Una familia rota despide a Caritina Goyanes en Marbella

Este martes a las 11.30 horas, la capilla de Guadalmina, en Marbella, ha acogido la misa funeral en memoria de Caritina Goyanes, primogénita de Carlos Goyanes, fallecido el pasado 7 de agosto, y Cari Lapique. Casada y madre de dos hijos, la empresaria perdía la vida este lunes, 26 de agosto, por un infarto fulminante en su casa de la ciudad de la Costa del Sol donde toda la familia acostumbra desde hace décadas a pasar los veranos. El templo, el mismo en el que hace apenas 20 días se oficiaba el servicio en memoria de su padre, se ha quedado pequeño para acoger a los numerosos familiares y amigos que han querido dar su último adiós a Caritina antes del traslado de sus restos al madrileño cementerio de San Isidro. Durante el sepelio, escenas de dolor de una familia rota que no encontraba consuelo después de dos pérdidas tan duras en poco más de dos semanas.

Antes de las diez y media de la mañana comenzaban a llegar los primeros allegados visiblemente afectados a la capilla de la urbanización a las afueras de San Pedro Alcántara mientras varios operarios se afanaban en colocar la infinidad de coronas de flores en recuerdo de Caritina. Entre los asistentes, amigas de la fallecida y de su familia como Inés Domecq, Maribel Yébenes, Laura Vecino, esposa de Rafael Medina, o Eugenia Silva. Especialmente afectada llegaba María Zurita, que está viviendo uno de los veranos más duros. Después de decir adiós a su primo Fernando Gómez-Acebo, de 49 años y con quien compartía una complicidad muy especial, el pasado marzo, la familia recibía un nuevo golpe el 12 de agosto, con la muerte de Juan Gómez Acebo a los 54 años. Antes, había acompañado a su amiga Cari Lapique en el sepelio de su marido, cuya muerte también fue inesperada después de que hace un año le implantaran un marcapasos para resolver su dolencia cardiaca.

Rosauro Varo, Alfonso de Borbón, Tomás Terry, Pablo de Hohenlohe, Elena Benarroch o el financiero José María Amusátegui también han querido acompañar a los desolados familiares en un día tan difícil. Caritina, de 46 años, deja viudo y dos hijos. Casada desde 2008 con el empresario Antonio Marcos, tuvieron dos hijos, Pedro, de 13 años, y Cari, a quien la familia llama cariñosamente Minicari, de 10. El periodista José María García, amigo íntimo de la familia acudía profundamente afectado antes de que al filo de las once y media llegaran devastadas Cari, Myriam y Carla, madre, tía y hermana de la empresaria fallecida. Lo hacían sosteniéndose entre ellas en medio del respetuoso silencio de los numerosos asistentes. Tras ellas, el coche fúnebre con los restos de Caritina, una mujer de fe a quien su reencuentro con Dios le había cambiado la vida, tal como ella misma había contado en más de una ocasión.

Y así, en la fe se han refugiados todos sus seres queridos tras la repentina pérdida de Caritina, despidiéndola con una misa funeral en la que la han recordado como «el ejemplo de una mujer que ante todo supo amar». A la salida de la capilla de Guadalmina han sido muchos quienes han querido reconfortar a los abatidos familiares que no encontraban sosiego antes de dirigirse a Madrid, donde dirán adiós por última vez a Caritina en el cementerio de San Isidro.