Cuando la decoración en tu casa habla de ti y es la suma de infinitos recuerdos

Estos dos objetos llevan casi toda mi vida en casa, y es que son un recuerdo del primer gran viaje que hice en mi vida. Cuando tenía 10 años me fui con mis padres a recorrer Túnez durante 15 días, y estos dos objetos forman parte de los recuerdos que nos trajimos del viaje. El tambor fue hecho por una tribu de bereberes del Sáhara y el ajedrez lo compramos en un zoco a un artesano local que los tallaba a mano. ¿Lo mejor? Los recuerdos que tengo de pequeña jugando con mi padre al ajedrez y aprendiendo junto a él.

No tienen una historia tan personal detrás, y es que no es necesario que algo lleve mucho tiempo contigo para que tenga valor. Creo que estos jarrones ya forman parte de mi esencia decorativa, me representan y mucha gente al verlos los asocia a mí, y que pase eso sólo puede significar cosas bonitas. Me encantan los tres, pero creo que últimamente mi favorito es el de la cebra. ¡Supongo que vaya por épocas, no me imagino deshaciéndome de ninguno! La jirafa es de Westwing y los otros dos de El Corte Inglés.

Para los que no me conozcáis, hace 10 años en mi familia adoptamos un precioso galgo atigrado, Curro, que si me seguís en Instagram lo veréis muchas veces. Curro llegó a nuestras vidas en un momento personal difícil, mi madre había fallecido tan sólo un mes antes y Currito fue un soplo de aire fresco y de alegría. Él vive con mi padre, pero al ver esta figura en Studio San Fernando (que además se parece en la expresión a él) supe que tenía que estar en mi casa, ¡y en el recibidor está!

De las pocas cosas que tuve 100% claras al redecorar el piso es que quería un espejo de estilo vintage con molduras doradas. En mi mente el que quería era aún más grande que el que tengo, pero a la hora de comprarlo en Maisons du Monde me dio igual. Hay cosas con las que sueñas tener en casa durante mucho tiempo y para mí este espejo fue una de ellas. Ahora me hago fotos o vídeos de mis looks diarios allí y los subo a mis redes. Sin duda una inversión que sé que me acompañará durante muchísimos años, sea en esta casa o en donde sea.

Lo que ahora es para nosotros la habitación de invitados, fue durante muchísimos años mi habitación, y tengo especial cariño a la cama por el simple hecho de que fue mi transición de un dormitorio juvenil, a uno más adulto, con mi personalidad y gustos más desarrollados. También coincidió este cambio con la pérdida de mi madre, y cuando lo veo o paso ratos allí me recuerda a esa época de cambios de niña a mujer. Lleva así 10 años y no me canso de esta estancia, me parece atemporal y elegante y cuando haya cambios en mi vida le encontraré un sitio nuevo, pero no me desharé de ella.

Espero que os haya gustado este post tan personal, ¿Vosotros tenéis especial cariño a ciertos objetos o estancias de vuestra casa? Os espero en mi Instagram @misspeonies y allí os leo. Besos y ¡hasta pronto!