Jesús Mazón: «No vivo de la fama que me dio la televisión. Esa etapa ya la superé. Soy mucho mejor ahora»

Cada exposición que monta es un éxito social y el reflejo de su poder de convocatoria. Habrá perdido la cuenta de las veces que se enfunda el traje y la corbata, otras tantas veces pajarita, para ser el rostro de eventos y convocatorias institucionales. Aunque es más Jesús cuando pasea a su perrita Rita o se deja llevar por sus mimos. También cuando se asoma a los micrófonos de Cope Cantabria junto a Cristina Jimeno y no pierde su hilo comunicador. Algo que continuará en Cantabria DModa, donde pronto nos sorprenderá con un formato de entrevistas en las que también se mostrará con todo su talento.

-¿Cómo han cambiado la realidad de un comunicador como tú las redes sociales?

-Siempre he visto las redes como un medio, no como algo de venta comercial sino como venta personal. Aunque considero que las redes sociales no tienen un largo recorrido en nuestras vidas. El tener el concepto de 'influencer' es erróneo porque en muchas ocasiones carece de contenido.

-En cuanto a los eventos, ¿ves un cambio grande en los últimos años?

-Sí, el cambio es bastante notable. Lo podemos ver en el público que va a estos eventos, al igual que las personas públicas que asisten a ellos. Se ha notado también en el cambio de los propios organizadores. Ahora mismo las fiestas y eventos que priman en el panorama actual son todas de un carácter más benéfico que centradas en temas concretos a lo que socialmente hablamos, como podría ser de moda.

-¿Habrás vivido mucho en tantas fiestas y eventos en Cantabria?

-Siempre que he ido ha sido para trabajar, desde el momento en el que tenía la preparación previa ya sabía que era cuestión de trabajo. Eran momentos en los que se cerraban bolos, se concertaban entrevistas, pero ahora mismo es algo que no se da de esa manera.

-Ahora ejerces como gestor cultural, ¿en ese terreno ha habido una evolución en la región?

-Ahora mucha gente está haciendo cultura, puede que no sea a la misma altura que anteriormente, pero es de valorar. Sí que años atrás podía ser una época más gris en lo que a eventos y propuestas culturales se refiere, mientras que actualmente se ha incrementado en la ciudad de Santander ese nivel y nos damos cuenta porque podemos ver varios eventos casi seguidos en la propia semana, incluso simultáneos.

-Falta organización o generar sinergias…

-Decían de Santander una frase que siempre me ha gustado mucho: «Ciudad pequeña, infierno grande». Lo resume muy bien, porque al ser una ciudad pequeña el problema que podemos ver es el ego, tanto de los organizadores que quieren atribuirse un mérito antes que el bienestar de ese trabajo. Además de que cada persona se mueve en su sector y lo hace únicamente en sus intereses. No hay unión en los gestores culturales, ahora mismo se vive de una manera más hacia la galería, en la que tiene más valor lo bien que puede quedar una fotografía, que el valor que hay detrás y eso no es consumir cultura. El titular «La cultura es como el sexo, se habla más que se practica», es verdad. Todo el mundo es muy cultural, a todo el mundo le gusta la cultura, pero en la realidad nadie está consumiendo cultura.

-Viajas mucho, ¿qué se dice de Santander fuera de la ciudad?

-La percepción de Santander ha cambiado mucho, puesto que antes se tenía una imagen de un pueblo más cerrado y eso va cambiando. Podemos ver que tenemos muchas actividades, es una ciudad pequeña que permite pasear, tiene una gran oferta gastronómica y su belleza es asombrosa. Sí que es cierto que la ciudad ha cambiado mucho, pero todavía los habitantes de la ciudad están en proceso de cambio. Las generaciones actuales son las que han ido cambiando esta imagen, pero todavía queda trabajo en ello, puesto que se ve que el salto de este tipo de carácter más cerrado sigue estando presente, cuando debemos tener en cuenta que muchos santanderinos en la época de la crisis lo han pasado mal.

-Y Jesús, ¿cómo cambiado evolucionado tú en estos más de veinte años de profesión?

-Entré en el 1997 en El Diario Montañés, junto con Pedro López, para llevar el Club Lector. Sin duda, he cambiado mucho, podría decir que ahora soy menos tonto en todos los sentidos de la palabra. El trabajar tan joven en la televisión, donde todo el mundo te está alabando a la vez que ves que el trabajo está funcionando, hace que tener los pies en la tierra y tener esa cordura sea complicado, fueron mis años dorados en la televisión, tanto por los programas como por la proyección que tenía, además del respaldo. Aunque no soy un 'Don Fue', no vivo de la fama que me dio la televisión. Esa etapa ya la superé. Soy mucho mejor ahora. Si dijera a día de hoy que sigo siendo el mismo sería que he perdido mi tiempo, porque todo lo que he aprendido hace que me vea más vivido y siendo sincero, vivir todo de nuevo sabiendo lo que se ahora sería una experiencia totalmente nueva, a pesar de que no se realiza la misma televisión hoy en día.

-¿Echas de menos ese medio televisivo que viviste?

-Echo de menos la felicidad que yo sentía al hacerlo, pero también es cierto que esos años me han hecho pagar un alto precio en el terreno personal, porque toda mi vida era el trabajo. También muchas puertas se abrieron para mí, pero el concepto de televisión que yo trabajaba se estaba perdiendo y a pesar de tener más proyectos y haber podido seguir en la televisión decidí cambiar y así conseguí reinventarme.

-¿Te gustaría volver al tipo de formato televisivo que hacías?

-Sí, pero haría un formato totalmente nuevo, ya que el aprendizaje que he tenido me ha hecho crecer y considero que podría hacerlo de una manera más profesional. Porque después de haber visto algún video antiguo de mí mismo, me doy cuenta de que era un joven con pasión por mi trabajo, pero veo que el cambio es positivo profesionalmente.

-¿Cuál era la mayor diferencia que veías entre el Jesús mediático y el que quedaba cuando los focos se apagaban?

-Me imagino que como todo el mundo. Los médicos o carniceros cuando llegan a su casa no se comportan igual que en su trabajo. Pero fuera, a pesar de saber que mi personaje era lo que me sustentaba, en la intimidad siempre he sido una persona más reservada y bastante silenciosa.

-Las nuevas generaciones desconocen a ese Jesús televisivo…

-En su mayoría me conocen sus familiares más mayores, pero es algo lógico por el cambio mediático.

-¿La gente te dirá que te echa de menos en la 'tele'?

-Mucha gente me pregunta directamente porque después de salir de la televisión no saben tanto de mí, pero lo más importante es que sigo vivo, porque hay vida después de la televisión. Pero, ante todo, estoy agradecido del cariño que siempre me ha dado la gente. Y centrado en diferentes proyectos.

-¿Qué te gustaría que esta gente que ha sido y es tu público se llevara de Jesús?

-Se han llevado una parte muy real e importante mía, porque cuando la gente habla conmigo dicen que les trasmitía mucha energía y alegría. Por lo tanto, aquí es donde sé que no todo es inventado. Siempre hay una parte de nosotros mismos y me siento muy agradecido por todo el cariño que la gente me trasmite. También es cierto que lo que me siento es respetado en mi trabajo por el paso por televisión tanto por mis compañeros como por la gente.

-Has apostado mucho por Cantabria y por este proyecto de vida, ¿te has arrepentido alguna vez de hacerlo?

-Me puedo haber arrepentido de no haberlo intentado más, pero al final en la vida todo pasa por algo, pero siempre en Santander o Cantabria me he sentido muy bien.

-Sabemos que te gusta mucho Inglaterra, ¿te proyectas marchándote?

-No lo sé, cuanto más mayor me hago, más dudo de todo. Sé las cosas que no quiero, pero las que quiero son una sorpresa. No descarto irme al fin del mundo. No me aferro a un único estilo de vida porque mi soledad me da en parte esa libertad y de cambio ante lo que quisiera.

-No te da miedo hablar de esa soledad siendo una persona tan emocional, pero podemos ver que salvaguardas esa parte propia.

-Creo que, en el fondo, la soledad es algo elegido. Puedo estar solo a nivel personal, pero no me siento solo. He amado mucho, he querido mucho, pero el tener una imagen pública hace que la gente pueda tener una idea de ti que no se corresponde con la persona que eres totalmente. A pesar de estar ahora mismo solo, yo no me quiero morir solo, porque la vida es mucho más hermosa cuando se comparte con alguien.

-¿Aún crees en el amor?

-No me levantaría cada mañana si no creyera en el amor. El amor está en muchas partes y sí, sigo creyendo en el amor romántico, a pesar de no sentirlo hace un tiempo. Lo importante es estar receptivo, no estoy cerrado a nada. ¡Quiero que la vida me sorprenda!

-Puedes adelantar algo de lo que harás en Cantabria DModa…

-Quiero juntar a buenos amigos y mis lugares favoritos, para así poder compartir grandes momentos con gente que tiene muchas cosas que contar. Lo mejor es que vamos a seguir sumando y disfrutando con estas experiencias.