«Sale muy barato maltratar a un animal»

El juez Luis Acayro Sánchez pensaba que le hacía un regalo a su hija el día que le llevó al cachorro. Ignoraba que, en realidad, se lo estaba haciendo a sí mismo. Y también al propio animal. Si es verdad lo que ha revelado un equipo de científicos de la Universidad de Kioto, que los perros tienen un acentuado sentido de la justicia –e, incluso, de la moralidad– que les hace sentirse más cómodos con un humano que actúa de manera justa que con uno que no obra de ese modo, Peluche no ha podido ir a parar a un hogar mejor.

–¿Quién es Peluche?

–Alguien que si no existiera, habría que inventarlo.

–Y yo que me le imaginaba con dos rottweiler ¿oiga?

–Jajaja. Bueno, bueno... Eso es un claro prejuicio que creo que se tiene sobre mucha parte de la judicatura pero que no se ajusta a la realidad.

–Pues mire, igual le hubieran dado menos trabajo.

–¿Por qué?

–Porque tengo entendido que el bichón maltés pasa más horas en la peluquería que Elena Morlote.

–¡Ah! Sí. Es un perro de cuidados delicados y si no le llevas cuando le toca, al final se le forman nudos y hay que raparlo. Alguna vez le ha sucedido eso y créame si le digo que lo ha pasado mal porque tener pelo les da confianza.

–¿Participa en esos cuidados o se escabulle en cuanto tiene la ocasión?

–Mi parte es la del paseo.

–¿Qué aporta a su familia?

–Mucho amor. Para mí es como un hijo más al que si pudiera también inscribiría en el libro de familia.

–¿Es un perro justo con usted?

–Sí. Es un perro muy agradecido y bueno. A veces, hasta demasiado bueno.

–Y usted, ¿es un dueño justo con él?

–Lo intento.

–El proceso que dirigió contra la corrupción urbanística en Castro Urdiales...

–...¿Sí?

–¿Fue un plan para que Peluche tuviera más espacio para correr?

–Jajaja. ¡Por supuesto que sí! Aunque ya por entonces estaba casi todo construido y parece que se pudieron olvidar de algunas parcelas que el planeamiento establecía para parques y jardines.

–¿Cree que la Ley hace justicia con los animales?

–Es el eterno dilema; equiparar la Ley con la percepción que se tienen respecto a la justicia. Mire, muchas veces, conductas que parecen aberrantes se saldan con multas irrisorias y se culpa de ello a los jueces, que en realidad solo aplican lo que establece la Ley.

–¿Cuánto vale para los jueces la vida de un animal?

–Para mí, la vida de un animal tiene un valor incalculable. Y en ese sentido, creo que hemos avanzado en su protección, aunque es cierto aún queda mucho por hacer.

–¿Sale muy barato maltratar a un animal?

–Por desgracia, sí.

–¿Sabía que hace unos meses una jueza citó a una perra como testigo en el juicio de su propio maltrato?

–Sí. Fue una decisión simbólica pero consiguió visibilizar el maltrato animal.

–Si el caso cae en sus manos...

–La jurisdicción penal y los juzgados de familia son emocionalmente muy duros porque se dan las peores situaciones. Pero en ese caso, y en el resto, rige el principio acusatorio y habría que estar a lo que piden las acusaciones.