Secciones
Servicios
Destacamos
Entre castaños, encinas, cerezos, robles y nogales se levanta la casona La Calleja, en Voto, construida en el siglo XVI por Juan de Herrera, en los terrenos concedidos por Felipe II como pago por el Monasterio de El Escorial y destinada a la recaudación de tributos. La familia del arquitecto no vivía de manera permanente en sta edificación, porque está orientada al norte y carecía de chimeneas para calentarla.
Fue construida en piedra, incluida su escalera original, cuyos escalones están tallados en un bloque completo. También destaca su fachada de mampostería.
Juan de Herrera confió la recaudación a su mayordomo, Alvear (cuyo escudo familiar está tallado en el lado derecho de la fachada principal), instalándose en la casa junto a su familia. Más tarde, el palacio fue propiedad de Cerecedo (escudo de la izquierda en la fachada).
Noticia Relacionada
Daniel Pedriza
La historia de los actuales dueños con esta finca 'La Calleja' comienza en los 80. José Luis de Uriarte, un arquitecto especializado en rehabilitaciones de palacios y casonas, llevaba tiempo buscando este lugar, cercano a Voto. Lo recordaba de cuando era pequeño. Un día de paseo con su mujer, Blanca Scandella, se dio de bruces con la casa, aunque la maleza se había apoderado de casi todo, camuflando el edificio. El tejado había desaparecido y, en su interior, gallinas y cerdos eran los amos del a casa. Pero este aspecto decadente y maltrecho no desanimó a De Uriarte, que puso todo su empeño y conocimiento en que este lugar recuperara su esplendor y así adquirió 'La Calleja'.
Hizo la primera rehabilitación a fondo en 1988, adaptando la casa al uso contemporáneo, pero respetando toda su singularidad.
Al ser diseñada como casa de verano, no tenía chimeneas. Las dos actuales se añadieron durante la restauración y, en particular, el de la sala de estar se basa en las chimeneas y molduras de El Escorial.
Llama especialmente la atención el armario capilla policromado original del siglo XVI, situado en el salón principal. Con una colección de relicarios de agua bendita que fueron adquiridos a los años.
Su cuidada decoración nos recuerda a las elegantes casas de la campiña inglesa, la cual hará las delicias de sus ocupantes transportándose al pasado. Un viaje en el tiempo con todo el confort actual. Dispone de seis dormitorios y uno de servicio, además de siete cuartos de baño.
Mientras que la fachada norte se muestra regia, con sus tres arcos, escudos y mampestería, la sur es calida, con una gran enredadera de buganvilla que aporta color y alegría. De frente, una gran zona de prado y con el bosque al fondo, con castaños, nogales o cerezos. Todo hecho con gran cariño por el matrinomio formado por José Luis y Blanca. Hoy es ella que dirige esta casa. Los años han pasado, pero no su pasión por la obra de su marido.
Publicidad
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
Clara Alba y José A. González
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.