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Maite Monasterio (en el centro), con dos de los participantes de sus talleres, en Amica. Javier Cotera
Maite Monasterio: «Ser voluntario es algo que siempre suma en un currículum»

Maite Monasterio: «Ser voluntario es algo que siempre suma en un currículum»

COMPROMETIDOS ·

La voluntaria de la Fundación 'la Caixa' asegura que si se explicara bien lo que supone ser voluntario, «habría muchas más personas prestando su tiempo para ayudar a los demás» y con gracia advierrte que «debería de pagar por ello, por lo bien que me hace sentir, por lo que aprendo de las personas a las que ayudo»

Mariana Cores

Santander

Martes, 8 de febrero 2022, 15:56

Maite Monasterio (1955, Bilbao) descubrió el voluntariado cuando se prejubiló de 'la Caixa', hace dieciséis años. Comenzó en el Banco de Alimentos y cuando se dio cuenta de que muchos de sus compañeros provenían de otras entidades bancarias, decidió apuntarse al voluntariado de su antigua empresa, donde continúa. Su vida dio un giro. Le cuesta encontrar las palabras para explicar lo que esta actividad le aporta, «considero que yo debería de pagar por ello, por lo bien que me hace sentir, por lo que aprendo de las personas a las que ayudo». Está segura de que si se explicara como debiera lo que supone ser voluntario, «habría muchas más personas prestando su tiempo para ayudar a los demás». Actualmente colabora con las iniciativas de 'la Caixa', como el programa Incorpora, orientado a preparar a personas en riesgo de exclusión, a encontrar un trabajo. En su caso, en Amica. Pero también hace voluntariado puntual con otras ONG, como Cruz Roja.

-¿Qué le llevó a querer ser voluntaria?

- Soy una persona muy activa. El voluntariado me permite seguir siéndolo, como cuando trabajaba. Me hace sentir útil. Yo digo que practico el egoísmo positivo. Me siento genial y, a la vez, alguien se beneficia de que me lo pase bien.

-¿Dónde desarrolla su voluntariado?

-Soy voluntaria de 'la Caixa' y participo en sus proyectos, como el de Incorpora, a través de Amica. Además, hago voluntariado puntual con el proyecto de empleo con jóvenes de Cruz Roja o el Silvo, de la Fundación PEM y de Unate, para disminuir la brecha digital de los mayores. También colaboro con el Padre Menni, donde paseo, un día a la semana, a una señora. Hago un voluntariado a mi medida en todo tipo de actividades: medioambientales, dando clases de español a extranjeros, educación financiera, y con actividades de ocio y tiempo libre con personas con discapacidad.

-¿Cuáles son sus funciones en 'la Caixa'?

-Ayudo en lo que me solicitan. En este momento estoy involucrada con talleres 'online' para la digitalización del tercer sector (ONG).

- ¿Y en Amica?

-Colaboro con los tres centros que tiene Amica, en los que se ayuda a los usuarios a prepararse para encontrar empleo, mediante el programa Incorpora de 'la Caixa'.

-¿Qué beneficios aporta el voluntariado que hace que hasta sea un punto a favor a la hora de buscar trabajo?

-Se adquieren una serie de habilidades que pueden ser muy útiles como trabajador. Por ejemplo, si se va a trabajar en logística, el trabajo que se hace en el Banco de Alimentos ¡es un gran máster! Si quieres un empleo relacionado con la educación: los talleres como los que yo imparto son una manera magnífica de practicar. Además, te proporciona una sensibilidad especial y te ayuda a derribar tabúes, lo que permite que tu mente sea más abierta. Todo ello es muy bien valorado por las empresas.

-¿Cómo responden las personas a las que ayuda?

-Veo que están más felices, contentos. Además, valoran la dedicación que les das y hasta los consejos. Se nota que no están por estar, que no van por obligación. Muchos son extranjeros y acudir a los talleres o actividades de las distintas ONG les ayuda a salir de su pequeño círculo. Hacer amigos, ya de por sí, es difícil. Imagínate a una persona de fuera, en una ciudad como Santander o Torrelavega. Cuando hago acompañamiento, rompiendo su rutina, siempre es bueno para la persona. A todos nos gusta ver caras amigas y que nos hagan compañía.

«El voluntariado derriba tabúes, lo que permite que tu mente sea más abierta»

-¿Y a usted, cómo le beneficia?

-Yo siempre aprendo algo en los talleres, con las preguntas que me plantean y con las aportaciones que hacen otros compañeros. En cuanto al acompañamiento, por ejemplo, el que realizo semanalmente con una persona en silla de ruedas y con problemas de habla, el recibimiento que me hace, para mi es brutal. Supone todo un chute de energía y alegría. Es una mujer que siempre está contenta, es cariñosa con sus compañeros y con los trabajadores y todos la quieren un montón.

-No siempre debe de ser fácil. ¿Consigue no llevarse a casa los problemas o desconectar?

-No es mi caso. Tengo la suerte de trabajar en actividades de ocio y educación, con lo cual, normalmente los resultados son positivos.

-¿Qué acciones haría usted para promover el voluntariado?

-Hay que acercarse a los jóvenes, con visitas a los institutos y colegios o a las universidades, para que tengan un testimonio en primera persona. Explicarles lo que nos aporta. También sería bueno acudir a los centros de mayores, porque disponen de mucho tiempo y tienen mucho que aportar.

-¿Qué echa de menos de las empresas que promueven el voluntariado?

-No quiero que nos den una palmadita en la espalda, pero sí que tengan en cuenta nuestra experiencia, que aprecien lo que hacemos. Creo que sería bueno que se hicieran encuestas, para ver qué funciona y qué no, además de que se faciliten talleres o charlas para nosotros, para mejorar en nuestra labor.

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