Julia Zambudio: «Extrañeza es el amor de mi vida»

–¿Quién es Extrañeza?

–La yegua con la que debuté. Con ella corrí mi primera carrera oficial.

–Que fue...

–El Derby de Laredo.

–¿Qué tiene de extraña?

–Su propia historia.

–¿Complicada?

–Como pasa con las personas, hay caballos con los que tienes una mayor o menor conexión. Pero mi historia con Extrañeza está a otro nivel, es algo que nunca he visto y no creo que vuelva a ver.

–Me tiene en ascuas.

–La compró Enrique Puente cuando yo montaba para él. Había sufrido malos tratos y llegó en pésimas condiciones; delgada, asustada, desconfiada... Tanto que no se dejaba tocar por nadie. A mí esa actitud me llamó mucho la atención, así que durante un par de semanas empecé a ir a diario a intentar que me dejase tocarla hasta que, un día, lo logré. Y ahí empezó todo. Desde entonces, solo yo podía tocarla, ponerle o quitarle la manta, cogerla de su paddock...

–Entiendo.

–Y cuando Enrique observó que ya no le servía para correr, entonces me la regaló.

–¿Qué significa para usted Extrañeza?

–Es el amor de mi vida.

–¿También le susurra al oído?

–Más que susurrar le hablo y, si le digo la verdad, surgen entre nosotras conexiones increíbles.

–Le habla y ¿qué le dice?

–Ya sé que hay gente que al leer esto pensará que estoy loca, pero le hablo igual que le hablaría a cualquier humano. Y ¿sabe qué? Me entiende mejor que muchos.

–La creo.

–Sabe cómo decirme lo que quiere a cada momento.

–La Ley de Protección Animal considera seres sintientes a los animales de compañía. Y considera animales de compañía a los perros y los gatos. A los caballos, no.

–En este ámbito tenemos bastante que mejorar en España. Muchas personas piensan que los caballos no tienen ese tipo de capacidades desarrolladas, pero se equivocan.

–¿Para usted qué es exactamente un caballo?

–¡Uf! Los caballos son mi vida, mi pasión, mi vía de escape y a veces también mi rompecabezas, jajaja.

–Visto el panorama actual, ¿entiende que Calígula nombrara cónsul al suyo?

–¡Desde luego! ¡Lo hubiera hecho mejor que muchos!

–Oiga, hablando de nombrar... Battle of Waterloo, That Feeling, Perfect Sunrise, Zaster for All... ¿Quién le pone los nombres a los caballos?

–Jajaja. A veces yo también me hago esa pregunta.

–¿No bastaba con Rocinante, Babieca, Imperioso o Pegasus, que ahora está de moda?

–Los nombres de los caballos no se pueden repetir en el caso de que hayan sido históricos. Y yo apostaría a que esos ya los ha utilizado antes alguien.