El tenso estreno del cántabro Diego Pérez Asón en 'La Isla de las Tentaciones'

En su vídeo de presentación Lola dejó claro su flechazo por Diego. «Le vi en la televisión, me gustó mucho por su personalidad y fui a por él», comentó. Su paso por el programa de citas aún es recordado y tienen un auténtico 'fandom' que les bautizó como «los ratones», a modo de apodo romántico. «Lola, a día de hoy, es el amor de mi vida, pero luego ella es muy celosa», anticipaba él en imágenes. Ella respondía con un claro temor, «a Diego le encanta gustar, es su mayor 'hobby'». Entonces, como ya contamos en Cantabria DModa, recordó que además de un gran deportista es cantante, «me dedico a hacer videoclips, siempre ligas un poco».

Ella no ocultaba que «cogía el móvil de Diego al principio de la relación porque hacía bolos. Siempre estaba preocupada en ese sentido». Y así fue como llegó «la crisis más gorda, la del videoclip». «Supuso una falta de respeto hacia mí, al día siguiente me fui de casa», confesó Lola. El cántabro 'peleó' por su historia, «conseguí que Lola me perdonase porque ella ya sabe que soy una persona que nunca lloro. Me vio llorar porque estaba afectado por lo que había hecho y eso la marcó». «Soy una blanda», respondía ella.

Su presencia en esta tercera temporada de 'La Isla de las Tentaciones' tiene unos claros objetivos. El cántabro quiere «demostrarle a Lola mi fidelidad plena hacia ella, que la amo y podemos ir a tener un hijo». Su chica, desea «saber si Diego ha cambiado al cien por cien, me va a respetar y va a hacer todo lo que tiene que hacer un buen novio». El momento maleta antes de partir a la isla servía para hacer balance y sincerarse mutuamente. «Me daría mucha pena que se rompiera lo nuestro», comentaba ella. «Yo, por mi parte, si haces algo y encima allí… ya sabes que soy muy orgulloso. Eso es imperdonable ya», remataba Diego.

El salto a la República Dominicana es, como en cada emisión, una auténtica conexión con el paraíso. «Cuando he visto a Sandra saludarnos desde la orilla he visto que empieza lo duro», aseguraba Diego. Barneda, única presentadora de la edición, lanzaba a todos la gran pregunta una vez llegados al contexto del pecado y a punto de probar la fortaleza de sus relaciones. «La gran pregunta, ¿estáis hechos el uno para el otro?», lanzaba la finalista del Premio Planeta. El cántabro no ocultaba que todos estaban «nerviosos».

Su novia fue más allá y mostró su impacto inicial. «Me he dado cuenta ahora del golpe de realidad. Me da miedo romper nuestra familia, que es nosotros y un perro», decía. «Que va a ir bien, hombre, ya verás», respondía él con un abrazo. Sandra fue directa y preguntó a Lola, «¿Confías en Diego?». «Creo que sí, yo venía muy segura, hasta ahora», decía la leonesa. «Tranquila que va a ir todo bien», insistía el joven. «Quiero que me prometas que no va a cambiar nada en nuestra vida, por favor», imploraba Lola. Ante las cámaras reconocía que «lo más duro del choque de realidad, el pensar que hasta dentro de unas semanas no le voy a ver».

Entonces fue el momento de separarse para habitar cada una de sus casas de ensueño. Los chicos se encaminaron a Villa Playa, mientras Lola reconocía a sus compañeras que se encontraba «fatal». Eso mismo le transmitió Sandra Barneda al cántabro, ya en su destino, «lo sé. Sé cómo se toma las cosas, que todo la afecta muchísimo y sé que ella tendrá dudas, ya lo ha dicho, de haber cómo me voy a comportar yo aquí», explicaba Diego. De hecho, dijo haber echado de menos una última charla. «Yo sé que Lola no confía en mí plenamente, al cien por cien, pero bueno es lo que hay. Intentaré demostrarla que no voy a pasarme de la raya», comentó sincero.

Esta vez, más que nunca, los límites jugarán un papel de lo más ardiente con 'la luz de la tentación', que se activará al instante cuando alguno de los protagonistas se salte la barrera que han marcado a la inversa sus parejas. Lo hicieron sin saberlo y Diego dejó claro que «si ya es algo carnal no lo perdono». «Te pone los pelos de punta», dijo, y advirtió a sus compañeros, «rezar porque no suene eso, que el límite, si tienen ellas la alarma, también lo ponen». Y se anticipó a las míticas 'hogueras', «después del sonido, tarde o temprano, lo vamos a ver».

En 'Villa Montaña', Lola fue muy clara, «no perdonaría un beso, aunque sea un pico», a lo que añadió «tocar partes que no se deben tocar, zona pecho, culete, que seguro que están todas muy duritas y muy finas, para mí es una falta de respeto». La joven mostró su inquietud con la novedad del programa, «como no sabemos quién es, vamos ir pensando todas que es el nuestro». Eso sí, al segundo siguiente, mostraba sus «ganas, curiosidad, intriga, como ansiedad por conocer a los tentadores».

Ya se sabe que el formato tiene a «diez solteras y diez solteros que desean enamorarse» y así se presentaron con todas sus armas para descuadrar a las parejas. La ceremonia de presentación sirvió para que la leonesa reconociera sus nervios, «estoy que me tocas el corazón y es un tambor», decía a Sandra Barneda. En cuanto vio a su chico se tranquilizó, «¡qué guapo con su pantalón blanco nuevo que se compró!», decía entregada. A preguntas de la presentadora Diego valoró que su chica estaba «guapísima, sobre todo, la veo muy sonriente». Y así era, pero duró poco cuando entraron las 'tentaciones'…

Un marcado suspiro de la joven presagió el drama. «Creo que hay una de mi vídeo», dijo entonces él. «Ese mojón», confirmaba Lola a sus compañeras aludiendo a Alba, madrileña de 23 años. Ciertamente fue una de las chicas de imagen del videoclip de James Lover, nombre artístico del cántabro. «Eso fue hace unos meses, no tenía ni idea», dijo la joven de encontrarse allí con ellos. Lola, airada, rechazaba sus palabras y hasta un beso que la 'tentadora' lanzó a la leonesa. «Lo mando a la luna», dijo. «No tengo la culpa de que te pongas celosa, yo no hice nada», confirmó Alba. «Celosa, no, me fastidia darte protagonismo», respondía Lola.

Entonces explicó qué ocurrió con el videoclip, «hubo mucho guarrerío para mí. Cuando lo vi me llevé una sorpresa muy grande y ha sido mi mayor crisis con él», compartió. Fue el turno de Diego quien, sincero, contó su versión. «Me besé con ella y con la otra chica que había en el vídeo y eso, obviamente, a mi pareja no es de grado. Por la letra implicaba esas escenas», expuso. Su chica no estaba conforme, «Me encontré una bacanal», dijo. Aunque se sulfuró cuando Alba comentó que el cántabro se había puesto en contacto con ella. «Me habló para decirme que se había puesto celosa», sostuvo. «Eso es mentira, saca la conversación», respondió él.

La tensión crecía por momentos y Lola puso sobre la 'pantalla' que había cotilleado «las conversaciones sin que él supiera que yo las estaba viendo. ¡No mientas!», sentenciaba. «Lo único que hablé con Alba fueron cosas relacionadas con la publicación del videoclip y que si Lola la había hablado desde mi móvil», añadió Diego. En grupito, con sus compañeras, Lola manifestaba su particular pronóstico, «siento que va a ir a saco a por él, es mi pensamiento».

La ceremonia de imposición de collares comenzó con las chicas y un par de ellos para Lola de los 'tentadores' Xavi e Imanol. «Estoy tranquilo porque los que la han puesto el collar, yo la conozco, no son su prototipo. Confío en ella no al cien por cien, pero casi», repetía Digo. Su chica no acababa de estar cómoda con el momento, «no sé por qué estaba tan serio, eso me raya un montón», decía. Poco después se cambiaron las tornas y Diego recibía el collar de Carla. «Lo sabía», apuntaba Lola. Jennifer fue la segunda candidata que señaló al cántabro como su favorito. «Encantada, espero que te puedas abrir un poco». Entonces llegó el momento de la polémica Alba. «La verdad es que Diego me gusta, pero me llaman más la atención otros», explicó mientras imponía el collar a Hugo, exconcursante de 'Gran Hermano'. «Aparte, no la quiero amargar tampoco la noche», añadía irónica. «Tranquila, que no me amargas», respondía Lola.

En su cabeza «creía que todos iban a ser para él, porque yo se los hubiera puesto todos», comentó a Sandra Barneda. Diego agradecía sus palabras, pero se conformaba «con tener dos frentes abiertos, de momento, está bien ya». Lola apuntaba, «espero que no tengas ninguno, las chicas son de tu rollo». «¿Mi rollo?», preguntaba él. «Sí, son guapas… Abrirse no se va a abrir. Eso sólo lo he conseguido yo», advertía la leonesa a las chicas. «No creo que las solteras tengan competencia conmigo, porque tendré mis inseguridades, pero sé lo que valgo», concluía.

Ya en la villa, las compañeras comentaban la 'jugada' con Diego. «Tu novia te estaba echando unas miraditas que daban miedo», decían. «Está mi novia ahí delante, estáis vosotras, tampoco voy a estar… Yo soy un chico muy serio de primeras», aclaraba. Y es que, la experiencia es complicada, «el verte aquí con pareja, pero con diez chicas solteras en una casa es una sensación muy extraña, pero hemos mantenido mucho las distancias. Estamos con una barrera de por medio», dijo el santanderino. Mientras, su novia empezaba a fijarse en Simone, el 'tentador' italiano, del que le llamaba la atención el contraste «de ser tan grande y como un oso de peluche».

Pasó la noche y la calma pareció instalarse en cada hogar. Los sentimientos de cada cual fluyeron de las más diversas formas. El propio Diego aconsejaba a la mañana siguiente que «llorar no es malo». Los juegos llegaban después y se veía acorralado en la piscina por varias chicas, a las que volvía a explicar su timidez y prudencia. «Tengo a la parienta al lado…».

La siguiente ceremonia de collares para las primeras citas supuso el primer reencuentro de todos. Lola contaba que la primera noche los solteros «han sido muy agradables, majos, pero en el cuarto, la peor de mi vida. Mi mayor preocupación es que él creyera que estuviéramos mal. Pienso que está enfadado». Diego lo negaba. «No, no es plato de buen gusto que esté esa persona aquí y demás. Es la cosa de estar frente a algo que nos ha hecho discutir. Estoy algo incómodo, pero por ti», argumentaba.

Ella recalcaba su malestar, «me ha tenido la noche despierta». «Estate bien, porque está todo bien. Incómodo, por mucho que esté perdonado, ella tiene que ver todos los días que esa persona está en la casa», decía. Por su parte, Alba, confirmaba que «no hemos tenido ninguna comunicación de palabra ni nada». Lola entonces se tranquilizaba, «me ha sorprendido gratamente que Diego no haya tenido ninguna relación con Alba. Lo esperaba de él, pero sí que temía más por ella».

Lola se decantó con por Simone, «es con el único que hablado, me parece muy tranquilo y me ha caído muy bien. Tiene una personalidad parecida a la de Diego, así tranquilo». «También me hace gracia porque parece un chico muy grandote, pero luego le veo sensible para la imagen que tiene», añadió. Su novio se quedó sorprendido con sus palabras. «De lo que ha dicho, en plan tranquilo, se parecerá a mí, pero el resto yo soy todo lo contrario a sensible. Yo creía que lo que más te gustaba de mí era que nuestra relación ha habido veces que han pasado cosas que yo he sacado la cara por ti y defendiéndote en todo. No son características que se parezcan conmigo, pero bueno…», comentaba.

Lola respondía «a mí me encanta cómo eres tú y por eso estoy contigo y me encanta que me cuides y me protejas, sabes que es lo que más necesito de ti». El cántabro tenía otra idea, «di que has cogido la cita con él porque es un chaval guapo, tiene buen cuerpo». «Tú seguro que no vas a coger a la que no te guste», devolvía verbalmente la leonesa. «Yo puedo coger a una chica que físicamente me guste, pero lo digo claramente», sentenció.

Ante las cámaras del programa el cántabro defendió que «Lola no ha sido cien por cien sincera del porqué ha elegido a Simone. A mí me parece perfecto, de hecho, estamos aquí para escoger citas con quien creamos que podamos tener algo. Sin embargo, ella lo ha querido maquillar un poco y es lo que me ha sentado mal». «Es que no me has entendido, amor», se defendía ella. «Seré yo tonto ahora», decía el cantante. «A ver tú a quién eliges», planteaba la chica. «Lo diré claramente, no me ando con rodeos», continuó él en su rifirrafe. «Ya sé yo en qué te fijas tú», comentó Lola.

A preguntas de Sandra aclaró que el italiano «me parece el más guapo, pero no por eso le he escogido. Me puede parecer muy guapo, pero si es como un zapato de simple, no me gusta. Eso él lo sabe». Se lamentaba que su chico «me dejó quizás de mentirosa cuando yo era sincera, no es por el físico. Me pareció bien su personalidad, me hizo gracia y me gustó eso, nada más». Lloraba con el apoyo de sus compañeras, «todos los días así. ¿Tú sabes lo mal que lo he pasado, amor? No te lo imaginas. La que me lías…», dijo. «No puedo expresarme», contestó el cántabro. En su opinión, «puede llegar a sentir algo por Simone perfectamente, como yo con las chicas. A eso venimos, a poner a prueba la relación. Lo que me molesta es que lo pongas con adornos, nada más».

El collar del santanderino fue para Jennifer, una rubísima tinerfeña de 19 años, «es la chica con la que he estado hablando más, guapa, con buen físico y simpática». Ella no se lo esperaba, «hablamos bastante, lo que me contó me gustó y físicamente me parece atractivo», dijo. Lola enseguida saltó, «no esperaba que se abriera tan pronto». «No he dicho que me he abierto, como sabes que de primeras me fijo en el físico, de entre todas, es la chica que más me ha llamado la atención», remarcó Diego.

«Claro como es igual que yo… Sé que le llama la atención un físico, pero una personalidad es lo que a mí me mosquea», aseguró la auxiliar de veterinaria. Y así, tras sus piques y el resto de emparejamientos, finalizó el ritual. Tocó la despedida, sinónimo de lágrimas. Se fundieron en un abrazo y él quiso animar a su chica. «¡Estate tranquila!», dijo. Caminando por la playa antes de despedirse del todo ella le confesaba su inquietud. «¡Qué mal lo he pasado hoy, amor!». «Ya estoy aquí, tranquila. ¡No llores!», repetía Diego.

«No tengas miedo de mí, ya sabes cómo soy yo. Si me ves cariñosa no lo malinterpretes. A mí me asusta que seas cariñoso, porque no lo eres», seguía llorosa. «Yo no soy cariñoso, ya lo sabes, y no lo voy a ser», insistía el cántabro. Sus últimos besos se confundían con efusivos «¡Te quiero muchísimo!», de la joven. Muy oportuno llegó Simone a romper el mágico momento, «no te preocupes por nada», aseguraba Lola. ¿Seguro? A juzgar por el avance del próximo programa, ya se verán las primeras fiestas y citas. Así como alguna declaración de lo más reveladora.

«Tengo miedo de acercarme a Simone, pero no puedo evitarlo», declara Lola. Es más, Sandra Barneda aparecerá en la casa de los chicos para decir su 'hay imágenes…'. Curiosamente, se activa la 'luz de las tentaciones' y Diego es el primer sorprendido, «que suene la alarma a esas horas de la noche, algo gordo ha tenido que pasar». Tanto como lo que anticipa su propia novia. «No me preocupa ver su hoguera. Me preocupa que él vea la mía». ¿Cuándo? El lunes, a las 22.00, debate en Telecinco y el segundo capítulo el jueves. ¿Quién dijo tentaciones?