María Villalón, la interiorista santanderina que apuesta por un «diseño más humano»

Redefine su empresa como Villalón Studio, acompañada de mujeres que la vida, los estudios, pero, sobre todo, los afectos han puesto en su camino. En estos momentos, tras casi un centenar de proyectos con su firma, afronta su primer gran trabajo en Santander, algo que remueve mucho en ella. Hasta ahora, ha diseñado el interiorismo de icónicos restaurantes madrileños como Chow Chow, Lettera o Roostiq, proyectos residenciales en varias ciudades españolas y acaba de finalizar la tienda y 'wine bar' de las Bodegas La Rioja Alta, en Haro. Un lujazo, sí, pero incomparable a retornar a sus orígenes y asomarse al mar.

-Eres una de tantos santanderinos que triunfa en Madrid, aunque saliste pronto de la ciudad para formarte…

-Sí, he vivido toda mi vida allí, menos dos años que estudié en Inglaterra y otro en Suiza, hasta me mudé a Madrid.

-Has tenido una vida profesional intensa, pero el interiorismo te conquistó del todo… Recuerdas un momento que marcara ese idilio.

-Desde muy pequeña me he rodeado de gente que se dedica a la arquitectura. Siempre supe que quería trabajar en algo relacionado con el diseño.

-Empezaste con proyectos personales muy pronto, ¿cómo surgió dar forma a un estudio propio?

-La formación del estudio ha sido muy orgánica. Nunca tuve en mente 'crear' un estudio, sino que, poco a poco, me fueron surgiendo proyectos y con ellos la oportunidad de incorporar al equipo mujeres talentosas, auténticas y con ganas de comerse el mundo.

-¿Tenéis alguna metodología de trabajo concreta o cada cliente impone una forma de afrontar los espacios?

-Tenemos una metodología de trabajo clara, donde el estudio previo del cliente y el entorno es fundamental para llegar a un concepto que sirve de punto de partida a la hora de diseñar y hace que el proyecto fluya en todos los aspectos.

-Se habla mucho de tendencias en interiorismo y decoración, ¿hasta qué punto condicionan?

-Las tendencias son algo que pasa de moda. Desde el estudio, intentamos construir lugares que prescinden de lo innecesario, creando espacios que perduren en el tiempo.

-Hay peligro de uniformidad de los espacios, como ocurre con la moda…

-Ese peligro siempre existe porque muchos profesionales identifican lo que funciona y lo exprimen al máximo. Por eso, hay muchas ocasiones que proyectos realizados por diferentes interioristas parecen hechos por el mismo. Ese es el riesgo de seguir las modas.

-¿Qué os diferencia a la hora de definir un proyecto, ya sea reforma, obra nueva…?

-Somos conscientes del impacto que genera cualquier intervención que llevamos a cabo. Somos un estudio que coloca a las personas en el centro de cada proyecto y es por ello por lo que nos gusta explorar y cuestionar cada una de las fases del mismo para dirigir nuestros esfuerzos hacia un diseño más humano.

-De hecho, las reformas se han puesto de moda… ¿Cuestión de presupuesto o nostalgia?

-La gente joven quizá apueste más por hacer un 'lavado de cara' y sí que vemos momentos de sentir pena al modificar las viviendas tal y como las has conocido. Ahora mismo, con el cambio postpandemia, la gente quiere renovar su casa. Antes no le dábamos tanta importancia a los espacios donde vivimos, al haber pasado mucho tiempo en ellos, queremos adaptarlos a nuestras necesidades.

-¿Se puede 'dar la vuelta' a un hogar con un gasto ajustado?

-Se pueden hacer muchas cosas siempre y cuando se organicen bien y se prioricen estancias o piezas.

-¿Hay algún elemento o color que os guste incorporar como 'marca de la casa'?

-No, cada proyecto es único y en cada uno estudiamos sus necesidades para encontrar soluciones diferentes.

-Sabemos que has tenido ocasión de hacer algún trabajo en Santander, pero ahora afrontas tu gran proyecto en tu ciudad. ¿Emocionada?

-Se trata de un proyecto muy especial, para un cliente que también lo es, en una localización espectacular. ¿Qué más se puede pedir?

-Para ti, ¿a la hora de hacer un trabajo alguna estancia supone más reto que el resto?

-El reto está en hacer encajar el puzzle para que todas las estancias en su conjunto funcionen.

-La confianza en el equipo de obra tiene que ser fundamental, ¿no?

-Completamente, es complicado encontrar un equipo que entienda tu manera de trabajar y hacer las cosas. Una vez que lo encuentras no lo puedes soltar (risas).

-Los lectores se preguntarán, ¿'en casa de herrero'…? ¿Tu hogar te representa o tienes pendiente algún cambio?

-En estos momentos estamos haciendo la reforma de mi casa en Madrid. El proyecto me representa a la perfección, soy una persona muy inquieta y activa y es en mi casa donde busco calma y tranquilidad. El objetivo de este diseño es «convertir nuestra casa en un santuario, siendo un lugar que inspire paz y tranquilidad».

-Suponemos que viajando por el mundo hayas encontrado mucha inspiración… Pero, ¿qué más te alimenta a la hora de trabajar?

-La inspiración se encuentra en todas partes. Hay que estar siempre alerta, porque a nuestro alrededor ocurren cosas constantemente y tenemos que ser capaces de seleccionar e interiorizar las que más nos enriquezcan.

-El proyecto de tus sueños…

-Un hotel boutique en una localización 'secreta'.

-Cuando pisas por primera vez un proyecto acabado, ¿qué sientes?

-Sientes tranquilidad y orgullo. Orgullo de formar parte de un equipo que lucha por cada proyecto como si fuese el ultimo y que no tira la toalla nunca, aunque las cosas se pongan difíciles. Soy afortunada, tengo el mejor equipo que se puede tener.

-Alguna cuenta de Instagram que sigas y nos recomiendes para encontrar inspiración…

-Sí, por citar alguna: @la_decohunter, @lornadesantos, @normarchitects.

-¿Crees que volverás a Santander?

Por supuesto, Santander es una ciudad maravillosa.

-¿Cómo has visto la evolución de la ciudad en estos últimos años?

-Santander ha evolucionado de manera muy positiva. Creo que se ha hecho un trabajo de reflexión sobre las necesidades tanto de los santanderinos como de los extranjeros para encontrar soluciones a cuestiones de tipo cultural, empresarial…

-Tu rincón favorito de la capital cántabra, donde siempre desconectes…

-Uno de mis rincones favoritos son los acantilados que están cerca del Faro de Cabo Mayor. Sus formas y colores son increíbles y esa paz que sientes al escuchar las olas chocando contra las rocas es indescriptible.

-Y de Cantabria…

-Al igual que Santander, Cantabria tiene una gran cantidad rincones maravillosos. Una cosa que me encanta hacer es visitar pueblos como Comillas y su Capricho de Gaudí o Santillana del mar con la Colegiata de Santa Juliana.