Mela Revuelta nos explica el valor de nuestras fisuras

Sigo viendo grietas que hay que rellenar por más que lluevan los años, pero me gusta sentirme vulnerable y, aunque soy una maniática del orden, amo las imperfecciones, amo las curvas y siento debilidad por las texturas en las que el paso del tiempo se acentúa… La tela descolorida de un mantel, la tapicería deteriorada de un sofá, la madera desgastada de un mueble, el óxido del ancla que verdea, los desconchones de una pared, los pliegues de una fotografía, las manchas negras en un espejo, las sombras o las roturas de la piedra natural hecha estatua, incluso las arrugas de la sabiduría en la frente. Todo añade valor y lo convierte en algo especial y único, con mucha más importancia que la pieza original intacta. Somos singulares y suficientes.

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Te convido a que celebres la belleza de tus fisuras… Una cicatriz, un corazón 'roto', sí, también un pensamiento en clave baja busca la luz. 'Somos' llenos de fisuras inspiradoras que reseñan sin lugar a duda tu esencia, tu fortaleza y tu superación.

Lo de menos es cómo nos encontremos. Hay que permitirse la duda, hay que saborear la experiencia, hay que dejarse sentir para abrazar con mimo cada uno de los pedacitos en los que nos fragmentamos para volver a juntarlos con amor. Et voilà.