«Soy abuela y me visto como me gusta. Mi edad es sólo un número»

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Prueba de ello son los y las modelos maduros que trabajan para las mejores pasarelas del mundo o la publicidad de grandes firmas de moda. La última ha sido Loewe al fichar como imagen de su marca al actor Anthony Hopkins, de 84 años, y a la escultora Lynda Benglis, de 80. Con ellos, la firma muestra que no hay edad para pasear su ropa y/o complementos por el mundo, tengas 30, 50 u 80 años.

La moda siempre ha estado representada por modelos jóvenes (a veces excesivamente), con cuerpos hiperdelgados donde la ropa no marca ni siquiera los pliegues propios del cuerpo y durante años ha sido lo normal... Realmente hasta hace muy poco. Pero la calle demanda ropa para cuerpos reales, hombres y mujeres de todas las edades con los que te cruzas a diario y que no parecen recién salidos de una revista.

Los que peinamos canas y nos gusta seguir la moda tenemos una gran ventaja y es que, a estas alturas de la vida, conocemos bien nuestro cuerpo y lo que nos favorece más o menos en función de nuestro estilo, eso sí, sin tener que renunciar a las tendencias por la edad, que al final es sólo un número.

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En el post en el que el abuelo -mi marido- os enseñaba cómo ha evolucionado la moda masculina, sobre todo tras la pandemia, os decía que no hay límite de edad a la hora de vestir, ni para ellos ni para nosotras. Y puntualizaba que no veo a mi chico con pantalones rotos y camiseta de tirantes, por ejemplo, pero no por su edad, sino porque no va con su estilo personal. Me niego a poner etiquetas a las personas. Joven o viejo, clásico o moderno... Las etiquetas las dejo para la ropa, nosotros simplemente tomamos de la moda lo que mejor nos representa y lo que nos hace sentirnos cómodos, seguros y como no, guapos. ¿Alguien imagina a Mick Jagger, el líder de The Rolling Stones, cambiando su estilo rockero solo porque tiene 78 años? Yo no.

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Pantalones de lentejuelas, vaqueros rotos, trajes de colores intensos, camisetas con dibujos de Disney y vestidos vaporosos, entre otras muchas prendas, conviven en mi armario con multitud de complementos y accesorios con los que combinar toda mi ropa. Deportivas coloridas, zapatos, boinas, diademas, sombreros (me 'rechiflan'), collares, anillos y pendientes multicolores... ¿Quién dice que a mi edad no debo utilizarlos? Tan solo cumplo una regla: si no me veo guapa, no me lo pongo por más que sea lo que inunda los escaparates y las calles.

Las tendencias son sólo eso, tendencias que llenan las tiendas y páginas de moda, pero no por ello tenemos que tomarlas al pie de la letra, sino que las adaptamos a nuestro cuerpo y estilo, tengamos la edad que tengamos. Porque el estilo, la elegancia y la actitud no tienen nada que ver con la fecha que marca nuestro DNI, sino con la forma de pasar por la vida y de vivirla. Si te sientes segura con lo que llevas puesto, transmitirás seguridad; la ropa, los complementos, todo tu oufit... Deberás defenderlo con tu actitud, tu postura, tu forma de comunicar y eso no lo marca la edad si no tu propia personalidad. ¿Te atreves a ser tú misma a cualquier edad?

Como dijo John Galiano: «Estilo es llevar un vestido de noche a un McDonald´s y tacones al futbol. Es personalidad, confianza y seducción».