La santanderina Sara Martínez llena las redes sociales con su personalidad

-¿Cómo empezaste en este mundo?

-Me vino bastante de sopetón. Me descargué la aplicación Musical.ly, allá por 2016, y, de repente, me empezaron a subir los seguidores. A raíz de eso, decidí poner mi cuenta de Instagram pública y, cuando ya tenía un número considerable de seguidores en Musical.ly y Tiktok, me abrí un canal de YouTube.

-¿Te consideras a ti misma una 'influencer'?

-Sinceramente, cuanto más veo ese término, menos me gusta. Me parece que se categoriza a un grupo de personas muy concreto bajo esa etiqueta y, automáticamente, ya se les asignan unos prejuicios, tanto buenos como malos. Entonces, aunque a veces sí que haya personas o páginas de Instagram que me tomen por 'influencer', yo no me definiría como tal. Sólo subo contenido que me gusta para que la gente se entretenga con ello.

-¿En algún momento te imaginaste llegar a tener tantos seguidores en tus múltiples redes sociales o era simplemente por diversión?

-Como ya he dicho antes, en ningún momento busqué seguidores ni me lo esperaba, lo hacía porque era la moda del momento y por pura diversión.

-¿Qué consejo le darías a alguien que esté empezando en el mundo de las redes sociales?

-Que sean ellos mismos, que no intenten cambiar su personalidad o copiar la de alguien para poder triunfar. Al final, lo que engancha, al menos a mí, es ver a alguien natural, que no se esconde y que se note que está siendo 100% real en lo que hace.

-Tienes un canal de YouTube, ¿de dónde sacas las ideas para tus vídeos?

-Suelo hacer el tipo de vídeos que a mí me gustaría ver. Por eso, hay veces que recibo comentarios pidiéndome que haga un reto o 'challenge' y me siento fatal por no hacerlo. Sin embargo, sé que se notaría que no estoy disfrutando con lo que hago. Así que me ciño al contenido que a mí me gusta y me entretiene.

-¿Cómo editas tus fotos?

-Cada dos días cambio. Tengo dos vídeos en YouTube explicándolo, aunque son de una época en la que intentaba tener un perfil muy profesional con todas las fotos iguales. Ahora simplemente entro en la aplicación de VSCO y ajusto luces y sombras como me parezca que se adapta a la foto, pongo un filtro que crea que vaya bien (suele ser el C6) y listo.

-Veo que cuentas con casi 300 mil seguidores en Tik Tok. ¿Crees que el 'boom' de esta red social y la facilidad de hacerse conocer en ella ha aumentado mucho tu alcance?

-Creo que me ha pasado al contrario; mis seguidores de Tiktok son más de Musical.ly que de Tiktok. Ahora creo que me cuesta más crecer porque hay un montón de personas en la aplicación que hacen mejor contenido, o que son más guapas o que tienen algo que pita más. Aunque no niego que esta cuarentena ha hecho que sí me suban los seguidores un poco más rápido… ¡Cómo se nota que estábamos todos aburridísimos!

-¿Cuál es tu red social favorita?

-Tendría muchas dudas para elegir entre Tiktok y Twitter, ambas por los memes, soy la mayor fan que hay. Me encanta entrar a una red social sabiendo que voy a reírme, ambas son perfectas para eso.

-¿Quiénes son tus 'influencers' favoritos?

-Ahora con el poco tiempo libre que he tenido, debido a la EBAU, reconozco que estoy menos puesta en el tema YouTube, que es donde sigo principalmente a las 'influencers' que me gustan. Aun así, si tuviera que escoger diría Emma Chamberlain o Lily Chee, dos chicas americanas que me encantan, tanto por su personalidad como por su estilo.

-¿Crees que el contenido que subes a tus redes sociales te define?

-En líneas generales sí, sobre todo YouTube, que literalmente me lo tomo como si estuviese hablando con una amiga. En Instagram son todo fotos, así que, por muy natural que intente que salga mi risa, tampoco se puede ver mucho más allá. En Tiktok, es un poco una mezcla de ambas; a veces quiero subir vídeos sin nada de complicación porque me veo guapa con la ropa que llevo y otras veces intento hacer vídeos de «humor» a base de mis experiencias.

-¿Cuál crees que es tu misión como persona influyente?

-Me gustaría hacer que la gente se sienta bien consigo misma, conseguir que, en la medida de lo posible, dejen de ver a cualquier persona en redes sociales como alguien con una vida perfecta, que es lo que principalmente se muestra. Me gustaría que la gente se dé cuenta de que «no es oro todo lo que reluce» y que en las redes sociales sólo se enseña lo que te quieren enseñar. No tienes que compararte con unos estándares ridículamente altos.

-¿Sientes que el hecho de vivir en este mundo te ha abierto puertas?

-Creo que dentro de lo que cabe sí que me ha facilitado ciertas cosas y me ha dado oportunidades que no habría tenido de no ser por hacer lo que hago. ¡Ojalá en el futuro haya más!

-¿Cómo definirías tu estilo?

-Respecto a esta pregunta, por más que llevo pensándolo, no sabría qué decir. Creo que mi estilo es una mezcla de todo lo que veo que me gusta, ¡un día veo 'Mamma Mia' y me creo que soy una 'hippie' griega y, al día siguiente, veo 'Gossip Girl' y quiero ir en falda y camisa!

-¿Cuáles son tus aficiones?

-Últimamente he retomado el hábito de leer, que lo hacía mucho de pequeña y lo dejé aparcado por unos años hasta que en el confinamiento he redescubierto lo mucho que me gusta. Además, obviamente, soy una friki de las series, me he visto cientos y me lo paso genial.

-¿Cuál es tu prenda favorita?

-Mi yo de hace dos años no me dejaría decir esto, pero creo que me quedaría con unos vaqueros tipo 'mom jeans'. Desde que me compré unos en Zara, llevar pitillos se me hace raro, vivo por y para ese tipo de vaqueros, además quedan genial con todo.

-¿Tienes algún nuevo proyecto o colaboración en mente?

-Ahora mismo me he centrado en la EBAU, y el tema redes lo tengo un poco más al margen. Para mí los estudios van primero que YouTube, ya que esto último es un hobby, y los estudios son mi futuro, así que cuando termine ya pensaré cosas nuevas.

-¿Algo que lleves siempre en el bolso?

-A parte de lo obvio (cartera, mascarilla y gel hidroalcohólico), clínex. No puedo salir sin ellos porque, aunque ahora me pasa menos, suelo tener ataques de alergia que vienen un poco de la nada, así que nunca sé cuándo los necesitaré. ¡Todo el mundo acaba pidiéndome!