Recordando aquel papel higiénico
LO QUE EL TIEMPO SE LLEVÓ ·
Las compras compulsivas por la cuarentena despiertan la memoria de marcas míticas como 'El elefante'Secciones
Servicios
Destacamos
LO QUE EL TIEMPO SE LLEVÓ ·
Las compras compulsivas por la cuarentena despiertan la memoria de marcas míticas como 'El elefante'La obsesión que han demostrado numerosas personas acaparando en los supermercados bolsas con rollos de papel higiénico (coronavirus: acción/reacción) obliga a viajar al pasado nacional. Y es que en materia de papel higiénico los españoles que peinamos canas podemos contar muchas cosas. No ... en vano, incluso conocimos para tal menester el gancho del que colgaban hojas de periódico partidas en trozos. Literal.
Nadie que lo conoció ha olvidado el papel higiénico 'El elefante', que, para empezar, no se llamaba así. Bueno, para empezar y para terminar, pues no se llamaba ni así ni de otra manera: ¡no tenía nombre! Como en el papel de celofán amarillo que envolvía cada rollo aparecía un elefante de color rojo, se quedó con 'El elefante'. De tal modo lo pedía la gente en las tiendas. Desde los cincuenta causó sensación. Lógico: pasar del gancho al rollo era pasar, en teoría, de la nada al progreso.
En el celofán que lo caracterizó constaban 'Hojas', '400' y 'Patentado'. Y también «papel fabricado por la Papelera Española» (años después, por Sancel). No existía la palabra «higiénico». Inicialmente de color marrón, tenía dos caras bien distintas: una de brillo (suave) y otra mate (áspera como la lija). Entre los comentarios populares destacó uno en plan slogan que decía: «Si quieres tener el culo elegante, usa papel del elefante». No sé a qué ciudadano se le ocurrió, pero apuntaba para pluma de altos vuelos. De 'El elefante', por cierto, se aprovechaba todo. Incluso el tubo interior, de cartón duro. Con él nos divertíamos los chavales. A falta de más ingenios, construíamos prismáticos, pintábamos animales o inventábamos juguetes.
La puesta en escena del producto era atractiva. El celofán amarillo con un proboscídeo rojo llamaba la atención. Y como se vendía de rollo en rollo, muchas unidades en una estantería atraían la mirada. La confirmación del éxito de 'El elefante' no tardó en llegar. Pronto aparecieron propuestas similares, lo que provocó que el consumidor se hiciera a veces un lío. Irrumpieron en escena un papel sin nombre con un hipopótamo rojo, con un tigre, con una rana, 'El coyote', 'El avestruz', 'Zenit' (por cierto, etiquetado ya como «papel higiénico»), 'La amapola', etcétera.
Quién iba a pensar que transcurrido tanto tiempo desde aquello se compraría de manera compulsiva en España tal cantidad de papel higiénico. La pregunta es: ¿para qué? La respuesta, una incógnita. Los misterios de la mente humana son insondables.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.