Íñigo de la Serna: «Para muchas cosas es como volver a estar con un bebé»

-Se dice que su relación con los animales siempre ha sido fría tirando a gélida.

-Se dicen tantas cosas cuando uno está en un puesto de responsabilidad política...

-Que lo más cerca que ha estado de uno fue cuando se convirtió en el delfín de Rajoy.

-Jajaja. No, no. Eso no es así. Cuando estudié el COU en Ohio conviví un año con el perro de mi familia americana; Tom.

-¿Y luego?

-Luego, nada.

-Hasta que llegó Noelia y le presentó a Lula.

-Paseando por El Sardinero, sí. Ahí estaba... tan pequeñita... Pero mire, las cosas grandes tienen pequeños comienzos.

-Y, claro, o las dos o ninguna.

-Eso quedó claro desde el principio. Pero no porque me lo dijera Noelia, que no me lo dijo, sino por el enorme grado de dependencia que pude apreciar entre las dos.

-¿Cómo definiría su periodo de adaptación?

-Rápido y natural para los dos. Quizá lo único que destacaría es que, para muchas cosas, tener a Lula es casi como volver a estar con un bebé. Parte de tu vida cambia y pasa a depender de lo que puedes o no puedes hacer con ella.

-¿Cómo es su relación actual?

-Nos queremos mucho. Y mis hijos, Diego y Samu, la adoran. Y cuando por la razón que sea Lula no está en casa, se nota un vacío tremendo.

-Sabe que a ojos de Lula el adoptado es usted, ¿verdad?

-Bueno, bueno... Para determinadas cosas ya soy el número uno. Sobre todo para aquellas en las que cree que necesita protección.

-¿Por ejemplo?

-Cuando hay tormenta.

-¿Le recuerda ese estatus?

-Con el primer beso al llegar a casa. En igualdad de condiciones, ahí sigo perdiendo claramente con respecto a Noelia.

-Sé que Lula le quita el sueño... literalmente.

-Es que, ahí donde la ve, tan pequeñita, Lula tiene dentro un león que únicamente se aparece por las noches.

-¿Y cuál es su mayor virtud?

-Sin duda, su generosidad. Lula da sin pedir nada a cambio. Bueno, salvo que tengas un poco de pollo o de jamón entre las manos...

-Una característica del Shih Tzu es su pelo. Largo, denso... ¿No le recuerda a alguien?

-A los dos nos gusta llevarlo así. Dios los cría...

-El verano pasado Lula sufrió un problema hormonal que casi le cuesta la vida.

-Vivimos un momento difícil, sí, y llegamos a pensar que se nos iba. Pero gracias al enorme esfuerzo de Gonzalo y Miriam Aja y Tracy, que actuaron con enorme profesionalidad, salió adelante.

-¿Es verdad que la paseaban en un cochecito de bebé?

-Y no sabe lo mal que lo pasé. La gente que se nos acercaba y veía a la perra pero no la venda debía pensar: 'a éste la moción de censura le ha dejado fatal'. Por no hablar de los que me preguntaban si había tenido un chiquillo.

-¿Qué le ha enseñado Lula?

-A disfrutar más de la vida.

-Su antecesor, Gonzalo Piñeiro, admitió que como alcalde debió hacer algo más por el bienestar de los animales.

-Lo sé.

-¿Y usted?

-Pues, seguramente también. Especialmente favorecer su acceso a locales de restauración, donde, con algunas normas, podrían ser más flexibles.