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Cuando Trinidad Castillo (Loredo, 1982) era pequeña, se imaginaba «como Coco Chanel» y, en ese futuro, no se veía siendo madre. Ahora está embarazada de su segundo hijo y no hay pasarelas en París. Eso sí, la Trinidad adulta cree que su yo ... niña sonreiría al descubrir lo que le espera. «Me dedico a la moda y tengo mi propia empresa de la que, con sus altibajos, me siento muy orgullosa», reconoce. Como los sueños, los planes cambian, y la diseñadora sabe adaptarse. En marzo estaba preparando la que sería la primera colección de su nueva firma 'El gato y Trinidad' para la temporada de primavera-verano, pero el covid lo impidió. El proyecto, aún con esas, sigue, y verá la luz el mes que viene, pero con propuestas para otoño-invierno. Un trabajo que ha compaginado con otros encargos, como diseñar el vestido que Carla Moro, representante cántabra en 'Miss World Spain', lució el pasado 25 de julio en Oropesa de Mar.
–Está ultimando el lanzamiento de 'El gato y Trinidad', ¿qué podemos esperar?
–Es una firma nueva en colaboración con Cristina Canales y Christian De la Fuente, los dueños de la tienda 'El gato en el balcón', donde llevo años vendiendo mi colección personal. La íbamos a sacar en primavera-verano, pero con la pandemia se nos chafó, así que la primera colección será otoño-invierno 2020-21 y será lanzada a finales de agosto.
–¿Será más amplia que las que realiza bajo su firma personal?
–Al ser la primera temporada y ser otoño-invierno hemos empezado con cautela, sobre todo por el ambiente que estamos viviendo. Esta inicial no va a ser una colección muy grande, pero la idea es continuar con el proyecto y que no sólo sea para venta local, sino una firma que se pueda encontrar en toda España y con un precio más para todos los bolsillos.
–¿Hubo mucha inspiración durante el confinamiento?
–He tenido todo tipo de momentos, incluso de ver que mi empresa se desmoronaba porque no paraban de cancelar las bodas y tenía muchos vestidos de novia e invitadas empezados; pero después lo vi como una oportunidad de hacer cambios y entré en una fase muy creativa. Además, el estar embarazada creo que es de por sí un momento de mucha inspiración. El trabajo en común nos mantuvo con ilusión, sobre todo en los primeros días que eran bastante difíciles por la incertidumbre. Pasamos la cuarentena trabajando en la nueva firma, con mensajes, videollamadas, diseñando, buscando telas y trabajando en la imagen que queremos vender.
–¿Y qué imagen es?
–Tiene la personalidad de la tienda de Cristina y la mía, aunque tenemos un gusto y un canon de belleza de mujer muy parecido. La colección está inspirada en los años 50, con diseños muy femeninos, con lazos, pero sin ser ñoño, y el 'gato' hace referencia a una mujer muy felina.
–Su trabajo siempre se ha caracterizado por ser muy colorido, ¿con la situación actual está intentando transmitir una imagen todavía más positiva?
–No sé si ha sido intencionado, pero sí que va a ser una propuesta en la que, para ser otoño-invierno, vamos a huir de los tonos oscuros y no será nada triste.
–¿Cómo se plasmará en la moda todo lo que está ocurriendo?
–Creo que ya se está plasmando, no sé si en cuanto al diseño de las prendas, pero sí en lo que respecta a la estructura de la moda. Por ejemplo, todas las firmas grandes ya han cambiado su forma de presentación, porque no se pueden hacer desfiles y han optado por otras vías más artísticas. Yo soy de las que piensa que al mal tiempo buena cara.
–¿Ustedes harán presentación?
–Sí, aunque puede que no sea la más explosiva por todo lo que está ocurriendo, pero de cara a primavera-verano sí que intentaremos hacer algo más especial.
–Está claro que una de las novedades en la moda es la mascarilla, ¿las ha confeccionado?
–Las he hecho, pero yo no quiero venderlas. Las regalo. Creo que las mascarillas son algo sanitario y me niego a verlas como un negocio. De todas formas, son un complemento, así que las estoy haciendo a juego de los vestidos, pero forma parte de ello, no las vendo por separado.
–El vestido de gala de nuestra representante en 'Miss World Spain' lleva su firma. ¿Cómo surgió?
–Como todo, de una manera muy espontánea. Conocí a Carla en una sesión de fotos. Para mí todavía era una desconocida, pero es una chica preciosa, especial y muy fotogénica. Así surgió.
–No es la primera vez que diseña para el certamen de Miss España, ¿cuál es el reto?
–Hay varios. El primero es que se vea diferenciada del resto. Hay que intentar que el diseño favorezca su belleza. Al principio hablamos del rojo, pero está muy usado en estos certámenes, y Carla tiene unos rasgos muy dulces, con una belleza al estilo Nicole Kidman. Había que resaltar eso, así que apostamos por un rosa palo. Además es muy importante que la modelo esté cómoda.
–En 2005 ganó el Certamen Jóvenes Diseñadores de Moda de Cantabria y hace unos años despuntó cuando la actriz Marta Hazas lució sus creaciones. ¿Qué le ha dado más proyección?
–El concurso me dio la proyección inicial, un nombre y la oportunidad de ver que mi sueño podía ser real. Que Marta Hazas me apoye al vestir alguno de mis 'looks', por ejemplo en la serie 'Pequeñas coincidencias', me ha dado visibilidad fuera de la región. Es una de las actrices más potentes a nivel nacional en imagen, y coincide mucho con el tipo de mujer que quiero proyectar, muy natural, además de ser un encanto.
–¿A la Trinidad de cuando era pequeña le gustaría verse como está ahora?
–Es una pregunta muy bonita. Creo que sí, está claro que cuando eres pequeña proyectas sueños quizá demasiado grandes. Yo como niña era muy impaciente, lo quería todo ya; como adulta ves que para que las cosas vayan bien, tienen que ir poco a poco. Pero creo que estaría contenta porque ha cumplido su sueño.
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