Andrés Gómez Bueno: «Tarde o temprano, Oreo acabará apreciando mi arte»

-¿Quién es Oreo?

-El miembro más joven de nuestra familia.

-¿Por fin otro varón en casa?

-Sí. Seguimos perdiendo las votaciones, pero ahora el resultado es más honroso.

-¿Ya habían tenido animales antes?

-Yo había tenido pececitos. Pero esto no tiene nada que ver. Esto es otra liga.

-Será consciente de que ustedes no han adoptado al gato, que es el gato el que les ha adoptado a ustedes, ¿no?

-En nuestro caso se equivoca. Oreo no nos ha adoptado. ¡Oreo ha tomado nuestro hogar al asalto!

-Y se habrá dado por enterado de que ya no viven en su casa sino en casa de su gato, ¿verdad?

-Sí, nos hemos dado cuenta. Pero su enorme generosidad hace que podamos seguir teniendo las llaves.

-¿Es usted supersticioso?

-I ain´t superstitious!... Perdón, que me he venido arriba. Es que me encanta la música.

-Entonces, ¿la culpa no es de Oreo si algo le sale mal?

-Mire. Cuando algo sale mal no hay culpables que valgan. Lo que hay son oportunidades de aprender y mejorar.

-Los japoneses creen que el gato negro aleja los demonios.¿Tiene por ahí alguno que alejar o qué?

-A mí me gusta la estrategia, siempre pienso a largo plazo. Por eso hemos fichado a Oreo antes de que hiciera falta.

-Decía Churchill que los perros nos miran como sus dioses, los caballos nos miran como sus iguales y los gatos nos miran como sus súbditos. ¿Tiene esa sensación?

-Tengo la certeza.

-Oiga, usted toca la guitarra, ¿verdad?

-Sí, y esa es una parte de mí que Oreo no acaba de aprobar. Pero estoy seguro de que tarde o temprano terminará apreciando mi arte.

-¡No se justifique, hombre! No iba a preguntarle por el maltrato animal.

-Jajaja.

-Es que, verá; según el Nobel de la Paz Albert Schweitzer, el hombre tiene dos medios para huir de las miserias de la vida: la música y los gatos. Y pensando en eso me dije: 'Pues este hombre debe andar ya muy lejos'. ¿Es así?

-En nuestra casa no hay espacio para las miserias.

-¿Se siente afortunado por convivir con un gato negro?

-Yo nací de pies. Me siento afortunado por convivir con Oreo, del padre que tengo, de mi hermano y una de mis hermanas, de mis hijas y, muy en especial, de mi mujer.

-Como no es supersticioso, quería hacerle 13 preguntas. ¿No le importa?

-¡Claro que no! En absoluto. Lo que no me encaja es que me haya tratado de usted.