Borrar
Vista de la fachada principal, iluminada.

Ver 10 fotos

Vista de la fachada principal, iluminada. Manuel Azurmendi

Equilibrio y belleza en la reforma de La Casona de Somahoz del siglo XVII

El proyecto, realizado por Luis María Celada y Eduardo Pila, mereció el reconocimiento del Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria, con el premio a la mejor rehabilitación

Mariana Cores

Santander

Domingo, 20 de agosto 2023

La Casona de Somahoz fue mandada construir por la familia Fernández Castillo en el siglo XVII. En el escudo de su fachada se recogen las armas de los más prestigiosos linajes de la comarca de Buelna, como los Fernández Castillo, los Bustamante y los Liaño. Se trata de un palacio, que fue profundamente rehabilitado en 2005 para convertirlo en un hotel por los arquitectos Luis María Celeda y Eduardo Pila. Dicho trabajo fue premiado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria a la mejor rehabilitación. Actualmente está en manos de una familia para su uso privado.

El trabajo de ambos arquitectos se centró en la adaptación de esta construcción de planta cuadrada y dos alturas. La fachada principal, orientada al sureste, está construida en sillería y es la parte más destacable del inmueble.

Noticia Relacionada

A día de hoy ya no se explota como un hotel y cuenta con 10 habitaciones en planta primera y bajo cubierta. En la planta baja se encuentran los espacios comunes y hay una vivienda anexa retranqueada, respecto a la fachada principal.

La carpintería articula «el diálogo con las fábricas de piedra y su diseño pretende tanto la definición individual de sus elementos como la caracterización del edificio», describen los arquitectos.

La utilización de «mecanismos de yuxtaposición, superposición o simple composición plana permiten adaptar los nuevos elementos a las diferentes situaciones y limitaciones que impone el valor de la preexistencia», agregan. Lo esencial para ellos era buscar «un equilibrio entre la superposición de estilos del pasado y el presente». Madera de corte reciente y piedra del siglo XVII conviven en armonía en esta casa, que esconde en su parte trasera un jardín en el que disfrutar de largas comidas, cenas iluminadas por velas y largas tertulias.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Equilibrio y belleza en la reforma de La Casona de Somahoz del siglo XVII