Inmaculada Torrijos: «Lina me ayuda en los momentos de mayor estrés»
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NACHO GONZÁLEZ UCELAY
Santander
Sábado, 29 de mayo 2021, 07:59
La enfermera Inmaculada Torrijos, trabajadora en el Servicio de Medicina Preventiva de Valdecilla y soldado del ejército sanitario que persigue la rendición del coronavirus jeringa en mano, ha conseguido mantener equilibrados sus niveles de estrés durante quince meses críticos con la ayuda generosa ... de una anciana coneja que, al tacto, libera sobre ella una profunda sensación de paz y bienestar. Se llama Lina y, a lo que se ve, también es enfermera.
(Santander, 1968) es enfermera. Especialista en Pediatría y Máster en Dirección y Gestión de Servicios Sanitarios, trabaja en el Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.
Animal: Conejo. Raza: Conejo enano. Edad: 9 años. Peso: 1,450 kilos. Características: «Sociable», «cariñosa» y «juguetona».
-¿Quién es Lina?
-Una coneja que lleva 9 años en nuestra casa.
-¿De qué chistera salió?
-Nos la regaló una persona que no la podía atender.
-No fue uno de esos regalos que uno hubiera deseado no recibir nunca.
-¡No! No me arrepiento para nada de haberla acogido en nuestra casa.
-Lo imagino. Considerando que es el animal doméstico más apreciado detrás del perro y del gato...
-Es que son muy graciosos y juguetones.
-¿Me puede explicar cómo se construye un vínculo afectivo con un conejo?
-Como enfermera pediátrica puedo decirle que igual que se crea un vínculo afectivo madre-hijo desde el nacimiento, también desde el principio es importante construir una relación sólida con el conejo para que, de esa manera, pueda reconocer a aquellas personas que le cuidan y disfrutar de su compañía.
-El dibujante Peridis, que también tiene una coneja, Heidi, ya advirtió en su momento de su capacidad destructiva. Se cargó a mordiscos el cable de la fibra óptica.
-Lina es más de alfombras.
-Así que come alfombras.
-Hemos tenido algunos problemas con los flecos, sí.
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-¿Y ustedes?, ¿qué comen?, ¿carne de conejo?
-No. En mi casa todos consumimos muy poca carne. Comemos verduras, legumbres, pastas, cereales...
-Pues dicen que va bien para el coronavirus.
-¡Ah! ¿sí? No sabía.
-Ni lo quiere saber, ¿verdad?
-No, jajaja.
-¿Conoce la cuniterapia?
-Sí, claro. De todos es sabido que los animales nos ayudan a mejorar nuestra salud mental y emocional.
-¿Y Lina mejora la suya?
-Cuando se tumba a mi lado tras un día de trabajo agotador, me resulta muy relajante acariciarla, tocar su pelaje, que es tan agradable y tan suave. En los momentos en los que la crisis causada por el coronavirus me ha provocado un mayor estrés mental y emocional, Lina me ha ayudado mucho a sentirme mejor.
-Está probada su eficacia en los niños con características propias del espectro autista, con parálisis cerebral o déficit de atención.
-La cuniterapia en general les aporta múltiples beneficios, especialmente en aquellos casos en los que el contacto físico juega un papel importante. Y este tipo de conejo en particular es de enorme utilidad, porque es bastante tranquilo, se deja abrazar, se deja acariciar, y crea momentos únicos interaccionando con los niños, favoreciendo su relajación y mejorando sus capacidades de comunicación.
-¿Cree que Lina sería una buena terapeuta?
-Estoy segura. Y si no me cree, pregúnteselo a mis padres, que cuando nos vamos de viaje y se la dejamos luego no nos la quieren devolver.
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