«Creamos un clima de familia, que cualquiera necesita para ser feliz»

Ana Rivero y Luz Sámame acompañan a los residentes del nuevo Centro De Paul a que lleven adelante su plan individual de trabajo diario. El centro dispone de 14 habitaciones dirigidas a personas sin hogar y está gestionado por las Hijas de La Caridad, al frente de la Cocina Económica. Este proyecto recién inaugurado ha recibido el impulso de Fundación 'la Caixa' a través de las Convocatorias de Proyectos Sociales.

– ¿En qué consiste el día a día en el centro?

– Tratamos de que cada persona saque lo mejor de sí misma y pueda, durante el tiempo que pase con nosotros, desarrollar al máximo su potencial, para integrarse en la sociedad y participar plenamente de ella. Contamos con el apoyo de las integradoras sociales, que garantizan el buen funcionamiento de la casa y les ayudan en muchísimas actividades de la vida cotidiana. Entre todos creamos un clima muy de familia, eso es lo más básico que cualquiera necesita para vivir feliz.

– ¿Cuántas personas residen?

– Actualmente hay diez chicos y chicas conviviendo, de distintas nacionalidades, tanto de países sudamericanos como de África. Es un grupo muy joven, desde los 18 hasta los 30. Hace más de un mes que comenzaron a ingresar las primeras personas; se van incorporando poco a poco, para poder dedicar a cada cual el tiempo que necesita en estos primeros momentos.

– ¿Cuál ha sido la reacción de las personas sin hogar al conocer el centro?

–Las reacciones fueron de asombro al conocer el lugar que se les ofrecía, y después de agradecimiento al ser conscientes de todas las posibilidades que se les abren aquí. Da gusto ver su alegría, y cómo colaboran y participan en las tareas de la casa, en los cursos formativos. Valoran sobre todo el ambiente familiar, las comodidades, claro… algunos han entrado a vivir aquí directamente de la calle. Y valoran la tranquilidad, el hecho de estar seguros aquí, sin la continua preocupación de qué ocurrirá mañana, dónde conseguiré dormir, cómo guardaré mis cosas para que no vuelvan a robarme…

– ¿Cómo es la organización del día a día?

–Es un día a día muy dinámico, ya que cada persona tiene su plan personal. La vida empieza prontito con el hilo musical y después marchan a las diferentes actividades, cursos, talleres… A mediodía, se incorporan al comedor general con el resto de gente que acude a Cocina Económica, y por la tarde continúan con sus estudios o actividades. Ya después de la cena es tiempo de encuentro, de juegos o televisión. Y claro, todo ello, haciéndose responsables de distintas tareas para que la casa funcione.

– ¿Cómo describiría el ambiente que se vive en la casa?

–Ahora mismo, hay un ambiente joven de mucha alegría, y también de ilusión por los nuevos proyectos que comienzan, y el futuro que se imaginan. Reina un clima de respeto por la intimidad de cada persona, muy importante para ellos.

– El tiempo máximo de estancia son dos años para que logren estabilizar su situación.

–Bueno, ese es el horizonte más deseable sí, ojalá que todos puedan alcanzar ese lugar. Lo que nosotros hacemos es trabajar para que cada cual consiga dar siempre un paso más y vaya alcanzado un mayor grado de autonomía en todos los sentidos. Importan los logros pero también el esfuerzo que percibimos, que es lo que nos motiva a seguir con el acompañamiento más allá del tiempo estipulado. Muchas veces nos encontramos que hay personas que terminaron un recorrido en Cocina Económica y al cabo de un tiempo necesitan algún tipo de apoyo para continuar con su proyecto de vida.

–¿Cuáles son los valores fundamentales con los que se dirige el nuevo centro?

–Para nosotros es muy importante la implicación y responsabilidad personal, siempre decimos que este centro en concreto es para personas que estén dispuestas a un nivel alto de exigencia. Nos mueve también el valor de la justicia, de tratar que las capacidades personales no queden sin desarrollar por falta de recursos, o porque no haya quien, como lo haría una madre, sea capaz de estimular y dar alas a quienes se están abriendo a la vida. Es importante el valor de la familiaridad, del encuentro y la mezcla, que este sea un lugar para conocer las experiencias y culturas de otros, una manera de abrir nuestra mirada todos, ellos y nosotros.

–¿Cuántos trabajadores coordinan el centro?

– El centro siempre cuenta con la presencia de algún profesional, ya sea educadora social, trabajadora o integradora social, según horario establecido, de tal manera que el servicio se encuentra cubierto de manera presencial de 8:00 a 22:00 horas; y de manera telefónica para emergencias de 22:00h a 8:00h. Paralelamente, las personas usuarias tienen a su disposición a profesionales de otros servicios de Cocina Económica como psicólogo, monitoras de los talleres, orientadora laboral, etc.

– ¿Cuál es el objetivo a corto plazo?

– Que cada persona que esté en el centro se ponga en marcha, que reciba el estímulo para querer mejorar y encuentre aquí las herramientas que necesita para llevar adelante lo que se proponga. Con sus necesidades básicas cubiertas y una orientación proactiva en este proceso, estamos seguras de que se dará una notoria mejora en su calidad de vida.

• Temas
• Cocina Económica de Santander
• Santander
• Cantabria DModa