Raquel Ruiz: «Un buen profesional tiene que ser buena gente»

«Si eres emprendedora, ¡soy tu fan!». Así se presenta Raquel Ruiz, natural de Cabezón de la Sal, volcada en ayudar a «transformar proyectos en negocios PRO». Pocas palabras más bastan para entender el carácter generoso e inquieto de esta 'coach' y mentora de emprendedoras. Dicen que las mujeres suelen ser sus mayores enemigas, pero ella demuestra todo lo contrario. Se entrega totalmente en femenino plural para maximizar a sus clientas en este momento, que aunque parezca complejo, ofrece muchas «oportunidades». Entre sus consejos a quienes inician una aventura empresarial es que tengan en mente «que no eres tus resultados». Hablamos de maternidad, 'techo de cristal', conciliación y mucho más, pero siempre respetando los tiempos y recordando que el mar es su terapia. Por suerte, esta gran profesional se une al equipo de Cantabria DModa, donde compartirá artículos de lo más inspiradores sobre el emprendimiento, especialmente sobre su «cara B». ¡Bienvenida!

-¿Quién es Raquel Ruiz?

-Una emprendedora, madre de dos niñas pequeñas, mente inquieta, enamorada de nuestra tierra y una superviviente a mi locura diaria gracias al café y a dosis extra de humor.

-Vienes del mundo de la tecnología, ¿cuántas veces te has reinventado?

-Reinventarme de forma completa, una vez, cuando pasé de ser consultora a Emprendedora. Pero, la verdad, es que cuando trabajas en el sector tecnológico, vives en constante cambio e innovación…y eso también sucede en el emprendimiento.

-Hablas de haberte topado con el tan criticado 'techo de cristal' en el mundo de la empresa, ¿cómo se puede acabar con él?

-Creo que como sociedad tenemos muchas cosas que replantearnos, hay muchas piezas en el puzzle. Por un lado, hay muy pocas mujeres en puestos de responsabilidad y aún arrastramos la creencia de que 'echar horas por estar' equivale a ser productivo y buen profesional. Y a día de hoy, sigue siendo complicado compatibilizar vida personal (concretamente, la maternidad) con crecimiento profesional, y eso hace casi obligatorio tener que elegir entre uno de ambos aspectos de tu vida. Espero que todo lo que está sucediendo en los últimos meses nos ayude a cuestionarnos que existe otra forma de ser productivos, y que aprendamos a liderar de otra forma mucho más coherente con la vida real de este momento.

-¿La maternidad fue tu gran punto de giro?

-No fue un punto de giro porque seguí trabajando como consultora después de mi primer embarazo. Pero sí fue un momento de responsabilidad al máximo porque fui más consciente que nunca de que iba a ser un espejo para mi pequeña... y sabía que había cosas, a nivel personal, que debía trabajar en mí misma. A partir de ese momento, decidí formarme y certificarme como 'coach' personal y ejecutiva, pero como herramienta personal y de crecimiento. Prometo que no tenía una motivación profesional en ese momento.

-¿Qué te ha impulsado a ejercer de 'coach' de emprendedoras?

-Para certificarme 'coach' necesitaba realizar un montón de horas de sesiones grabadas que debían ser examinadas y auditadas (y lo ideal es no hacerlo con familiares ni amigos). Empecé a hacerlo con compañeras de formaciones y de cursos que había empezado relacionados con el emprendimiento y me di cuenta de que me sentía genial con ese tipo de profesionales. Y, a medida que fui dando pasos en mi propio emprendimiento, otras compañeras me pedían que les enseñara cómo lo estaba haciendo. Así que detecté una necesidad, testeé que esa idea era viable, y eso terminó de perfilar mi 'nicho de cliente'.

-¿Cómo defines emprender o el emprendimiento?

-Cuando empecé me parecía una aventura, una mezcla de locura, miles de ideas y un nubarrón de dudas que despejar. Al cabo de un tiempo me empezó a parecer más un maratón, porque emprender requiere ser súper constante y el camino no se hace más sencillo, sino que tú estás más preparada para ello... Y a estas alturas, creo que es una súper 'iron woman' (y eso que no he hecho ninguna carrera de este tipo), porque requiere mucha energía, una buena dosis de riesgo y tener una mentalidad potente es clave.

-Si se trata de una mujer, ¿tiene un valor añadido?

-No necesariamente, cada profesional tiene una experiencia, unas capacidades y unos valores diferentes y es genial que sea así. Pero sí tengo que confesar que creo que ser emprendedora y madre te da un súper poder para sacar adelante los nuevos proyectos sin despistarte por el camino… porque no siempre te puedes permitir el lujo de dedicar tiempo a dudar, ¡hay que hacerlo 'o sí o también'!

-Ayudas a nuevas empresarias, ¿la mayoría son conscientes del escenario que se van a encontrar?

-Realmente no mucho. Es algo bastante lógico porque solemos tener como referentes a la gente de nuestro entorno que ya es emprendedora, pero cuyo modelo es diferente al actual y nos inspiramos en casos de éxito que han logrado resultados en un plazo de tiempo corto… pero nos falta 'el capítulo previo', las horas dedicadas, la incertidumbre, el presupuesto invertido y los tropiezos previos. Hay una 'cara B' del emprendimiento de la que no se habla, pero es la que más peso tiene en nuestros resultados.

-¿Qué consejo hubieras agradecido al lanzarte en tus proyectos?

-Que no eres tus resultados. Ni los geniales cuando haces un lanzamiento increíble, ni los momentos grises cuando las cosas no salen como tú habías esperado. Emprender (especialmente en el mundo 'online') no va de 'un disparo, un acierto', sino de seguir 'dale que te pego' hasta que lo logras. Y por el camino vas a tener tropiezos que no te van a hacer ni pizca de gracia, pero son los que te están forjando, ¡y es perfecto que sea así!

-¿Qué se puede decir a alguien que empiece de cero con mil dudas, miedos…?

-Que las dudas, los miedos e incluso la culpabilidad forman parte del camino. No lo estás haciendo mal por sentirte así, tienes que asumirlo, ponerlos en el asiento del copiloto y seguir adelante. Pero, sobre todo, no puedes esperar a que el miedo desaparezca para tomar decisiones, trabajar en tu visibilidad o dar cualquier paso en tu emprendimiento. El miedo no desaparece nunca porque en realidad es un mecanismo de protección de tu propio cuerpo, y en cada etapa hay nuevos retos, nos enfrentamos a situaciones diferentes y el miedo es algo natural. De forma práctica, es genial tener un grupo de emprendedoras en el que apoyarte y que te ayude a relativizar eso que piensas que solamente te pasa a ti... y trabajar las causas de esos miedos de forma personalizada con un 'coach', porque cada una de nosotras somos únicas y diferentes.

-¿Cómo explicas el salto de proyecto a negocio PRO?

-Es un cambio de 'chip' imprescindible, porque tienes que aprender a no definirte en función de lo que haces y ver tu emprendimiento como algo diferente de ti (aunque sea un negocio unipersonal). Tienes que trabajar cada día con la intención de hacerlo rentable y conseguir que tenga un largo recorrido, y eso requiere cambiar tu mentalidad, la forma en la que trabajas, la manera en la inviertes y los profesionales que traes para ayudarte a seguir creciendo. No tienes un proyecto, tienes un negocio, porque lo contrario es tener un 'hobbie' muy caro que requiere sacrificio personal sin retorno.

-¿Cantabria es un buen contexto para emprender?

-Estoy convencida de que sí, y me encanta descubrir cada poco tiempo nuevas emprendedoras en nuestra tierra, porque considero que es un motor económico súper importante para la región. Eso sí, a nivel de apoyo institucional estamos muy por detrás de otras comunidades autónomas y creo que es algo que nuestros políticos deberían replantearse seriamente.

-Hablar de conciliación real, ¿es una utopía?

-A día de hoy, es una utopía bastante lejana. Pretender llevar un negocio adelante mientras cuidas a tus hijos no es imposible, pero sin ayuda es un 'ni una cosa ni la otra' y genera una culpabilidad y un desgaste emocional que tiene un impacto súper negativo en nuestra visión de nosotras mismas como madres, como profesionales y como mujeres. Y a la larga, eso se refleja también en nuestros hijos. Espero que el hecho de habernos visto obligados a teletrabajar durante 2020 sin colegios abiertos nos haya hecho más sensibles a lo que las emprendedoras y madres hacen cada día sin apoyo.

-Muchas personas se enfrentan al dilema de ¿vida personal o profesional? ¿Es posible el equilibrio?

-La realidad es que mucha gente se ve obligada a elegir por las circunstancias, pero creo que esto no debería estar sucediendo a estas alturas del siglo XXI. Las estadísticas dicen que, en caso de dilema, son las mujeres quienes renuncian a su carrera mientras su pareja sigue creciendo y, honestamente, no me gustaría que mis hijas tuviesen que tomar esa decisión dentro de unos años. Pero una vez que decides ser madre y apuestas por seguir creciendo profesionalmente (en mi caso y en el de mis clientas, en el mundo del emprendimiento) no creo que el equilibrio perfecto exista. Para mí es más una cuestión de balance, en algunos momentos la balanza de tu atención y dedicación se inclina más hacia un lado y en otros momentos hacia el otro, ¡es todo un reto!

-Hace unos años había miedo a emprender, ¿ahora la realidad facilita hacerlo?

-Aparentemente sí, porque tenemos más información al alcance de la mano y podemos empezar a dar nuestros primeros pasos de forma relativamente sencilla. Pero la realidad que yo veo a diario es que mucha gente emprende porque la opción de trabajar por cuenta ajena ya no existe, y esto es algo que se ha intensificado en los últimos meses. Empezar puede parecer ahora más sencillo, pero levantar un negocio sigue teniendo los mismos retos que hace un tiempo.

-¿La burocracia desalienta?

-Totalmente. Desalienta, confunde, hace perder el tiempo y es un escollo inicial considerable. Nos hace falta 'para ayer' una actualización a todos los niveles por parte de las Administraciones Públicas.

-¿Actitud o aptitud para tener éxito?

-Ambas cosas. Requiere una buena dosis de constancia, de mantener la fe en lo que quieres conseguir a medio y largo plazo, de tropezar y levantarte rápido, de innovar y de asumir retos cada vez más grandes. Y por el camino hay que aprender infinito, así que ambas cosas son necesarias.

-¿Qué define para ti a un buen profesional?

-Paso cero: no conozco a ningún buen profesional que no sea buena gente. Además de eso, es alguien que mantiene una visión a largo plazo, que tiene una mentalidad muy potente, que asume el fracaso como un súper aprendizaje y que está dispuesto a innovar y hacer los cambios que sean necesarios. Es alguien que apoya a tope a otros profesionales, porque sabe todo el esfuerzo que supone llegar hasta donde estás: nadie te entiende como otra emprendedora. Y todos los grandes profesionales que conozco no solamente han creado un negocio con el objetivo de que sea rentable, sino que hay una motivación mucho más grande sobre lo que su negocio va a ayudar a cambiar el mundo que les rodea y va a ayudar a muchas más personas.

-Empleas las redes sociales como aliadas, ¿qué destacas de ellas? ¿Sabemos hacer un buen uso de las mismas?

-Creo que son una ventana al mundo increíble, y son una primera toma de contacto genial con tu marca y con lo que quieres transmitir. Eso sí, tu negocio no puede estar basado en las redes sociales ni en el número de seguidores que tienes, porque eso no paga tus facturas, y tu trabajo es transformar esos seguidores en clientes reales. Se dice que el 20% de la gente que está en una red social (Instagram, por ejemplo) genera el contenido que consume el 80% de la audiencia. Si eres emprendedora, deberías colocarte en ese 20%... y usarlo estratégicamente.

-¿Cuál es el primer paso que das cuando una emprendedora te pide ayuda?

-Conocer a fondo su historia y perfilar al máximo qué es lo que desea conseguir en su emprendimiento y en qué horizonte temporal. Es básico conocer a fondo a quien está al otro lado porque cada una de nosotras somos únicas, partimos de una idea completamente distinta y llegamos al emprendimiento con una motivación y un bagaje diferente, así que no hay fórmulas universales. Una de las cosas más importantes ese proceso es poner sobre la mesa sus dudas, sus miedos y todo lo que le está frenando: hay que deshacer todos esos nudos y reforzar tu confianza en ti misma para poder avanzar en tu emprendimiento.

-¿Tuviste algún mentor/a?

-He tenido distintas mentoras a lo largo de mi emprendimiento, y seguiré haciéndolo en el futuro. Creo que es una de las mejores inversiones en mi negocio, porque aprender de alguien que ya ha recorrido el camino que quieres hacer y que te guíe y te ayude de forma personalizada te ahorra tiempo, te acorta ese camino y te enseña infinito. En cada momento he tenido un tipo de mentora diferente para acelerar la parte de mi negocio que más necesitaba, y se lo recomiendo a todas las emprendedoras, tanto si están empezando como si ya llevan tiempo en esta aventura.

-El momento actual complica todo, ¿cómo se puede animar a alguien a emprender en un contexto mundial con una pandemia?

-Creo que es un momento tan bueno como cualquier otro. Hay un montón de nuevas necesidades en el mercado que hace un año no existían y eso es algo súper positivo para el emprendimiento. Los momentos de dificultades también lo son de oportunidades, y el momento actual, sin duda, lo es.

-¿Cómo empleaste el confinamiento?

-Lo empleé para conciliar, trabajar y sobrevivir a base de café y mucho humor. Después de todo eso, no me quedó mucho tiempo para otras aventuras, pero es cierto que estos meses me han enseñado a estar mucho más presente con mis niñas y a disfrutar un montón de cada pequeño momento.

-¿Qué importancia le das al orden?

-Una amiga me enseñó hace años una ley de correspondencia que dice algo del estilo de 'como es adentro, es afuera'. Para mí es importante que haya un cierto orden a mi alrededor porque eso me da un poco más de paz mental, pero reconozco que desde hace un tiempo he aprendido a sobrevivir con mucho humor aplicando lo de 'mejor hecho que perfecto'.

-Una frase que sea tu mantra…

-«No tienes un proyecto, tienes un negocio».

-Una terapia para ti de desconexión del trabajo es…

-Escaparme a mi pueblo, Cabezón de la Sal, y hacer cualquier cosa cerca del mar, sea lo que sea. Creo que vivir en esta tierra es un regalazo y cualquier momento es bueno para disfrutarla.

-Rincón favorito de Cantabria…

-La carretera de la costa entre Oyambre y San Vicente de la Barquera.

-Nosotros hablamos mucho de moda, ¿qué importancia le das a tu imagen personal?

-Para mí es importante a nivel profesional, porque forma parte de tu primera toma de contacto con quien te conoce. Pero, por encima de todo eso, para mí es fundamental arreglarme a diario para verme bien a mí misma, y es algo que hago aunque no vaya a salir a la calle ni vaya a ver a nadie: cuidarte a ti es fundamental.

-Un look para triunfar en una entrevista de trabajo o reunión profesional…

-Uno en el que te sientas cómoda y en el que la ropa sea una extensión de ti, con el que te digas 'soy muy yo'. No tiene sentido vestirte de forma diferente a lo que haces habitualmente porque lo que deseas transmitir es confianza, y eso se percibe al otro lado. Y personalmente, soy de 'menos es más' y de priorizar calidad frente a cantidad.

-Recomienda una lectura a las emprendedoras en potencia…

-'Te mereces esto y más', de Nuria Pérez Paredes.

-Y una película o serie…

-'Enola Holmes', la he visto esta Navidad y me parece súper inspirador para todas las edades.

-Estamos de suerte, vas a unirte a la familia de Cantabria DModa con diferentes artículos. ¿Qué planeas contar a nuestros lectores y lectoras?

-Tengo muchas ganas de hablar sobre cómo superar los obstáculos en el emprendimiento y lidiar con los días grises, cómo aprovechar a tope nuestro tiempo, cómo mantener el foco en lo que queremos lograr... Y, sobre todo, de hablar de 'la cara B' del emprendimiento (por ejemplo, cómo lidiar con la 'barra libre de consejos' que te da tu cuñado), ¡la lista de títulos que hemos preparado trae sorpresas!

-¿Ilusionada con unirte a este proyecto? ¿Qué te parece Cantabria DModa?

-¡Deseando arrancar! Me parece un lugar genial en el que inspirarse, aprender y conocer historias y personas que están haciendo cosas geniales en nuestra tierra, y ahora más que nunca es súper necesario rodearte y empaparte de este tipo de contenidos, ¡nos vemos muy pronto!