y juzgo a los concursantes por su forma de vivir, jugar y actuar. Un ejemplo, Sofía Suescun, que todo lo que contaba eran películas de mentira. Muchos lo utilizan para escalar en el concurso y seguro que historias bonitas ha habido, pero sin más. Me gusta más la persona que me hace reír, con la que me lo paso bien, que me gusta su personalidad y cómo defiende sus ideales o a sus amigos en el concurso. Alguien que va allí y es un muermo, pero que está viviendo una historia idílica, no me gusta ni pienso que merezca ganar. La gente que se vuelve loca con esas carpetas que se forman me parece que tienen una vida propia muy vacía y les convence el que dos se enamoren. A mí eso no me impresiona, prefiero a quien ve una injusticia y lucha allí por ella y lo dice, se moja. No me gusta la gente gris viviendo idilios de amor, es una parte más de la vida, pero por eso no te voy a hacer ganador. Yo premio los valores, la forma de pensar, aunque te equivoques, porque vives tu concurso y no bailas al son de lo que vas viendo. Es un error buscar una historia como, por ejemplo, Gianmarco y Adara. A ella, al menos, no me la creo, no dice la verdad ni al médico. ¿Por qué ha ganado? Por sus películas de carpetas de amor, de que hoy voy contigo, por el rollo que nos vendió, que no hay quien se lo crea. Hay gente que debiera valorar más otras cosas.
-¿Hubieras imaginado tu concurso sin Mercedes Milá?
-No, para mí Mercedes siempre ha sido el espíritu de 'GH', un gran equilibrio en el concurso. Considero que es la presentadora más importante que ha tenido el programa. Evidentemente ya no puede ser, porque no está, pero nunca se sabe. La vida da muchas vueltas y donde hoy no está, mañana sí. Respeto a Jorge Javier Vázquez, lo hace bien, es un gran presentador, pero me quedo con Mercedes Milá.
-Dicen que la fórmula con anónimos se ha agotado, ¿estás de acuerdo?
-Creo que no. 'GH' va a volver con anónimos, ya lo veréis y va a reventar las audiencias. Hay mucha gente por ahí que no se merece que no la descubran todavía. A veces conozco a alguien y pienso cómo lo haría en la casa. Es necesaria la fórmula con anónimos, aunque es maravillosa la versión VIP. Quiero que mucha más gente tenga la oportunidad de vivirlo y descubrir perfiles que son maravillosos televisivamente. Para mi programa siempre apuesto por gente que acaba de salir de 'GH', hay mucho talento. Tienen que convivir las dos versiones y entonces será lo más.
-¿Tienes ganas de volver a un 'reality'?
-Sí, ya lo he comentado antes, tengo muchísimas ganas de volver a vivir la experiencia. 'GH VIP' es mi próximo objetivo o la isla, pero volver a la casa me apetece muchísimo. Allí fui muy feliz, tengo ganas de recordar todo. Reconozco que estoy con ese mono de entrar en un 'reality'. Tengo mucha rabia contenida de otras ediciones, he visto cosas que no me gustan y siempre he dado caña en Twitter, porque soy así.
-¿Reto televisivo pendiente?
-Tengo ganas de ir a 'Supervivientes', pero insisto en que me veo en 'GH VIP', porque los compañeros van a ser distintos y sé que voy a tener que luchar mucho. Habrá más competencia porque los concursantes serían famosos, más conocidos, entonces el VIP me apetece mucho hacerlo y lo haré. También me gustaría hacer más formatos, siempre que encajen con mi personalidad.
-¿Qué tiene de especial la televisión respecto a otros medios?
-Diría que una capacidad de llegar a una gente altísima que igual otros medios no tienen, pero soy de los que piensan que cada medio tiene su personalidad. A mí me encanta hacer radio y no tiene nada que ver con la televisión. Es mágico llegar al alma de la gente sólo escuchándote. Aunque reconozco que hacer televisión es súper divertido. Nunca he escrito, por ejemplo, en un medio de comunicación. Creo que cada cosa tiene su secreto, imagino que escribir en un periódico también sea una gran experiencia.
-Unas palabras de ánimo para tus seguidores y vecinos de Cantabria…
-En estos momentos tan difíciles que estamos viviendo, diría que los más trágicos y desesperantes de la historia de España, igual desde la guerra civil, aunque no la viví, pero según cuentan. Sin duda, los más difíciles que he vivido en mi vida quiero mandar un mensaje de mucho ánimo, sobre todo, de empatía para todas esas personas que ahora están en sus casas y han perdido a seres queridos. Además se les junta que pueden perder sus trabajos, que están asustados y pensando en el futuro incierto. Habrá muchas personas que estén destrozadas, familias pasándolo fatal. Estamos todos así, no sabemos por dónde vamos a tirar, qué va a pasar con nuestro trabajo ni nuestras vidas. Yo, afortunadamente, a día de hoy no he perdido a ningún ser querido, pero hay muchas personas que sí y aquí en Cantabria. Quiero mandarles muchísimo ánimo. Sé que no hay palabras que consuelen eso, cuando un ser querido se va y además sin esperarlo. Envío toda mi fuerza, todos unidos lo vamos a conseguir. Estoy completamente seguro, vamos a salir de esto y pasará. Hay días que me quedo parado en el jardín pensando en toda la gente que sufre. Tengo muchísima empatía con ellos. Entre todos vamos a hacer que España sea más fuerte y esté unida como nunca. Todo mi cariño para las personas que han perdido seres queridos, trabajas, que están viviendo desgraciadamente este drama. ¡Os mando un beso muy fuerte a todos!
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