Sor Herme con las máquinas que tienen. Necesitan al menos siete más.DM
La Cocina Económica necesita máquinas de coser para 'remendar vidas'
COMPROMETIDOS ·
Apelan a la «infinita solidaridad» de los cántabros para organizar un taller de costura para una docena de mujeres que cada día van al economato a buscar comida sin atisbos de un futuro alentador
La Cocina Económica de Santander siempre ha sido un ejemplo de solidaridad, de estar en la brecha en los momentos más duros de muchos cántabros desde 1908, siempre con un plato de comida para quien no tiene que llevarse a la boca. El covid-19 también ha causado estragos en las despensas de muchos hogares, y las colas por la calle Tantín son cada día demasiado largas. Desde la Cocina Económica no paran de pensar qué hacer para ayudar a los demás y sor Herme propone organizar un taller de costura para remendar las vidas de una docenas de mujeres. «Están muy desanimadas, no ven un futuro claro... Necesitan sentirse empoderadas e integradas en Santander. Muchas son latinas, tienen a los suyos lejos y se sienten muy solas».
El problema es que sólo tienen cinco máquinas, y les gustaría llegar a la docena para poder asistir a las doce mujeres que están a la espera de que este proyecto salga. Por eso proponen que quienes tengan máquinas que no utilicen pero que funcionen, las lleven a la Cocina Económica (calle Tantín, 27) para poder poner en marcha este proyecto. Allí estará el portero de 9.00 a 15.00 horas, y por las tardes de 18.00 a 20.00.
Sor Herme confiesa que este taller es solo el principio de todo lo que les gustaría ayudar a estas mujeres que cada día van a su economato sin la esperanza de que su vidas cambien. «Cuando aprendan el oficio, nos gustaría hacer salidas culturales, siempre relacionadas con la costura». Pero de momento necesitan máquinas y de la «infinita solidaridad de los cántabros».
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