Revolución primaveral en tu armario

En primer lugar, sabemos que el tiempo es oro y que para esta acción probablemente necesitarás más de dos horas. Por ello, una vez seleccionado el momento del día en el que los vas realizar, sólo queda ponerte manos a la obra.

Comienza despejando todas las baldas y dividiendo la ropa en dos montones. Por un lado, aquellas prendas de continuidad que quieras mantener y por otro lado, los artículos que sepas que no te vas a poner más.

Este primer paso es importante para practicar el desapego, pero también para facilitar la labor de organización que viene a continuación. Tras dejar todo el armario vacío, limpia en profundidad todo el mueble. Esto ayudará a que tu ropa no se llene de polvo, suciedad y humedad una vez la guardes.

A continuación, comenzamos a organizar cada zona del armario. Por lo general, en los cajones se colocan las prendas más finas, como las camisetas, 'crop tops' o jerséis de canalé. Según los expertos en organización, es preferible hacer pequeños rollos con estas prendas, ya que facilitan su disposición y ayudan a preservar el orden con el paso de los días. Esta es una manera sencilla y cómoda de organizar todos los cajones.

Para mantener el orden, muchos apuestan por los organizadores de cajones. Estos pueden ser de tela, cartón o madera. Sus aberturas ayudan a dividir el cajón a la perfección para almacenar las prendas de manera que no se mezclen entre sí.

El siguiente paso desembarca de la mano de las prendas que se colocan en las perchas. Sin duda, es una de las fases más importantes de todo el proceso, ya que es la que define cómo será visualmente el armario. Los vestidos, americanas, camisas, faldas y chaquetas largas deben colgarse en vertical para evitar que se arruguen y se estropeen. No olvides adquirir perchas del mismo material y color, ya que aportan sensación de orden.

En este punto, mención especial a la estética. Es imprescindible que todas las piezas organizativas que selecciones sean en los mismos tonos y materiales. Sin duda, te ayudará a mantener la estructura organizativa del armario.

¿Cómo organizo los zapatos? Quizá sea la pregunta más recurrente durante el cambio de armario. Colocarlos en fundas o cajas es una de las soluciones más prácticas. La primera opción es perfecta si dispones de poco espacio. No obstante, las cajas de plástico, madera o metal están enfocadas a armarios más amplios para que se puedan introducir en su interior. Asimismo, las estructuras de baldas también pueden ser una opción más que acertada para distribuirlos.

En el caso de los complementos, accesorios como los collares, pendientes o anillos son algunas de las piezas que más acumulamos y que peor almacenamos. Aprovecha las puertas de los armarios para instalar colgadores. Gracias a ellos, tus joyas no se enrollarán con tanta facilidad. Si prefieres guardarlas en los cajones, puedes optar por bandejas específicas de almacenamiento para mantenerlas divididas por categorías.

¿Y qué hacemos con la ropa de invierno? Guardarla con bolsas selladas al vacío.