Alta costura de época en El Sardinero

María José Mínguez lleva más de dos décadas dedicada a la elaboración de trajes de época. «A partir del año 2000 me puse de lleno a hacer este tipo de vestuario, aunque llevo toda la vida cosiendo», recuerda la diseñadora con una sonrisa que añora los tiempos en los que veía a su madre y a sus tías confeccionar. Este jueves, 13 de julio, se inaugura la exposición de trajes de época de la diseñadora cántabra coincidiendo con el inicio de los Baños de Ola en el Gran Casino El Sardinero. «Me siento premiada al poder exponer mis trajes en un lugar como este, ya que aquí se encuentran los que les he ido haciendo a mi familia a lo largo de los años. A mis hijos, nietos y a mi marido, que ya no está. Los Baños de Ola forman parte de mi casa y de nosotros».

Durante su trayectoria profesional, la modista ha llegado a confeccionar más de un centenar de trajes, sin poder especificar una cifra concreta ya que, como dice, «no los cuento, solo voy haciendo y haciendo…». En cuanto al tiempo de elaboración lo describe como «un trabajo muy laborioso». Cada modelo se tarda en hacer entre 20 días y un mes, aunque indica que lleva confeccionando los trajes de los Baños de Ola seis meses. Telas, sombreros, plumas, enaguas… Son muchos complementos los que hay que organizar y esta celebración, con una duración de cuatro días, requiere de una planificación más intensiva al portar cada día un traje diferente. Sin embargo, «cuando lo haces con pasión e ilusión es maravilloso», asegura María José.

Cada uno de los diseños tiene algo especial en sí mismo y a la diseñadora siempre le ha resultado muy difícil tener que quedarse con uno. «Elegir cuál es mi traje favorito es como cuando tienes varios hijos y tienes que elegir a cuál quieres más», declara entre risas con la duda sobre con cuál se quedaría. «Aunque el más especial y que más cariño guardo es el primero que le hice a mi hija Irene. Las primeras veces siempre tienen algo especial».

Esta época del año está llena de recuerdos e historia en la ciudad de Santander, pero también en su memoria. Cuando echa la vista atrás siempre le vienen a la cabeza aquellos momentos en los que compartía su pasión con su marido. «Mi parte favorita de los Baños de Ola era cuando me ponía los trajes con mi esposo porque eso significaba que íbamos y estábamos los dos juntos», recuerda con cariño, como alguien que nunca termina de soltar ese gran amor.

Su otra gran pasión es la costura. La directora de la Academia de Confección y Corte y de la Asociación de Trajes de la Tierruca lleva 40 años enseñando a coser y no exclusivamente trajes de época. Además, confecciona vestidos populares regionales –de los cuales afirma que «tiene una buena colección»–, trajes de Carlos V, de la Independencia del 2 de Mayo de Muriedas, entre otros. La modista sostiene que para ella «esta vestimenta también es muy importante al ser cántabra de nacimiento y si no conservamos nosotros nuestras raíces, quién lo va a hacer».

Pero esta festividad no es el único acontecimiento donde María José presenta sus trajes. «Participamos mucho con vestidos en diferentes eventos. El año pasado tuve una exposición en la finca del Marqués de Valdecilla, visitamos museos, vamos al Día del Indiano a Comillas, pasamos por Colombres… Nos movemos mucho con los trajes, pero para eso los hacemos, para poderlos poner».

Aunque la ilusión es como la de una primera vez, esta ya es la segunda ocasión en la que María José Mínguez ha tenido la oportunidad de exponer sus colecciones. En el año 2014, la modista presentó su repertorio de muñecas antiguas en el Gran Casino. «Antes hacía muñecas de porcelana con un horno, las pintaba, vestía… Y cuando me propusieron esta presentación, la verdad es que me encantó la idea y fue una experiencia muy bonita».

Después de tantos años dedicándose a lo mismo, a María José todavía le queda cuerda para rato. «Yo mi trabajo no lo considero trabajo, sino un lujo».

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