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El doctor Javier Arnáiz inyecta el ácido hialurónico en los labios, con una fina aguja. Daniel Pedriza

Nos atrevemos a lucir una mirada despejada con botox y unos labios más jugosos

Javier Arnáiz, médico estético, nos cuenta los métodos y rellenos más adecuados para conseguir rostro con las arrugas justas y una boca más atractiva, en sintonía con el resto de nuestra cara

Mariana Cores

Santander

Jueves, 24 de agosto 2023, 07:30

¿Quién no ha soñado con tener los labios de Angelina Jolie o de Jon Kortajarena? ¿A quién no le gusta una mirada despejada? DLujo se pone en manos del doctor en medicina estética Javier Arnáiz para una buena hidratación labial y un tratamiento con botox en la parte superior del rostro.

Antes de aplicar el botox, Arnáiz explica el efecto del botox: "relaja la musculatura en el tercio superior de la cara (las arrugas del entrecejo o las de la pata de gallo, con lo que se eleva la cola de la ceja). Pero según el doctor, "no todas las personas son candidatas a inyectarse botox”. Además, hay que tener en cuenta que no hace efecto de manera inmediata, sino pasados unos tres días, y no es hasta transcurridos 15 cuando el efecto es pleno. En cuanto a su duración, “con la toxina que nosotros utilizamos, suele durar unos cuatro meses” Para saber qué cantidad debe de aplicarse, el doctor hace un estudio para ver cómo se movilizan los músculos de la cara en los que se va a aplicar el botox. En función de ello se inyecta en más puntos o en menos cantidad. Además, advierte, "hay que tener en cuenta que hay que huir de la fuentes de calor las 24 primeras horas, como la de los secadores de pelo, agua caliente o ir a la playa ese mismo día, ya la toxina es termolábil, es decir, que se inactiva con el calor".

Una vez lista, y marcados los puntos en los que me va a aplicar la toxina, con un lápiz blaco, unos pequeños pinchazos, apenas indoloros, hacen la magia y despejan mi mirada.

Y así, pasamos al tercio inferior de mi cara. Un buen labio puede ser uno de los mayores atractivos de un rostro. Pero, cuidado, también se puede convertir en nuestro mayor enemigo. Bocas pato; bocas con bultos, que parecen canicas; bocas desbordadas, como si una serpiente venenosa las hubiera besado.

Según explica Arnáiz, «un aumento de labios se consigue con pequeñas infiltraciones de ácido hialurónico. Esto aporta hidratación y volumen al momento. No se infiltran materiales permanentes (biopolímeros: silicona, acrilamida, metacryl…), algo que se realizaba hace años con resultados más o menos buenos, al momento, pero con mal envejecer, ya que los productos permanentes no se adaptan a los cambios sufridos en el labio, con el avance del tiempo».

En mi caso, me recomendó una hidratación discreta, «ya que tienes los labios finos». Primero me puso una crema anestésica, tras lo cual procedió a infiltrar el relleno. Fueron pequeños pinchazos, un poco desagradables, pero que no causaron grandes molestias. Fue más la sensación de tener la boca dormida por fuera, como cuando se va al dentista, lo que más me desagradó. Durante el día noté la zona un poco hinchada y me salió un pequeño hematoma en el labio, casi inapreciable. Lo cierto es que gané un poco de volumen, sin que nadie a mi alrededor se percatara de la pequeña transformación de mis labios. En la revisión, a las dos semanas, inyectará un poco más de ácido hialurónico, de manera que el volumen que ganen será de la manera más natural posible.

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