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Con tan sólo 18 años, la astillerense Zulema de la Paz aún está construyendo su autoestima. «Nunca había pensado en presentarme a este certamen y ... ni mucho menos en que tendría posibilidades; pero como me gusta mucho la moda y mis familiares y amigos me animaron, al final me decidí». Por eso la sorpresa fue ayer mayúscula cuando al final de la noche por la megafonía del certamen Miss Grand Cantabria 2023 pronunciaron su nombre. «No lo podía creer. De hecho todavía no lo puedo creer. Nunca pensé que cumpliría este sueño», comentaba ayer, aún con la cabeza cargada por la tormenta de emociones.
«Lo que he descubierto eran ciertas habilidades que tenía escondidas, como la capacidad de hablar en público», confiesa. Sobre el escenario, Zulema, una de las candidatas más jóvenes del certamen -se presentan chicas desde los 16 años hasta los 28-, ganó confianza, iluminó al jurado con el azul intenso de sus grandes ojos y convenció a todos con un discurso claro, conciso y breve: «Creo que lo mejor que puedes hacer en estos casos es ser lo más sincera posible», explica la mujer más guapa de Cantabria, que estuvo acompañada al final de la gala celebrada en el instituto Marqués de Santillana (Torrelavega) por la primera finalista, Elia Torres, y la segunda, Lucía González.
A partir de ahora se abre un mundo de posibilidades: «Puedo hacer muchas más cosas de las que creía», se reafirma. Su personalidad se sostiene sobre un nuevo pilar sólido, el del certamen que acaba de ganar. Algo que necesitará de cara a la edición nacional, que se celebrará en Madrid el próximo mes de mayo. «Quiero prepararme bien para dejar a Cantabria en un buen lugar», defiende.
Cuenta que es fundamental mantenerse en buena forma física, obviamente, pues en estos certámenes es lo primero que salta a la vista. «Pero luego hay que seguir trabajando mucho la tranquilidad, la oratoria y la pasarela». De nada sirve un buen físico si no va acompañado de elegancia, de la clase que hace falta para lucir los bikinis o los vestidos de noche con los que desfilan todas las aspirantes.
«Por delante me queda un año para seguir trabajando», cuenta. Algo que tendrá que conjugar con sus estudios de grado en Ingeniería Informática en la Universidad de Cantabria (UC), con su afición por la pintura y con las nuevas amistades acumuladas durante estos días. «He conocido a muchas personas estupendas, chicas que se han convertido en amigas importantes. Espero que estén ahí siempre y que me ayuden de cara al nacional. Cruzaré los dedos».
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Ana del Castillo
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